Animaladas Científicas

A pesar de la imagen que pueden tener los científicos en la actualidad, hay que reconocer que a lo largo de la historia algunos se han destacado por sus animaladas, experimentos brutales y salvajes sin ninguna funición clara y que recogió el escritor Alex Boese en un libro y una página web curiosa (http://www.museumofhoaxes.com/). La verdad es que hay muchos para destacar: Los experimentos de resurrección de Robert E. Cornish que 1934 anunció la resurrección de su perro Lazarus tras asfixiarlo, (aunque duró 8 horas de agónico coma) y que consiguió la resurrección de dos perros más, una vez expulsado de la Universidad de California, con graves trastornos neuronales y ceguera. La fórmula secreta consistúía en un coctail de adrenalina y anticoagulante. Quizás da risa, pero hay que pensar que ante su petición del cuerpo del recluso condeanado a muerte Thomas McMonigle, el estado de California desestimó la petición... no fuera que sobreviviera y entonces deberian dejarlo en libertad. El "Reanimator" Cornish acabaría sus dias vendiendo pasta de dientes de su invención.... aunque desconozco los ingredientes. Pensemos que estó pasó al 7º Arte en forma de película: Life Return en la que incluso el Sr. Cornish hacia un cameo.

Otro paso superior a la bestialidad se daría en el caso del doctor ruso Vladimir Denikhov que consiguió insertar la cabeza de un cachorro en otro perro, creando una parodia del mítico Cancerbero. Si bien el médico Christian Baarnard, en 1967, quien logró la proeza del transplante, Demikhov es ampliamente reconocido por su labor para facilitar el camino. Los perros empleados por el médico ruso son un ejemplo más del papel que estos animales jugaron en el desarrollo científico de la URSS. Claro que puestos a hablar del cine... si veis la última película de Expediente X vereis los experimentos de este "buen doctor".
Claro que nadie habla de las pobres víctimas, como el pobre Tusko, el elefante al que se le suministraron 297 miligramos de LSD, 3000 veces superior a la dosis humana, para ver si era "sensible al LSD". El artículo apareció en Science, (para que luego hablen de los correctores de artículos!!) y el pobre elefante murió agónicamente a los minutos de la dosis.... todavía no queda claro el interés científico del experimento.

En fin que a este paso, con la genética en activo, pudiéndolo manipular todo... Victor Frankenstein todavçia haria cosas normales.

Nacho Padrço