Mitificados por la literatura y el cine de terror,se les ha asociado supersticiones y maldiciones cuyo origen probablemente sea fruto de sus actividades nocturnas y ocultos refugios de dia, aunque eso no ha sido problemas para que sean encarganos por un héroe como Batman, o que pertenezcan a los escudos de Valencia y Palma de Mallorca, o bien aparezcan en las farolas del Paseo de Gracia de Barcelona.A pesar de todo ello su divulgación científica ha sido bastante escasa sólo siendo uno de los temas más tratados en su bibliografia científica el onar con el que detectan los obstáculos en su vuelo o a las presas gracias a la emisión-recepción de ultrasonidos.Los quirópteros ("manos aladas") son un grupo que agrupa a unas 900 especies, siendo el único grupo de mamíferos que han evolucionado para adaptarse al dominio aéreo, aunque han coevolucionado con las aves para buscar las soluciones a los mismos problemas de vuelo: presetan analogías anatómico-funcionales semejantes como una fusión de numerosas estructuras óseas para dar mayor consistencia y rigidez al esqueleto óseo y posibilitar así una mejor inserción de la musculatura pectoral que es la responsable del vuelo. La diferencia radica en la presencia de un patagio o membrana interdigital asociado a unos dedosextremadamente alargados (ecepto el pulgar) y que sirven de soporte de vuelo.Se reconocen dos grands taxones: megaquirópteros (de gran tamaño y habitantes de regiones tropicales, como el P. vampyrus de Java de hasta1,40 m o el P. poliocephalus de Australia de hasta 1,20 m) y los microquirópteros de mayor diversificación.
Principalmente son insectívoros (un 70%) y frugívoros, hay que reconocer que la alimentación a base de sangre o hematófaga, suele ser la que más nos sorprende, atrae y más mala fama le ha dado.Al tener una fina membrana por patagio y ser esta muy vascularizada, los murciélagos sufren unas elevadas pérdidas de agua y calor; es por ello que mantienen una actividad nocturna o crepuscular, ya que es cuando hay mayor saturación de humedad ambiental y para la tempratura producen un alto ritmo metabólico. Para mantenerlo tan alto han de consumir grandes cantidades de insectos, lo que hace que se conviertan en unos inestimables colaboradores en el control de palgas, excepto en la época de hibernación.
Nacho Padró
A partir de un artículo de Jordi Serra
para la Vanguardia (1990)
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