miércoles, 31 de diciembre de 2014

jueves, 25 de diciembre de 2014

Una tortuga terrestre gigante habitó Europa hace 15 millones de años

los investigadores han estudiado el material paleontológico encontrado durante el primer tercio del siglo XX en Madrid, que permanecía sin revisar en el MNCN desde la Guerra Civil española. Titanochelon es el nombre del género descrito, que engloba a todas las tortugas terrestres de gran tamaño que poblaron Europa y la región occidental de Asia.
Su caparazón medía entre uno y dos metros, era relativamente bajo pero ancho y sus extremidades, muy robustas, estaban cubiertas por grandes escamas osificadas, a modo de coraza protectora. “No se trata de una tortuga cualquiera sino de la mayor que habitó en Europa, con un tamaño que podía exceder de manera notoria al de las tortugas terrestres que actualmente habitan en las Islas Galápagos”, comenta Adán Pérez-García, miembro del grupo de Biología Evolutiva de la UNED e investigador de la Universidad de Lisboa.
"No se trata de una tortuga cualquiera sino de la mayor que habitó en Europa"
“Gracias a este trabajo hemos podido recuperar un valioso material fósil de la colección histórica que custodia el MNCN desde principios del siglo XX. Asimismo, este trabajo ha permitido establecer la tortuga española, Titanochelon bolivari, de la que conservamos abundante material, como la especie tipo que sirve para describir a todas las especies que forman parte del nuevo género”, comenta Patricia Pérez Dios, conservadora de la colección de paleontología de vertebrados del MNCN.
“La especie española, bien representada en el MNCN, presenta numerosas diferencias con las ocho especies, también del género Titanochelon, analizadas en el trabajo. De esta manera, hemos podido confirmar que en España habitaba una tortuga diferente a la registrada en otros países europeos”, explica Pérez-García, que ha estado vinculado al MNCN en varias etapas a lo largo de esta investigación.
Asimismo, el estudio aporta datos para conocer la relación de parentesco, origen y distribución de las tortugas terrestres gigantes europeas y facilita la clasificación del resto de ejemplares.
"Manadas de tortugas gigantes paseaban por lo que actualmente es la Gran Vía"
El género Cheirogaster, que supuestamente englobaba a las tortugas terrestres medianas y gigantes europeas, ha quedado restringido a una única especie, de menor tamaño (40 cm de longitud), que vivió en Francia hace unos 35 millones de años. “Las tortugas gigantes que habitaron Europa y Asia occidental, hace entre unos 20 y dos millones de años, tienen poco que ver con esa tortuga primitiva, y pertenecen al nuevo género de tortugas ‘titánicas’, Titanochelon”, comenta Pérez-García.
Un trabajo de investigación a partir de colecciones olvidadas
Los investigadores, junto a la conservadora del MNCN Begoña Sánchez Chillón, comenzaron a recabar datos en 2005 y, mediante la ordenación y reconstrucción de los fósiles, así como el análisis de la información del archivo del mueso, han descubierto que la especie de Madrid es la más representativa y más abundante de todas las tortugas gigantes europeas.
“Además de los caparazones hemos identificado muchos huesos de otras regiones de su esqueleto. De hecho, la especie española es la que ha aportado mayor información no sólo sobre el caparazón sino también sobre su cráneo y su esqueleto apendicular”, aclara Pérez-García.
Para este trabajo los investigadores han revisado el registro de todas las tortugas terrestres europeas, analizado abundante material inédito y estudiado los fósiles encontrados durante el primer tercio del siglo XX en varias regiones españolas. Los paleontólogos Hernández-Pacheco y Royo Gómez ya citaban en trabajos de investigación de los años 20 a la tortuga madrileña, que llamaron Testudo bolivari, pero, debido a la Guerra Civil española, nunca tuvieron la oportunidad de continuar su estudio.
En Madrid hay restos fósiles de tortugas en numerosos yacimientos, algunos de ellos de gran relevancia histórica, como los situados en Vallecas, Ciudad Universitaria o Alcalá de Henares. “Hoy podemos imaginar, con gran precisión anatómica, cómo hace varios millones de años, manadas de tortugas gigantes paseaban por lo que actualmente es la Gran Vía”, concluye Pérez-García.
Referencia bibliográfica:
Pérez-García, A., Vlachos, E. (2014) 'New generic proposal for the European Neogene large testudinids (Cryptodira) and the first phylogenetic hypothesis for the medium and large representatives of the European Cenozoic record'. Zoological Journal of the Linnean Society DOI: 10.1111/zoj.12183
http://www.agenciasinc.es

¿Por qué se produjo la Explosión del Cámbrico?

IAN DALZIEL
Un nuevo análisis de la historia geológica de nuestro planeta podría ayudar a resolver el misterio de la "Explosión del Cámbrico", la rapidísima diversificación de la vida animal multicelular que se produjo sin razón aparente hace unos 530 millones de años y que los científicos intentan explicar desde los tiempos de Darwin.
En un artículo recién publicado en Geology, Ian Dalziel, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Texas en Austin, sugiere que un "evento tectónico" de gran envergadura pudo haber causado el aumento del nivel del mar, así como otros cambios ambientales importantes que acompañaron a la explosión de la vida.
La Explosión del Cámbrico es uno de los acontecimientos más significativos de toda la historia de la Tierra. Fue entonces cuando la evolución pareció "volverse loca" y condujo a la repentina aparición de prácticamente todos los grupos de animales modernos. Muchos de ellos desaparecieron, y el resto pueblan aún en la actualidad la mayor parte de los ecosistemas terrestres. Nunca más volvió a producirse un acontecimiento semejante y los desencadenantes de este evento único en la historia de la vida ha sido, y sigue siendo, un misterio.
De hecho, el súbito surgimiento de todas esas formas nuevas de vida se conoce como "el dilema de Darwin", porque parece contradecir sus hipótesis basadas en una evolución gradual debida a la selección natural.
"En la frontera entre los periodos Precámbrico Cámbrico - explica Dalziel- algo tectónicamente grande tuvo que suceder, algo que provocó la difusión del agua superficial de los océanos a través de los continentes, lo cual se asocia claramente, en el tiempo y en el espacio, con la súbita explosión de la vida multicelular en el planeta".

Oxígeno en la atmósfera 

Pero más allá del aumento del nivel de los mares, esos antiguos cambios geológicos y geográficos llevaron, probablemente, a una acumulación de oxígeno en la atmósfera y a un cambio en la química de los océnos, lo que permitió que evolucionaran formas de vida más complejas.
El estudio es el primero en integrar evidencias geológicas de cinco continentes actuales (América del Norte, América del Sur, Africa, Australia y Antártida) para abordar la paleogeografía de aquél crítico momento.
Dalziel propone que la actual Norteamérica estaba aún unida a los continentes del sur durante por lo menos una parte del periodo Cámbrico. Las reconstrucciones clásicas de la geografía global de esa época muestran que el antiguo continente de Laurentia (el núcleo ancestral de la actual América del Norte) ya se había separado del supercontinente Gondwana.
Pero Dalziel no está del todo de acuerdo con esta imagen. Y sugiere la existencia de una profunda conexión oceánica entre los océanos Pacífico y Japeto (el antiguo Atlántico) que pareció aislar Laurentia a principios del Cámbrico, un "maquillaje geográfico" que se produjo justo antes del aumento global del nivel de los océanos y que, aparentemente, favoreció la explosión de la vida.
"La razón por la que no se había establecido antes esta conexión -explica Dalziel- es que no se habían estudiado todos los registros fósiles de los diferentes continentes de hoy en día". El registro de rocas en la Antártida, por ejemplo, procede de las lejanísimos montes Ellsworth.
Para el científico, "La gente se ha preguntado durante mucho tiempo qué fue lo que ocurrió allí, y yo pienso que probablemente fue Norteamérica, con la apertura de esta profunda vía marítima. Parece que la antigua Norteamérica estaba inicialmente unida a la Antártida y a parte de Sudamérica, y no a Europa y Africa, como siempre se ha creido".

Más investigación

Aunque el nuevo análisis aporta evidencias que sugieren que un cambio tectónico masivo causó un aumento del nivel de los mares hace 500 millones de años, Dalziel afirma que se necesita más investigación para determinar si esta nueva cadena de acontecimientos paleogeográfica puede verdaderamente explicar el repentino aumento de la vida pluricelular en el registro fósil.
"Yo no afirmo que ésta sea la explicación última de la Explosión del Cámbrico -asegura Dalziel- pero sí que digo que puede ayudar mucho a explicar lo que estaba sucediendo en esos momentos".
http://www.abc.es/ciencia/20141103/abci-explosion-cambrico-201411031504.html

Había agua en la Tierra 135 millones de años antes de lo que se creía

Había agua en la Tierra 135 millones de años antes de lo que se creíaEXPANDIR
Científicos del Centro de Investigación Woods Hole en Massachusetts, Estados Unidos, encontraron que el agua dentro de nuestro sistema solar pudo haber existido 135 millones de años antes de lo que se pensaba originalmente. Esto supone una visión más precisa de cómo pudo verse la Tierra cuando estaba en su periodo de formación.
El descubrimiento está basado en el estudio de meteoritos que pertenecieron al asteroide Vesta(en la foto), uno de los miembros más grandes del cinturón de asteroides que se encuentra entre Júpiter y Marte. Análisis anteriores afirmaban que no había agua dentro de estos cuerpos rocosos. Sin embargo, el estudio a cargo del científico Adam Sarafian, revela que hay restos de moléculas de hidrógeno y oxígeno en su interior.
Estudios previos revelan que hace 4.5 mil millones de años había agua en la parte externa del Sistema Solar, en las partes más alejadas del sol. Por otro lado, en la parte interna las temperaturas eran tan extremas que se creía que era imposible que se encontrara en el asteoride Vesta o en la misma Tierra.
Había agua en la Tierra 135 millones de años antes de lo que se creíaEXPANDIR
El estudio de Sarafian invalida esta teoría y ayuda a los científicos a conocer más sobre la composición de la Tierra en sus años jóvenes de formación. Todo esto fue posible gracias a que, mientras nuestro planeta evolucionaba para convertirse en lo que es hoy, el asteroide se quedó en un estado muy parecido al del inicio del Universo. Y ambos tienen la misma huella digital química, o sea, están compuestos de los mismo elementos a nivel molecular. 
Este descubrimiento es importante porque asegura que había agua en el Universo 150 millones de años antes del nacimiento del Sistema Solar. Además, el estudio también afirma que el agua de la Tierra pudo provenir de Júpiter y que este estaba localizado en un lugar mucho más frío de lo que se cree. El agua llegó a nuestro planeta al recibir el impacto de un cuerpo rocoso que había chocado previamente en Júpiter. 
Había agua en la Tierra 135 millones de años antes de lo que se creíaEXPANDIR
Imágenes: NASA Flickr y Jack Cook del Centro de Investigación Woods Hole. Portada: Fotografía del Asteroide Vesta / NASA
Yare Saavedra desde Gizmodo

El animal que regenera su propia cabeza

Bicho
En la naturaleza hay varios animales que tienen la capacidad de regenerar partes de su cuerpo.
En un laboratorio sin ventanas de la Universidad de Galway, Irlanda, hay un acuario donde habita un extraño ser con una habilidad muy singular.
Esta criatura vive encaramada en pequeños palos parecidos a una piruleta, y está formada por una serie de conchas recubiertas con una especie de "pelo viviente".
La colonia de pequeños animales marinos -conocidos como "pelos de caracol"- fue recogida de las conchas de cangrejos ermitaños en Irlanda, y está emparentada con las medusas, los corales y las anémonas de mar.
Pequeños como la pestaña de un bebé, se les conoce como Hydractinia, y de cerca parecen un árbol con pie, tronco y una cabeza de tentáculos para capturar deliciosos detritos.
El proceso de regeneración demora tan sólo unos días. 
También poseen un superpoder: cuando un pez muerde una de estas cabezas de tentáculos, esta se regenera en solo una semana.
Es esta característica la que atrajo la atención de Uri Frank y sus colegas del Instituto de Medicina Regenerativa de Galway.
Él y un cada vez mayor número de investigadores asegura que la regeneración de tejidos que se ve en la Hydractinia podría ser una antigua capacidad que poseían todos los animales, incluidos los humanos, y que tan solo está latente.
Pero, ¿cómo es que este "pelo de caracol" se autoregenera? ¿Podría contener la clave de la regeneración de tejidos en humanos?
Muchos animales, como las estrellas de mar o las salamandras, pueden regenerar partes de su cuerpo. Pero el caso de la Hydractinia es diferente, y no solo por lo extremo de su naturaleza.

Células madre

La clave del talento regenerativo de la Hydractinia es la capacidad que posee para retener sus células madres embrionarias durante toda su vida. Esto implica que en cada proceso de curación se produce no solo una cicatriz y una costra, sino también una parte nueva entera, como la que surgiría de un embrión.
Salamandra
A las salmandras les crece la cola cuando la pierden, pero no otras partes del cuerpo.
En una reunión de biólogos que tuvo lugar este año, Frank mostró un video del proceso de regeneración de la Hydractinia, en el que las células embrionarias (modificadas genéticamente para que fuesen de color verde fluorescente y se pudiesen ver mejor) se desplazaban hasta el cuello sin cabeza de uno de los tentáculos.
Los asistentes se quedaron atónitos.
Durante la última década los investigadores empezaron a creer que las células madre evolucionaron hasta generar una criatura más antigua que la Hydractinia, pero cuyo suave cuerpo acabó diluyéndose en el antiguo lecho marino.
En esta criatura el poder regenerador pudo evolucionar, dotando a todos los animales que aparecieron después con la capacidad, ahora latente, de reconstruir partes del cuerpo.
"Podría no ser una idea tan loca. Las células madre son algo muy complejo y 600 millones de años pueden no haber sido suficientes para reinventar un sistema nuevo desde cero".
"Así que es fácil creer que las células madre de la Hydractinia y las nuestras fueron heredadas de un antepasado común", afirma Frank.

Gusano planario

Esta teoría va de la mano con un estudio publicado el año pasado en la revista Nature, que habla sobre dos variedades de una forma antigua de gusano, el planario.
Este gusano fue estudiado durante más de cien años por sus increíbles poderes regenerativos. Si se los corta en pedacitos, algunos gusanos son capaces de regenerarse, incluso partiendo de los trozos más pequeños.
Otros necesitan casi todo su cuerpo intacto para reconstruir su cabeza.
Científicos del Instituto Max Planck intentaron descubrir si todos estos gusanos tenían la misma capacidad regenerativa, pero descubrieron que algunos la perdían en una fase de su desarrollo.
Con un cambio relativamente simple en las células madre consiguieron convertir a un gusano que no reconstruía su cabeza en otro que sí lo podía hacer.
En teoría sería posible que los humanos tuviesen las mismas capacidades latentes que los “pelos de caracol” o los planarios, ya que a un nivel celular básico ya hay muchas similitudes.
Estudiar a estos organismos capaces de regenerarse nos podría enseñar a los humanos cómo recuperar partes perdidas de nuestro cuerpo.
"Aunque no haya demanda de cabezas humanas”, dice Frank, “¿no sería genial poder reparar la médula espinal, el corazón, un riñón, extremidades y otras partes que pudiésemos perder?"
Los estudios en gusanos sugieren que esto puede no ser tan difícil como se creía en un principio.
El padre de la ciencia regenerativa, Thomas Hunt Morgan, llevó a cabo experimentos con gusanos que mostraban sus poderosas capacidades de reconstrucción, pero abandonó sus estudios creyendo que nunca se llegaría a entender el proceso del todo.
Claramente todavía hay misterios sobre la regeneración esperando a ser revelados, aunque ahora parece que una pequeña criatura que habita en un acuario irlandés podría ayudarnos a encontrar la clave para controlar el increíble proceso que nos permitiría reconstruir partes de nuestro cuerpo, tal vez mucho antes de lo que pensamos.
Tracey Logan
BBC noticias

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Reacción de precipitación

Materiales:
   Dos tubos de ensayo
   Disolución de Nitrato de plomo
   Disolución de Ioduro de potasio
Procedimiento:
Ponemos las dos disoluciones en sendos tubos de ensayo y comprobamos que las disoluciones son incoloras. Mezclamos las dos disoluciones y se forma un precipitado amarillo debido a que el nitrato de plomo y el ioduro de potasio han reaccionado.
¿Qué sucede?
Las reacciones de precipitación son un tipo de reacción química muy comunes, en las cuales se forma un precipitado a partir de dos disoluciones, por lo general, iónicas. Ocurren cuando, a causa de una reacción química entre los dos compuestos iónicos, se forma un compuesto insoluble en el medio acuoso.
Lo que ocurre en nuestro experimento es una simple reacción de precipitación entre dos sales:
Pb(NO3)2 + 2KI –> 2KNO3 + PbI2
Tanto el nitrato de plomo como el yoduro potásico son electrolitos fuertes, por lo que estarán disociados en sus iones. Al reaccionar las dos sales se combinan y se forma un precipitado de Yoduro de plomo, que es insoluble y de color amarillo.
Este tipo de reacciones es muy frecuente en el laboratorio de análisis químico y se utilizan, por ejemplo, en gravimetrías y en las titulaciones por precipitación.


jueves, 4 de diciembre de 2014

Experimento de Coca Cola con leche

Los únicos materiales que vamos a necesitar para poder hacer el experimento de la Leche y Coca Cola son los siguientes: Leche y… Coca Cola sí. ¡Exacto! (también vendría bien que tuvieramos una jeringuilla o inyección vacia a mano – a la venta en farmacias)    
¿Cómo funciona este experimento fácil? Pues super sencillo. Lo que haremos será abrir la botella de Coca Cola. Un de medio litro ya nos vale, o 1 litro (tampoco hace falta comprar la botella más grande de 2 litros o más) Luego lo que haremos será beber un poco, un trago, lo suficiente para que haya ahora espacio en la botella de Coca Cola para poder meter un poco de leche. Digamos que medio vaso pequeño, lo rellenas, te lo bebes, y en el resto de la botella pondrás la leche ayudados por la jeringuilla. Cerramos y dejamos reposar 1 hora la botella mientras nos quedamos a contemplar que es lo que va ocurriendo dentro de la botella. ¡Super divertido!
Explicación
Se produce una reacción del ácido fosfórico contenido en la coca cola y la leche. Las Moléculas de ácido fosfórico se unen a la leche dándoles más densidad y se separan, mientras que el líquido restante  que sale de la leche y la coca cola ahora flotan a la parte superior. La materia sólida es, básicamente, la leche que se ha cuajado por la adición de la sosa más ácida.
Ambos elementos son ácidos, pero la coca-cola es más. En general, la Coca-Cola tiene un pH de 2,5 a 4,5 en cualquier lugar debido al contenido de ácido fosfórico sin embargo la  leche tiene un pH normal de alrededor de 6,7.

URL del artículo: http://www.experimentosfaciles.com/experimento-de-coca-cola-con-leche/

Leer completo: Experimentos Escolares