Babosas amantes del sol

Plantas , no sois tan especiales.Éste es el mensaje del molusco marino Elysia cholorotica , que no sólo parece una hoja sino que actúa como tal. La babosa puede vivir de la luz solar toda su vida (hasta un año);todo cuanto necesita es un poco de algas de color verde amarillento.La captación de energía solar por fotosíntesis es mas conocida como una propiedad exclusiva de las plantas . Pero hace décadas los biólogos marinos descubrieron que las babosas de mar roban a las algas de las que se alimentan unos componentes llamados cloroplastos, que utilizan para convertir el CO2 en azucares. En 2007 se supo que las babosas incorporan genes de alga a su propio ADN.Eso permite producir las proteínas vegetales necesaria para mantener a largo plazo los cloroplastos en sus células.

Ahora el biólogo Sidney Pierce, de la Universidad de South Florida, y su equipo informan de que E. chlorotica , que vive en el Atlántico, se apodera de suficiente materia genética vegetal como para producir su propia clorofila, el pigmento presente en los cloroplastos que participa en el proceso de la fotosíntesi. Eso significa que la babosa verde puede utilizar el sol para realimentarse sin volver a comer nunca más.

Pierce asegura que se trata de un enigmático atajo evolutivo : << El intercanvio de genes entre especies puede dar lugar a grandes y ràpidos canvios. La evolución no siempre necesitaesperar a que se produzca una mutación>>.

 

I también he encontado algunas de sus caracteristicas que son estas:

• E. chlorotica es un molusco de entre tres y seis centímetros de longitud, similar en su aspecto a los nudibranquios aunque pertenece al suborden Sacoglossa de la familia Placobranchidae.
• Es capaz de  traspasar los cloroplastos a las generaciones siguientes, incluyéndolos a su carril evolutivo.

Curiositat

El  movimiento genético entre ambas especies se le llama transferencia horizontal de genes. Es común entre las bacterias, que se intercambian – por ejemplo – los genes de la resistencia a los antibióticos, pero no es tan común entre criaturas multicelulares, aunque ha sucedido alguna que otra vez.

 

Albert Tobeñas