martes, 19 de noviembre de 2013

El perro amistoso colea hacia la derecha

Un movimiento de la cola hacia la derecha denota una actitud positiva; hacia la izquierda, negativa. Este sería el lenguaje «secreto» que utilizan los perros para demostrar su actitud a sus análogos, según un estudio publicado en la revista Current Biology y liderado por Giorgio Vallortigara, de la Universidad de Trento.
La preferencia para un lado u el otro de algunos movimientos y de los comportamientos vinculados a ellos es un fenómeno conocido en muchas especies animales y refleja la asimetría entre los dos hemisferios de su cerebro.
En un estudio anterior, el mismo Vallortigara había demostrado que, en los perros, el coleo hacia la derecha suele estar asociado a situaciones que deberían inducir a un comportamiento de acercamiento, tal como ocurre en presencia de su amo; el movimiento hacia la izquierda, a uno de evitación. Este resultado encaja con la hipótesis de que el primer tipo de conducta está controlado por el lóbulo izquierdo del cerebro y el segundo por el derecho.
A fin de verificar si los perros son conscientes de dicha relación, Vallortigara y sus colaboradores han analizado el comportamiento en el movimiento de la cola de 43 mascotas de diferentes razas que observaban imágenes de sus análogos. El análisis de sus reacciones ha demostrado que los perros manifestaban síntomas de ansia o relajación cuando coleaban principalmente hacia la izquierda o la derecha, respectivamente. Finalmente, cuando no movían la cola, exhibían muestras de nerviosismo, debido a la inmovilidad del perro representado en la imagen.
Según los autores del estudio, es a través de este comportamiento que una mascota interpreta la actitud de otro perro. «La asimetría puede tener un valor comunicativo, pues constituye un indicio de una conducta agresiva o amistosa», afirma Vallortigara. Con todo, afirma que «esto no implica necesariamente que el movimiento de la cola represente un gesto de comunicación».
En concreto, el meneo hacia un lado más que hacia el otro podría ser un efecto secundario de la lateralización de las respuestas emocionales en el cerebro de los perros. Por esa razón, «el animal podría notar más las señales de la cola que aparecen en la región izquierda de su campo visual, por lo que, en ese caso, el observador percibiría mayoritariamente una actitud amigable», concluye el investigador.
El estudio del vínculo entre la asimetría del cerebro y el comportamiento social podría resultar muy útil tanto en la práctica veterinaria como en el adestramiento de los animales.
Más información en Current Biology.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quin és el teu Super-Comentari?