miércoles, 3 de octubre de 2018

Un nuevo dinosaurio gigante del Jurásico en Sudáfrica

En la provincia de Free State de Sudáfrica han hallado un nuevo espécimen de dinosaurio denominado Ledumahadi mafube. Se trata de un pariente cercano del afamado brontosaurio, que caminó a cuatro patas, anticipando el estilo de locomoción perfeccionado por este. Su nombre proviene de uno de los 11 idiomas oficiales de Sudáfrica, el sesotho. Significa ‘trueno gigante al amanecer’.
Este dinosaurio, que se alimentaba de plantas, se remonta mucho más atrás que sus parientes en el pasado prehistórico del primer Jurásico. "Nos muestra que incluso hace 200 millones de años, estos animales ya se habían convertido en los vertebrados más grandes que alguna vez caminaron sobre la Tierra", dice Jonah Choiniere de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, Sudáfrica, institución que lidera la investigación, publicada en la revista Current Biology.
Choiniere explica que vio por primera vez el espécimen después de que su estudiante y primer autor del trabajo, Blair McPhee, le mostrase los huesos en 2012, poco después de que Choiniere se mudara a Sudáfrica.
"¡Blair me dijo lo importante que creía que era y hasta me mostró que algunos de sus huesos sobresalían aún de las rocas en el campo!", recuerda. Juntos, ellos y un equipo de científicos comenzaron a excavar el esqueleto durante un período de años.
El doble que un gran elefante africano
Era obvio que Ledumahadi era bastante grande. Los investigadores estiman que era el animal terrestre de mayor tamaño que existía en la Tierra cuando vivía. El espécimen descubierto representaba un adulto de unos 14 años de edad. Lo más probable es que pesara alrededor de 12 toneladas y que tuviera una altura de 4 metros desde la cadera.
Wits University
"Su nombre refleja el gran tamaño del animal, así como el hecho de que su linaje apareció en los orígenes de los dinosaurios saurópodos. Honra la herencia reciente y antigua del sur de África", apunta Choiniere.
"Lo primero que me llamó la atención de este animal es la increíble robustez de los huesos de las extremidades", dice McPhee. "Era de un tamaño similar al de los gigantescos dinosaurios saurópodos, pero mientras que las extremidades de esos animales son bastante esbeltos, los de Ledumahadi son increíblemente gruesos. Para mí, esto indicaba que el camino hacia el gigantismo en los sauropodomorfos no era nada sencillo, y que la forma en que estos animales resolvieron problemas habituales de la vida, como comer y moverse, fue mucho más dinámica dentro del grupo de lo que se pensaba anteriormente", añade.
La evolución cuadrúpeda de los dinosaurios
Conocer la biología de estos animales extintos es extremadamente difícil. Para determinar, si caminó a dos patas, como sus antepasados, o cuatro, los investigadores tuvieron que desarrollar un método que usa las medidas de los animales actuales. El método consistió en calcular el grosor de las extremidades de Ledumahadi para inferir su peso y la cantidad de extremidades que ese peso tenía que haber soportado.
El equipo también demostró que muchos parientes anteriores a los saurópodos se ponían a cuatro patas y que esta postura corporal evolucionó más de una vez. Además, apareció antes de lo que los científicos pensaban.
"Muchos dinosaurios gigantes caminaron sobre cuatro patas pero tuvieron ancestros que lo hacían sobre dos. Los científicos quieren saber más sobre ese cambio evolutivo, pero sorprendentemente, a nadie se le ocurrió un método simple para contar cómo caminaba cada dinosaurio, hasta ahora", asegura Roger Benson, de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Al analizar el tejido óseo del fósil, Jennifer Botha-Brink, del Museo Nacional Sudafricano en Bloemfontein estableció la edad del animal: "Podemos observar a través de su microestructura ósea fosilizada que el animal creció rápidamente hasta la edad adulta. Los anillos de crecimiento depositados anualmente en la periferia muestran que la tasa de crecimiento había disminuido sustancialmente en el momento de su muerte". Esto indica que el animal había llegado a la época adulta.
Una especie en época de transición
Con el estudio de los tejidos óseos se demostró también que Ledumahadi representa una etapa de transición entre estos dos grupos principales de dinosaurios. "La evolución de los saurópodos no es tan sencilla como pensábamos. De hecho, parece que los sauropodomorfos evolucionaron posturas de cuatro patas al menos dos veces antes de que pudieran caminar con las extremidades erectas, lo que indudablemente los ayudó a ser tan exitosos en un sentido evolutivo", declara Choiniere.
En términos más generales, los resultados muestran que millones de años antes de que el tiranosaurio o el velociraptor aparecieran en el hemisferio norte, "había un próspero ecosistema de dinosaurios aquí en Sudáfrica, en el fondo del mundo, con gigantes de 12 toneladas como Ledumahadi, diminutos carnívoros como el Megapnosaurus, los primeros mamíferos, algunas de las primeras tortugas y muchos otros”, concluye.

Las 9 reglas del pensamiento escéptico según Carl Sagan

Mantener un pensamiento escéptico no es tarea fácil. De hecho, en general, resulta tan antinatural y contraintuitivo que recuerda al mito de Sísifo: a la que nos descuidamos, tenemos que volver a empezar. Sin embargo, afortunadamente, existen algunas normas que podemos seguir cuando se nos estropee la brújula.
Además, son normas establecidas por Carl Sagan, uno de los mejores divulgadores de ciancia, amén de un escéptico recalcitrante. Si no habéis leído El mundo y los demonios (1995), ya estáis tardando. 

7 normas

Precisamente de su libro anteriormente mencionado, The Demon-Haunted World: Science as a Candle in the Dark (1995), una defensa de la ciencia sobre la irracionalidad, estas nueve reglas de pensamiento escéptico:
  1. Confirmar la realidad (independiente de los hechos).
  2. Fomentar el debate sobre la evidencia de los proponentes desde todos los puntos de vista.
  3. No confundas a los expertos y la autoridad. ("En la ciencia no hay autoridades, a lo sumo, hay expertos").
  4. Reconozce que siempre hay más de una hipótesis.
  5. No te aferres a una hipótesis porque es tuya.
  6. Añadir una cantidad numérica es clave para discriminar hipótesis.
  7. En una cadena de discusión, todos los enlaces deben funcionar, no solo la mayoría de ellos.
  8. El más simple es generalmente el más probable.
  9. Las propuestas que no se pueden demostrar que son falsas no tienen mucho valor científico.
Sergio Parra