domingo, 22 de abril de 2012

La Botella que se Autoaplasta.


Se calienta, en primer lugar, el agua en el cazo hasta casi ebullición. Se vierte en la botella y se mantiene en ésta durante un par de minutos. Se vacía el agua e inmediatamente se cierra la botella con su tapón. Poco a poco la botella se autoaplastará movida por una misteriosa fuerza que la hará consumirse y retraerse sobre sí misma. Nosotros lo hemos probado en el laboratorio y funciona perfectamente. 

 

Es imprescindible que la botella no tenga ningún poro ni agujero y que el tapón ajuste perfectamente. Si se quiere acelerar el proceso basta con intensificar el enfriamiento, poniendo la botella en un baño o corriente de agua fría o de hielo. 
Si la experiencia se hace con una botella de vidrio, el aplastamiento no se produce dada la rigidez del material, aunque sí tendríamos luego dificultades para extraer el tapón y abrir la botella: habríamos hecho un envase “al vacío”. 
Esta experiencia puede hacerse también con una lata metálica de paredes no muy gruesas: el proceso es el mismo, pero sorprende mucho más el resultado al tratarse de un material al que le presumimos mayor resistencia a deformarse que al plástico

Nacho Padró

2 comentarios:

  1. El agua hirviendo de dentro de la botella hace que el interior de esta se caliente. Al taparla y ponerla en agua fría, el aire caliente (que está expandido) se contrae por el frío y absorve las paredes de la botella hacia dentro, ya que el tapón no permite la entrada de más aire.

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  2. Como siempre, Carla acierta de pleno. Muy Bien.

    Nacho

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