Desde tiempos prehistóricos, se ha asociado a los minerales una capacidad terapéutica que convendria aclarar. ¿Cuales son las posibilidades reales de la terapéutica con minerales?. Como he comentado, desde antiguo han habido ideas que relacionaban a los minerales con ciertas propiedades y efectos que podrian posibilitar la curación o alivio de dolencias y enfermedades. Claro que hay que tener en cuenta que en toda terapia, el factor psicológico tiene mucha importancia... basta recordar la "polémica" de las últimas semanas alrededor de las "pulseras milagrosas" (un tema que no era actual y que las primeras se basaban en propiedades terpáuticas de las piedras engarzadas, el material usado o los metales de su composición). Se ha visto que las propiedades terapéuticas a determinados minerales se fundamenta más en el convencimiento de la existencia de dichas propiedades que en la realidad objetiva de las mismas.
En la farmacopea de muchos países avanzados los componentes minerales naturales de los fármacos se han ido sustituyendo por productos de síntesis, que satisfacen mejor las exigencias del producto porque se garantiza su pureza, aunque de todas las posibilidades mineralógicas existentes, las más modernas sólo citan unas cuantas: Caolinita, talco, pirofilita, montmorillonita, saponita, bentonita, hectorita, glauconita, attapulgita y el sílice coloidal.
De todos los recursos mineralógicos, hay que destacar el uso de las arcillas, que aguantaron la devacle que supuso la "Traité de Chimie" de Lavoisier, que supuso la aparición de los fármacos químicos en sustitución de los mineralógicos, aunque la asignatura de Mineralogia todavía se estuvo estudiando en las facultades y escuelas de Farmacia durante el siglo pasado.
Ejemplos del uso de las arcillas los encontramos en la argiloterapia (uso de emplastes y baños en fango a semejanza de los efectuados por los animales), el uso de estas como antidiarreicas y en el tratamiento del cólera en la Prusia Oriental por el profesor J. Stumpf (1903), el suministro a los soldados rusos de 200 gr. de arcilla diaria para prevenir o combatir el cólera durante el periodo 1914-18 o durante la Primera Guerra Mundial que el ejército frances daba arcilla con mostaza para prevenir la disentería debido a su comprovado poder absorvente que hace que se siga usando para el tratamiento de intoxicación por alcaloides.
Nacho Padró