sábado, 15 de agosto de 2015

El Myotragus balearicus.

Myotragus balearicus, es un mamífero extinguido, similar a una cabra, y perteneciente a la familia de los bóvidos. El registro fósil de Myotragus conocido ha sido encontrado en Mallorca, Menorca, Cabrera y Dragonera. Los primeros restos de Myotragus balearicus fueron descubiertas a principios del S. XX. y ya desde aquellos inicios ha sido centro de muchos estudios paleontológicos. Todo gracias a sus notables características, fruto de una evolución en condiciones de insularida Fue descubierto en 1909 por la paleontóloga Dorothea Bate. Se trata del mamífero de mayor tamaño de las islas, parecido a la gacela, que pertenecía al grupo de los antílopes.
Myotragus Balearicus
El nombre de Myotragus proviene del griego y significa “cabra-rata”. Se cree que este mamífero llegó a Mallorca cuando todavía las islas estaban unidas a la plataforma continental, hace más de cinco millones de años. Una vez que nuestras islas quedaron separadas del continente, sus ancestros quedaron aislados, se encontraron sin depredadores importantes que los amenazasen y evolucionaron de manera diferente de los que había fuera de las islas, adaptándose perfectamente al hábitat insular.
Myotragus Balearicus

Tanto machos como hembras tenían dos pequeños cuernos, finos y afilados, que partiendo de la frente se alargaban hacia la parte posterior. De talla más bien pequeña, unos 50 centímetros de altura y unos 10-12 kilos de peso. La histología de los huesos muestra que Myotragus crecía, a diferencia de cualquier otro mamífero, a un ritmo lento y flexible, parando el crecimiento periódicamente, llegando a la madurez a edades muy avanzadas y mostrando, por tanto, un considerable aumento de la longevidad, tal y como lo hacen los actuales cocodrilos. La explicación del porqué es sencilla. 
Los mamíferos son animales endotermicos (de sangre caliente) y, al contrario que los animales ectotermos (de sangre fría) gastan mucha energía en mantener una temperatura del cuerpo constante. Cuando los recursos son pocos, se seleccionan los individuos que queman menos energía, es decir, los individuos con un metabolismo más bajo. Esto implica, sin embargo, un crecimiento a un ritmo mucho más lento, llegar a la madurez más tarde y vivir durante más tiempo. La ausencia de depredadores en un contexto de insularidad facilitó el origen y la supervivencia del conejo gigante de Menorca –Nuralagus Rex–. Se trata de una especie diez veces mayor al conejo actual y que habitó la isla hace cinco millones de años, como explican en un artículo investigadores del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) y a falta de otros depredadores en su entorno, su sistema locomotor se adaptó a correr muy poco, se hizo lento de movimientos y perdió la capacidad de saltar. Su sistema ocular sufrió variaciones, la posición de sus ojos era frontal, siempre miraba al frente, ya que a falta de otros competidores, no necesitaba tener precauciones de posibles peligros que pudieran venirles de los costados. Todos estos cambios morfológicos fueron negativos para su evolución, ya que facilitaron su captura por parte del hombre cuando colonizó las Baleares.
Myotragus Balearicus
En un ecosistema sin depredación, los animales pueden alcanzar un tamaño que les permita una mejor economía energética a causa de la menor relación entre la superficie y el volumen del cuerpo, la mayor capacidad para depositar grasa y un intestino más largo que permita extraer más nutriente de los alimentos ingeridos. En este sentido, las islas y su legado fósil son auténticos laboratorios de la evolución para los paleontólogos. De hecho, podemos decir que son experimentos en evolución, ya que en las islas muchos de los factores ecológicos determinantes del proceso evolutivo son previamente conocidos gracias a sus especiales características: área geográfica de pequeño tamaño y limitada, recursos tróficos limitados y ausencia de depredadores por grandes mamíferos. Las islas fósiles, además, nos proporcionan una perspectiva temporal adecuada para estudiar la evolución, gracias a la dimensión del tiempo geológico. Una variable que el estudio de las islas actuales no puede proporcionarnos.Los restos de este animal han sido encontrados al lado de objetos o huesos humanos, lo que evidencia que el hombre convivió con este animal y lo domesticó, seguramente, lo extinguió de las islas para alimentarse. El Myotragus Balearicus es la única especie doméstica y extinguida que se conoce en el mundo. Los testimonios más recientes de su presencia en Mallorca datan del 2030-170 aC. La gran abundancia de restos fósiles de Myotragus en cuevas, hace pensar que posiblemente éstas eran usadas para pasar las temporadas difíciles, bajando el metabolismo y reduciendo las funciones vitales.

En Mayo del 2010 un grupo de paleontólogos realizan una nueva y fructuosa expedición en la Cova des Pas de Vallgornera (Llucmajor), en la que ya se han alcanzado los 65 kilómetros topografiados, descubriendo en una aislada galería denominada "Tragus" el esqueleto completo de Myotragus más antiguo conservado, de unos dos millones de años, perteneciente a un eslabón perdido en la cadena evolutiva de la "cabra-rata" entre el Myotragus antiquus y Myotragus kopperi.
Nacho Padró

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quin és el teu Super-Comentari?