miércoles, 29 de julio de 2020

¿Tortuga macho o hembra?

Saber el sexo de las tortugas recién nacidas se ha convertido en una tarea tan esencial como difícil. En muchas especies de quelonios, el desarrollo sexual del embrión depende de la temperatura ambiental, por lo que el calor en alza está generando un exceso de hembras y escasos machos. Si no se controla, este desequilibrio podría condenar a la extinción a algunas especies.
Para acudir en su rescate «hay que saber dónde radica el problema», según Jeanette Wyneken, bióloga de la Universidad Atlántica de Florida y autora principal de un nuevo estudio sobre la cuestión, publicado en marzo en Scientific Reports. El seguimiento de las proporciones sexuales en las tortugas recién nacidas ayudaría a conocerlo, pero las especies en que el sexo depende de la temperatura carecen de cromosomas sexuales y maduran relativamente tarde, lo que dificulta la tarea de identificar el sexo con métodos incruentos.

El equipo de Wyneken ha diseñado un análisis de sangre que logró determinar el sexo de crías de galápago de Florida (Trachemys scripta) y de tortuga boba (Caretta caretta) con una precisión del cien por cien hasta el segundo día de vida. En las jóvenes bobas de más edad, los resultados arrojaron un meritorio 90 por ciento de precisión. En una minúscula muestra de sangre, el análisis busca una hormona que impide la aparición del oviducto en los machos incipientes. (La hormona interviene en otras funciones durante el crecimiento de las tortugas, explica Wyneken, lo que puede complicar los resultados en las hembras de semanas o meses de vida.)
A continuación, los investigadores usaron dos técnicas convencionales para verificar los resultados de las tortugas. Analizaron muestras de tejido de las gónadas de sus 10tortugas de Florida, que fueron sacrificadas al nacer, y de cinco bobas, que fueron halladas muertas en sus nidos. También criaron 54 tortugas bobas jóvenes hasta entre 83 y 177 días de vida antes de practicar laparoscopias sin muerte.
Ese tipo de exploraciones no pueden practicarse con seguridad en las crías de pocos días, afirma Wyneken. El grupo está trabajando en una versión de campo del análisis de sangre. Esperan supervisar con ella las proporciones sexuales en las recién nacidas en libertad, fáciles de atrapar, y quizás hallar modos de intervenir en el medio, como proporcionar sombra o aspersores refrigerantes durante la incubación. A diferencia de los métodos actuales que requieren dar muerte a las crías o estimar la proporción sexual a partir de la temperatura del nido, la nueva técnica «supone un método inofensivo y fiable para determinar el sexo de las crías», afirma Camryn Allen, endocrinólogo animal en el Centro de Investigaciones Pesqueras de las islas del Pacífico, que no ha participado en el estudio

Indicadores paleoambientales


No muy lejos de la policromática arquitectura de Bilbao, un mundo subterráneo exhibe su propia paleta de colores. Las estalagmitas y estalactitas de la cueva de Goikoetxe no presentan solo el tono blanco habitual: muchas van desde un color miel hasta un rojo intenso. Un nuevo estudio muestra que la coloración de esas formaciones, conocidas en general como espeleotemas, procede de compuestos orgánicos del suelo que fueron lixiviados y transportados por el agua. En un artículo publicado en línea el pasado abril en Quaternary International, los investigadores sugieren que los espeleotemas de la cueva de Goikoetxe registran factores ambientales como las precipitaciones.
Virginia Martínez Pillado, paleoclimatóloga del Equipo de Investigación de Atapuerca y del Centro Mixto de Evolución y Comportamiento Humano (dependiente de la Universidad Complutense y el Instituto de Salud Carlos III), caminó y se arrastró por la cueva de Goikoetxe hasta alcanzar su Sala Roja. «Todo en ella es rojo», explica sobre el recinto cubierto de estalagmitas y estalactitas. Ella y sus colaboradores transportaron al laboratorio cuatro estalagmitas y analizaron sus elementos traza, lo que les permitió descartar que la oxidación del hierro (que a menudo causa una coloración roja, por ejemplo en Marte) fuera la responsable en este caso.
Los materiales orgánicos también pueden conferir un tono rojizo, así que los científicos estudiaron la composición de las estalagmitas. Las medidas de dispersión y absorción de la luz revelaron que contenían ácidos húmicos y fúlvicos, moléculas complejas que se forman a partir de plantas descompuestas. El equipo concluyó que el agua debía haberlas recogido y depositado en las estalagmitas mientras estas crecían, a lo largo de miles de años.
Así pues, los espeleotemas podrían mostrar las condiciones ambientales del pasado. Por ejemplo, una variación en las precipitaciones influiría en la cantidad de materia orgánica arrastrada a la cueva, señala Alison Blyth, geoquímica de la Universidad Curtin de Perth, que no tomó parte en el estudio. «Midiendo las huellas químicas preservadas en cada capa, podemos reconstruir cómo han ido variando diversos parámetros ambientales.» Actualmente, Martínez Pillado y sus colaboradores analizan las estalagmitas para determinar antiguos cambios en las precipitaciones y en la vegetación situada sobre la cueva de Goikoetxe. Según los investigadores, esta técnica también puede aplicarse a otras cuevas con espeleotemas ricos en materia orgánica.

¿Existe la homosexualidad en animales?


Las conductas sexuales entre dos hembras o entre dos machos son una realidad reconocida por la comunidad científica en el reino animal. Sin embargo, no fue siempre así. A pesar de que las primeras observaciones de este tipo de dinámicas relacionales datan de los siglos XVIII y XIX, durante varias décadas se trató de una realidad poco estudiada que la ciencia no llegó a atreverse a abordar con rigurosidad.

El motivo principal de la falta de estos estudios era que la homosexualidad animal no encajaba en las premisas a partir de las cuales parecía que se había construido el marco de conocimiento mayoritariamente asentado, pues a primera vista daba la impresión de que contradecía la teoría darwinista. Esta apelaba a la necesidad de las especies de reproducirse para perpetuar su existencia y evitar la extinción, así que hacía pensar que las relaciones entre macho y hembra serían las únicas que habrían tenido sentido.
Sin embargo, no solamente en los seres humanos, sino en multitud de especies como los bonobos, los macacos japoneses, los pingüinos e incluso los escarabajos, estas prácticas resultan una realidad innegable. Se ajuste esto a la teoría darwinista o no, la homosexualidad animal se da en alrededor de más de mil especies distintas. Pero es que, además, cuanto más se encara el asunto, más parece que al final sí se ajusta a lo que proponía Darwin y cumple con distintas funciones para la supervivencia.

Los bonobos, por ejemplo, utilizan las relaciones sexuales como una forma de fortalecer los vínculos sociales entre los ejemplares de una misma comunidad, sobre todo entre los machos más jóvenes y los más dominantes.

En el caso de los escarabajos Tribolium o Tenebrio, cuando dos machos tienen sexo entre sí y uno eyacula sobre otro, este último se relacionará posteriormente con alguna hembra a la que tendrá más posibilidades de inseminar gracias a ello.
Las hembras de macaco japonés, por su parte, acostumbran a tener relaciones sexuales entre sí de forma especialmente recurrente por el mero hecho de experimentar placer, aunque con ello consiguen motivar a los machos a tener aún más sexo con ellas.

Lo que sí parece, sin embargo, es que en el reino animal la mayoría de las especies no suele tener conductas relacionales únicamente homosexuales, sino más bien bisexuales. En cualquier caso, aún queda mucho por recorrer en este área de la investigación hasta cubrir las carencias de conocimiento científico que dejaron los dos siglos anteriores. Y multitud de científicos están interesados en sumergirse en su estudio de una vez por todas.
Como afirma el profesor de Biología Orgánica en el Imperial College de Londres, Vincent Savolainen, uno de los pioneros en este campo de estudio: "Sigue siendo una investigación arriesgada e inusual que es difícil de apoyar a través de las vías de financiación tradicionales". Pero el científico se mantiene esperanzado y llama a seguir buscando "organizaciones que crean en esta investigación y que estén dispuestas a asumir el riesgo".
Vincent Savolainen et al. Evolution of Homosexuality, Encyclopedia of Evolutionary Psychological Science (2017). DOI: 10.1007/978-3-319-16999-6_3403-1

¿Puede haber algo más rápido que la luz?

MARIAM TÓRTOLA
La velocidad de la luz es un límite inviolable para la teoría de la relatividad de Einstein.
La velocidad de la luz es un límite inviolable para la teoría de la relatividad de Einstein.CORDON PRESS
Experimentalmente nunca se ha visto nada que vaya más rápido que la luz, que se mueve a 300.000 km/s. Y tenemos una explicación teórica para ello: la teoría de la relatividad especial de Einstein.
Esta teoría dice que nada puede ir más rápido que la luz. Einstein la construyó a partir de dos observaciones que, aparentemente, eran contradictorias. Por un lado, estaba la relatividad de Galileo. En ella, se explicaba el concepto de velocidades relativas entre sistemas y cómo se hacía la suma de velocidades. Se entiende muy bien con un ejemplo: imagínate un pasajero en un tren que va a 100 km/h y en el andén hay una persona que ve pasar el tren, si el pasajero que va en el tren lanza una pelota a 10 km/h dentro del vagón, el observador que está fuera del tren no ve que la velocidad de esa pelota sea 10 km/h sino que tendría que sumar la velocidad del tren más la de la pelota, por lo que la vería moverse a 110 km/h. Eso es lo que decía la relatividad de Galileo. Pero si el pasajero del tren en vez de lanzar una pelota lanza un rayo luminoso, según la relatividad de Galileo, el observador que está fuera del tren vería que ese rayo luminoso se desplaza a la velocidad de la luz sumada a la velocidad del tren. Lo que implicaría que el pasajero del tren y el observador exterior verían moverse el rayo con velocidades diferentes.
El otro hecho en el que se apoyó Einstein es que a finales del siglo XIX había experimentos para medir la velocidad de la luz en sistemas en movimiento, en el más famoso se intentó medir lanzando un rayo de luz en la dirección del movimiento de la Tierra y otro en la dirección perpendicular. Según la teoría de Galileo se esperaría que, por la suma de velocidades, el que se movía en paralelo a la Tierra debía ir más rápido que el que se movía en perpendicular. Pero eso no ocurría. La velocidad de la luz era siempre la misma independientemente de si se movía dentro de un sistema que ya estaba en movimiento o no. Eso contradecía la relatividad de Galileo, la suma de velocidades no se aplicaba a luz.
Einstein reconcilia dos hechos contradictorios a partir de dos postulados
Einstein reconcilia esos dos hechos contradictorios y para ello se basa en dos postulados. El primero es que las leyes son las mismas para todos los sistemas que se mueven a velocidades constantes, eso quiere decir que son las mismas para el pasajero del tren y para el observador que está fuera. Y el segundo es que la velocidad de la luz en el vacío es siempre la misma, es constante.
Estos postulados tienen varias consecuencias. La más famosa es que el tiempo y el espacio dejan de ser absolutos y empiezan a ser relativos porque solo así se cumple el primer postulado. Si la velocidad de la luz es constante, necesitamos que el tiempo y el espacio no lo sean para que tanto el pasajero como el observador vean que es así. El tiempo, al no ser absoluto pasa a ser como el espacio, y se habla de espacio-tiempo.
Lo que predice la teoría de la relatividad especial es que, para un observador en movimiento, el tiempo pasa más despacio respecto a un observador que está en reposo y, de la misma forma, para el observador que se mueve, las distancias se contraen. El ejemplo de esto es la paradoja de los gemelos: uno se queda en la Tierra y otro viaja en una nave espacial a velocidades muy altas. Para este último, por los efectos de la relatividad espacial, el tiempo pasa más lento, hay una dilatación temporal de forma que cuando vuelve a la Tierra es más joven que su hermano gemelo que se ha quedado en casa.
En la teoría de la relatividad especial también se modifica el concepto de masa, aparece el concepto de masa relativista
En la teoría de la relatividad especial también se modifica el concepto de masa, aparece el concepto de masa relativista. Por un lado, está la masa invariante o masa propia de una partícula que no depende del observador, pero existe otra masa llamada relativista que sí depende de la velocidad con la que se mueve el observador, es decir, de la velocidad relativa entre el cuerpo y el observador. Si la velocidad a la que se mueve el objeto con respecto al observador es muy pequeña, ambas masas son prácticamente iguales, pero si la velocidad de la partícula es muy grande, la masa relativista crece y, a medida que se acerca a la velocidad de la luz, esta masa tiende a infinito. Y aquí viene la respuesta a tu pregunta, la teoría de la relatividad especial nos dice que, a medida que aumenta la velocidad de la partícula, su masa relativista crece y crece y eso aumenta su resistencia al movimiento. Como cuando se acerca a la velocidad de la luz su masa tiende a infinito, haría falta una energía infinita para seguir acelerándola y eso es algo que nunca se consigue. Así es como nos explica la física por qué una partícula con masa no puede ir más rápido que la luz. Este razonamiento no se aplica a los cuerpos sin masa, como las partículas de la luz o fotones, y por eso la luz puede viajar a la velocidad máxima de 300.000 km/h.
Pero debes tener en cuenta que es una teoría, que es consistente y nos da una explicación a por qué ninguna partícula con masa puede moverse más rápido que la luz pero, si en algún momento se observara, tendríamos que modificar la teoría.
Mariam Tórtola es investigadora en el Instituto de Física Corpuscular, centro mixto del CSIC y la Universidad de Valencia.
Pregunta enviada vía email por Benjamín Colomer Magallón
Nosotras respondemos es un consultorio científico semanal, patrocinado por la Fundación Dr. Antoni Esteve y el programa L’Oréal-Unesco ‘For Women in Science’, que contesta a las dudas de los lectores sobre ciencia y tecnología. Son científicas y tecnólogas, socias de AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas), las que responden a esas dudas. Envía tus preguntas a nosotrasrespondemos@gmail.com o por Twitter #nosotrasrespondemos.
Coordinación y redacción: Victoria Toro

Unsplash/Umanoide Cepillarse los dientes para mantener el cerebro libre de bacterias

Cuando conocemos a una persona con una enfermedad cardiovascular, alzhéimer o diabetes no pensamos en que no se ha cepillado bien los dientes. Asociamos una mala higiene oral con problemas en la boca como caries, inflamación de las encías y mal aliento, pero no con complicaciones en otras partes del cuerpo. 
Aun así, una buena salud oral es fundamental para el funcionamiento óptimo del cuerpo. Las enfermedades orales pueden contribuir al desarrollo de enfermedades sistémicas. De hecho, existen nuevas evidencias que indican que las bacterias de la boca pueden llegar a otros sitios del cuerpo y causar problemas. ¡Incluso en nuestro cerebro! 
Figura 1: Aparte de mostrar una sonrisa mejor, la salud oral es importante para una buena salud sistémica. Unsplash (Lesly Juarez)
En general, cada persona tiene entre 100 y 200 especies de bacterias orales de las 700 especies orales identificadas. Cuando pregunto a alguien cuántas bacterias cree que hay por mililitro de saliva, suele subestimar la respuesta correcta: tenemos alrededor de 100 millones de bacterias por mililitro de saliva
Estas bacterias viven en los dientes, la lengua, las encías y otras superficies orales. Allí forman comunidades estructuradas como la placa dental y la saburra blanca de la lengua. Cuando se sueltan, entran en la saliva. Sumando todas las bacterias en la boca, el número alcanza los miles de millones. Llamamos a este conjunto la “microbiota oral”.
¡Tranquilidad! En general estos microorganismos serán nuestros amigos mientras los cuidemos. En primer lugar, protegen contra patógenos externos. Cuando una bacteria nueva entra por la boca, le cuesta mucho más sobrevivir porque existe un ejército de bacterias propias habitando el espacio. 
Además, las bacterias orales beneficiosas convierten el nitrato de verduras y frutas a nitrito. Este puede tener efectos positivos en el cuerpo como la reducción de la tensión sanguínea y efectos antidiabéticos.
Normalmente, nuestras propias bacterias no son patógenas, pero pueden causar enfermedades orales en personas sanas por costumbres poco saludables. Una dieta poco sana o una higiene oral inadecuada pueden causar un desequilibrio: algunos tipos aumentan en número y otros disminuyen. 
Esto se llama “disbiosis” y está ilustrado en la Figura 2. 
Figura 2: Algunas bacterias de la microbiota oral aumentan y otras disminuyen en caries (A) y enfermedades periodontales (B) como la gingivitis y la periodontitis. El cambio en microbiota asociado a enfermedad se llama ‘disbiosis’. En la parte de arriba hay una representación simplificada de la microbiota cambiando de salud a enfermedad. En la parte de abajo están los procesos que causan los cambios. En personas sanas, el factor que causa el desarrollo de caries es principalmente el consumo de azúcares, y el factor que causa periodontitis es principalmente una falta de higiene oral adecuada. Adaptación de Rosier et al., 2018; Journal of Dental Research 97(4): 371-380 [figura creada por Rosier y Ruedisulj, © 2020 B.T. Rosier]
Por ejemplo, si consumimos azúcar, las bacterias de la placa dental que se alimentan de azúcares aumentan en número. Estas convierten el azúcar en ácidos orgánicos (Figura 2A). Algunas productoras de ácido son muy resistentes a ello, mientras que las sensibles mueren. 
Si consumimos demasiado azúcar, las bacterias que comen azúcar y producen ácido aumentan tanto en la placa dental que la acidificación daña al esmalte. Con el tiempo, esto puede producir caries.
Otro ejemplo más relevante para las enfermedades sistémicas son las enfermedades periodontales. Por falta de una higiene oral adecuada, la placa dental se acumula y nuestro cuerpo reacciona con la inflamación de las encías, que incluye un aumento de componentes antibacterianos y células inmunes para reducir el número de bacterias. Si no tratamos dicha inflamación, las bacterias más resistentes a la respuesta inflamatoria pueden aumentar en número, mientras que las sensibles mueren (Figura 2B). 
Además, debido a la inflamación, llegan más proteínas de un suero gingival parecido a la sangre, que sale del surco gingival. Estas se convierten en alimento para algunas bacterias, estimulan su acumulación y crean, de ese modo, un círculo vicioso. 
Si no se trata la inflamación inicial, que llamamos gingivitis y generalmente es reversible, se puede desarrollar una inflamación crónica y destructiva: la periodontitis. La periodontitis provoca la pérdida de tejido humano y la formación de bolsas periodontales llenas de bacterias alrededor de los dientes (parte izquierda de la Figura 3).
Existe evidencia de que la periodontitis puede contribuir al desarrollo de diferentes complicaciones y enfermedades sistémicas. Tener periodontitis aumenta el riesgo de, por ejemplo, artritis reumatoideaterosclerosis,  hipertensiónalzhéimerdiabetes y complicaciones del parto
En personas con periodontitis, diferentes mecanismos pueden contribuir al desarrollo de otras enfermedades. Por ejemplo, la gran cantidad de moléculas proinflamatorias producidas por células humanas en encías inflamadas pueden llegar a otras partes del cuerpo y causar reacciones inflamatorias en esas zonas (parte derecha de la Figura 3). 
Ir al dentista para tratar la periodontitis es importante para reducir esta inflamación.
Figura 3: Periodontitis y enfermedades sistémicas. Esta figura resume cómo, en periodontitis, las bacterias de la placa dental (biofilm), sus enzimas y otros productos bacterianos, y moléculas proinflamatorias producidas por células humanas en las encías, pueden llegar a otras partes del cuerpo y causar complicaciones. Hajishengallis, 2015 Nat Rev Immunol. 15(1):30-44 [© 2015 Macmillan Publishers Limited]
Además, se ha descubierto que algunas bacterias que aumentan durante la periodontitis y compuestos producidos por ellas pueden llegar a diferentes partes del cuerpo por la vía sanguínea o gastrointestinal. Se han detectado dichas bacterias dentro de células inmunes circulando por la sangreplaca aterosclerótica, la placenta y tumores intestinales, entre otros.
La bacteria asociada a periodontitis mejor estudiada se llama Porphyromonas gingivalis y se han encontrado varios mecanismos que explican cómo puede contribuir a la inflamación destructiva de las encías y enfermedades sistémicas. A veces se encuentra en cantidades bajas en personas sanas, pero es común en bolsas periodontales de personas con periodontitis.
Hace poco, un grupo de investigadores estudió cerebros de personas fallecidas con la enfermedad de Alzheimer. Encontraron ADN de Porphyromonas gingivalis y enzimas llamadas Gingipaínas, que degradan proteínas humanas. Además, la cantidad de estas enzimas estaba correlacionada con la gravedad de la enfermedad. 
Los investigadores suministraron altas cantidades de esta bacteria a ratones y el patógeno logró colonizar el cerebro. Los animales desarrollaron síntomas relacionados con el alzhéimer, pero los que recibieron un tratamiento contra las Gingipaínas, con un inhibidor desarrollado por los autores del estudio, salían mejor parados. 
Una conclusión fue que Porphyromonas gingivalis podría llegar al cerebro y, a lo largo de los años, contribuir al desarrollo de alzhéimer.
El cuerpo humano en estado de salud tiene una relación de beneficio mutuo con la microbiota humana, incluida la microbiota oral. Por higiene inadecuada o una dieta poco sana, las bacterias orales pueden causar complicaciones en la boca y el resto del cuerpo. El American Dental Association recomiendacepillarse los dientes dos veces al día con pasta de dientes con flúor (1,000 - 1,500 ppm), limpiar entre los dientes diariamente y visitar regularmente al dentista. No se deberían dejar las enfermedades orales sin tratar. 
Respecto a esto, en los estados de EE. UU. donde se reembolsan tratamientos bucales, los seguros gastan menos dinero en diabetes, derrames cerebrales y ataques cardíacos.
Hay que tener en cuenta que otros factores, como fumar(también cigarrillos electrónicos) y la susceptibilidad genética, también aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades orales y sistémicas. 
Aun así, una buena higiene oral es la clave para prevenir enfermedades orales. Aparte de mostrar una mejor sonrisa, es importante para mantener una buena salud en todo el cuerpo.

evidencias de presencia humana en Atapuerca de hace 600.000 años

Los restos encontrados en el nivel TD8 de la Gran Dolina han permitido documentar por primera vez presencia humana en laSierra de Atapuerca en una franja temporal entre 500.000 y 600.000 años de la que no se tenía evidencia hasta ahora lo que constata la ocupación ininterrumpida en Atapuerca a lo largo de 1,2 millones de años.
La aparición de dos utensilios de cuarcita -una lasca y un canto tallado- han sido clave para comprender la secuencia de esa presencia humana continua del Yacimiento de la Gran Dolina, según han explicado este jueves en el balance del periodo de excavaciones los tres codirectores, Eudald Carbonell, Juan Luis Arsuaga y José María Bermúdez.
Con este hallazgo, se puede afirmar que ha sido una campaña clave para la comprensión de la secuencia de ocupación humana de ese yacimiento pues se han aportado datos sobre una fase relativamente desconocida en toda Europa occidental, y con un innegable interés científico, ya que la falta de otros yacimientos en Europa de similares características no permiten comparar los restos hallados con otros.

Todos los años desde 1983 se ha encontrado al menos un resto humano


Se trata de la situada entre las intensas ocupaciones documentadas en la Unidad TD6 (900.000 años de antigüedad) y las que se corresponden con el gran impacto registrado en la sierra de Atapuerca en momentos ya del Achelense (representada en el yacimiento por la Unidad TD10, a partir de hace unos 450.000 años).
Por otra parte, en la Sima de los Huesos, pese a la baja intensidad de trabajo que ha habido debido al parón por la pandemia del coronavirus, se ha encontrado un fragmento de un occipital que apunta a que ser el cráneo 10, datado en más de 400.000 años de antigüedad.
Desde la coordinación del Yacimiento han informado que todos los años desde 1983 se ha encontrado al menos un resto humano, por lo que consideran que el hallazgo del occipital ha sido importante debido al poco tiempo que ha habido para trabajar.
En cuanto a la Galería de las Estatuas, la gran novedad de este año es la excavación de la boca de entrada que se cerró hace más de 50.000 años.
Juan Luis Arsuaga ha destacado que en Cueva Mayor se quiere mantener la magia de una zona no tan humanizada y por eso las excavaciones que se han realizado tienen menos impacto.

Atapuerca, punto de conexión entre múltiples actores


Allí se ha encontrado una mandíbula de puercoespín, un animal relativamente escaso en el registro del Pleistoceno final, habiendo sido localizado en menos de 10 yacimientos de toda la Península Ibérica.
“Están como cuando habitaban los neardentales”, ha insistido Arsuaga, destacando los dos ambientes que pueden encontrarse en Atapuerca, uno más humanizado y otro correspondiente a la parte de la Sierra que no ha tenido prácticamente incidencia y donde destaca la naturaleza.
En Cueva Fantasma se han seguido sacando fósiles de todo tipo aunque aún falta disponer de una secuencia diacrónica que permita datar a que época pertenecen.
En el nivel 26 se ha encontrado una amplia concentración de elementos arquepaleontológicos de equidos, zorros y conejos así como industrias de tecnología musteriense que evidencia también presencia humana por parte de los neardentales.
Por su parte, el consejero de Cultura de Castilla y León, Javier Ortega, ha explicado que la Junta lleva invertidos más de siete millones de euros en la protección y difusión de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca.
El consejero ha destacado que Atapuerca es un punto de conexión entre múltiples actores, un ejemplo de colaboración entre las administraciones estatal, regional, y también las locales, fundaciones, universidades diversas, investigadores, voluntarios y el público en general.
Hallan evidencias de presencia humana en Atapuerca de hace 600.000 años
El consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega y los codirectores de los yacimientos de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, han presentado el balance de la campaña de excavaciones 2020 (Santi Otero / EFE)

El misterio de las exolunas

En el Sistema Solar existen alrededor de 173 lunas. No es un número exacto porque con algunas no hay consenso sobre si son o no lunas. Planetas como Júpiter o Saturno tienen más de 50 lunas. Todos los planetas del Sistema Solar menos Mercurio y Venus (por estar demasiado cerca del Sol) tienen alguna. Por eso el misterio de las exolunas desconcierta a los astrónomos.
Una exoluna es una luna fuera del Sistema Solar, de la misma forma que un exoplaneta es un planeta fuera del Sistema Solar. Es decir, que orbita alrededor de una estrella que no es el Sol. Conocemos cientos de exoplanetas, pero ninguna exoluna. ¿Cómo es posible? Si en el Sistema Solar hay tantas lunas, lo lógico es que algunos exoplanetas posean también exolunas. Pero de momento no las hemos descubierto.
En 2018, la NASA anunció que el telescopio Hubble había descubierto una exoluna. A 8.000 años luz de la Tierra, en la Constelación del Cisne, existe un exoplaneta llamado Kepler-1625b. Alrededor de él orbita una supuesta exoluna con un tamaño 4 veces más grande que la Tierra. Pero los astrónomos tienen pocos datos y no pueden confirmar si es o no una exoluna.
Se confirme o no sigue siendo un número excepcionalmente bajo, en proporción al número de lunas que hay en el Sistema Solar. ¿Por qué conocemos tan pocas exolunas?
La respuesta más obvia es que, sencillamente, aún no las hemos descubierto. Nuestros instrumentos de observación no son lo suficiente potentes para verlas.
Hay que tener en cuenta que el primer exoplaneta confirmado se descubrió en 1992 (aunque por indicios se sabía que existían desde mucho antes), y en los últimos 30 años ya hemos descubierto varios cientos. No solo tenemos telescopios cada vez más potentes, sino nuevos métodos de detección. Por ejemplo muchos de ellos se han descubierto porque ocultan parcialmente la luz de la estrella que orbitan, cuando pasan frente al telescopio. Es un tipo de medición que hace unos años no se podía hacer.
Por esa razón el descubrimiento de exolunas es solo cuestión de tiempo. Incluso no se descarta el descubrimiento de lunas solitarias, que hayan abandonado la órbita de un planeta. Es lo que se conoce como ploonets, o plunetas.
Aún son muchos los misterios del universo que se nos resisten. Pero el de las exolunas será uno de los primeros que resolvamos.

Sí, sí y sí. 10 pruebas y datos que demuestran que el hombre SÍ llegó a la Luna

El 20 de julio de 1969 el ser humano puso pie por primera vez en la Luna y a partir de ahí; bulos, conspiraciones...
Es probable que hayas leído mensajes que intentan poner en duda que el hombre pisara la Luna, así que desde Maldita Ciencia vamos a intentar dar claves de por qué SÍ, sin dudas y con hechos, el hombre llegó a la Luna por primera vez con la misión Apolo 11 y desde entonces hemos vuelto varias veces.

1. El reflector

Todo el mundo tiene en mente la bandera de EE.UU. o las huellas humanas sobre la Luna, pero los astronautas del Apolo 11 también dejaron una de las pruebas más contundentes del alunizaje: "la matriz retrorreflectora de medición láser lunar".
Es un panel de unos 60 cm de ancho recubierto por 100 espejos apuntando a la Tierra. Buzz Aldrin y Neil Armstrong la colocaron en un ángulo determinado y cincuenta* años después, es el único experimento científico del Apolo que aún funciona y se puede comprobar. Se puede lanzar un rayo láser desde un telescopio y contar el tiempo que tarda en regresar a la fuente para calcular la distancia entre la Tierra y la Luna.
*Actualización: por error, en una primera versión de este artículo hablábamos de "treinta y cinco años después", cuando hace ya cincuenta años de ese primer alunizaje.

2. Tanta gente no puede mantener un secreto durante tanto tiempo

"El engaño" de la no llegada a la Luna se tenía que haber revelado en 3 años y 8 meses, según el modelo matemático de David Robert Grimes, físico de la Universidad de Oxford, que calcula cuánto tiempo se puede guardar un secreto a partir del número de personas que lo conocen. La teoría de que no hemos llegado a la Luna necesitaría al menos el silencio de los 411.000 empleados de la NASA que trabajaban allí a mediados de los 60 y usando su ecuación, Grimes calcula que el "engaño" podría durar como mucho 3 años y 8 meses.

3. Las rocas lunares

Los astronautas del Apolo 11 volvieron a la Tierra con rocas. Un montón. Unos 22 kilos en esta misión, 382 kilogramos de rocas en las distintas misiones tripuladas.
¿Las rocas no pudieron ser recogidas en la Tierra? Pues no, de hecho, debido a su antigüedad: la roca lunar más reciente es más antigua que la roca terrestre más antigua que hayamos encontrado jamás.

4. Los rastros de huellas

Algunas fotos hechas a la superficie lunar antes y después de la llegada de la misión Apolo 12 a la Luna, la segunda que alunizó, muestran los caminos de huellas que dejaron los astronautas sobre la superficie al desplazarse desde el módulo lunar Intrepid, que aterrizó en el borde del cráter Surveyor, y la sonda Surveyor 3, que tocó suelo en el interior del cráter.
Aunque son sutiles, en esta foto tomada en 2013 se aprecian esas líneas sinuosas que unen ambos puntos, además de diferenciarse claramente el módulo y la sonda de la misión. Fueron tomadas por la Lunar Reconnaissance Orbiter Camera.
De esta y otras fotos parecidas tomadas tras las siguientes misiones Apolo habla el astrofísico Daniel Marín en su blog Eureka.
La sonda Surveyor 3 en el fondo del cráter Surveyor con el módulo Intrepid al fondo, en lo alto del cráter.

5. Los puntos de aterrizaje

Igual que se ha visto en fotografías posteriores el punto de aterrizaje de la Apolo 12, siguen siendo visibles los puntos de aterrizaje otras misiones Apolo.
Aquí, por ejemplo, la del Apolo 11: 
Punto de aterrizaje de la Apolo 11, la primera misión que alunizó
LM es el módulo lunar, el PSEP es el Passive Seismic Experiment Package, uno de los experimentos que la misión iba a realizar en la Luna, el LRRR es el Laser Ranging Retro-Reflector, del que hemos hablado antes, y entre todos esos puntos se pueden ver las huellas de los paseos que dieron los astronautas de la misión.
En la siguiente foto aparece el punto de aterrizaje de la misión Apolo 14:
El punto de aterrizaje de la Apolo 14
La del Apolo 15:
El punto de aterrizaje de la Apolo 15
Y, por último, la zona de aterrizaje de la misión Apolo 17:
Punto de aterrizaje de la Apolo 17

6. La bandera

Una de los argumentos en contra de la llegada a la Luna en 1969 es que la bandera estadounidense ondeaba pese a que no hay viento en nuestro satélite al no tener atmósfera.
La realidad es que la bandera no ondea sino que está sujeta por una varilla en la parte superior. De esta forma se mantiene erguida. El movimiento que se aprecia en los vídeos es fruto del acto de plantar la bandera por los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin.

7. Las estrellas

La ausencia de estrellas en los fotos y vídeos de las misiones lunares es otra clave para los negacionistas de la llegada a la Luna. La explicación es simple y lo podemos comprobar todos con nuestro smartphone. La ligera luz de las estrellas no queda reflejada en las fotos salvo que haya una larga exposición. En las fotos del espacio tomadas hoy en día desde el propio espacio no se pueden ver estrellas... salvo que mantengas el obturador abierto durante varios segundos. Así en la Tierra como en el espacio, así en 1969 como en 2018.

8. La Unión Soviética

De este punto os puede hablar el experto en astronomía Alex Riveiro en este genial hilo.
En un contexto de encarnizada carrera especial entre la Unión Soviética y Estados Unidos, en el que el país soviético llevaba la delantera con el primer satélite, el primer astronauta y la primera nave que llegó a la Luna, muchos expertos creen que si Estados Unidos hubiese fingido llevar dos personas al satélite la potencia rival lo hubiese denunciado públicamente como un fraude. No fue así y la misión Apolo 11 supuso la victoria definitiva de Estados Unidos frente a su rival soviético en el ámbito espacial.

9. No solo hemos ido una vez

Aunque Armstrong y Aldrin fueron los primeros en llegar, no fueron los últimos. Las misiones Apolo 12, 14, 15, 16 y 17 supusieron otros cinco paseos lunares entre 1969 y 1972. En total, 12 astronautas, todos estadounidenses, han estado en la Luna.

10. La basura espacial

Todas las misiones Apolo, así como las misiones no tripuladas, han dejado restos en la superficie lunar que desde satélites se pueden observar hoy en día.

Bola extra: El experimento de Galileo

La pluma y el martillo. Galileo Galilei hipotetizó que si dos cuerpos caían desde la misma altura, sin la fricción del aire, bajarían a la misma velocidad y golpearían el suelo a la vez sin importar su peso ni su tamaño. El Apolo 15 hizo realidad este experimento en un entorno sin aire como es la Luna. En este histórico vídeo podemos ver como un martillo de geólogo de 1,32 kilogramos y una pluma de unos 30 gramos caen a la misma velocidadconfirmando siglos después la teoría de Galileo.