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lunes, 18 de julio de 2022

Descubren fósiles de 500 millones de años con tres ojos y cerebros visibles

 


Imagen para el artículo titulado Descubren fósiles de 500 millones de años con tres ojos y cerebros visibles
Imagen: Sabrina Chapelli Royal Ontario Museum

Los investigadores del Museo Real de Ontario (ROM) en Toronto han anunciado el descubrimiento de fósiles pertenecientes a un extraño depredador de 3 ojos cuyo cerebro se ha conservado durante 506 millones de años dentro de un fósil.

La ubicación: Burgess Shale, una formación en las Montañas Rocosas canadienses de la Columbia Británica, dentro de los Parques Nacionales Yoho y Kootenay. Según el estudio publicado en Current Biology por Joseph Moysiuk, autor principal de la investigación, lo que encontraron fue un depredador marino denominado Stanleycaris hirpex, una criatura de 20 cm de largo.

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Imagen: Sabrina Chapelli Royal Ontario Museum

Las criaturas tenían dientes en forma de sierra, garras, un cuerpo segmentado con aletas a lo largo de sus costados y ojos saltones. Cuentan los paleontólogos que habría sido un depredador voraz para las criaturas más pequeñas del fondo del mar, y que pertenecía a un grupo extinto de artrópodos.

Más datos. Los fósiles mostraron que Stanleycaris tenía tres ojos, dos sobresaliendo de tallos y uno gigante en el centro de la cabeza. El ojo adicional, aunque impactante, no es nuevo. Muchos de los artrópodos modernos tienen múltiples ojos, como las arañas, que tienen ocho ojos, u otras criaturas que tienen cuatro o seis ojos.

500-million-year-old fossilized brains of Stanleycaris prompt a rethink of the evolution of insects

Lo que sí ofrecía eran pistas. Una línea de tiempo evolutiva de cómo el cuerpo de los artrópodos se ha convertido en lo que son ahora. El par principal de ojos que tenían los Stanleycaris les habrá ayudado a formar imágenes de su paradero. Mientras que los ojos más pequeños habrían sido para ayudar a orientarse. Según cuenta el investigador Jean-Bernard Caron:

Enfatiza que estos animales tenían un aspecto aún más extraño de lo que pensábamos, pero también nos muestra que los primeros artrópodos ya habían desarrollado una variedad de sistemas visuales complejos como muchos de sus parientes modernos.

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Imagen: Sabrina Chapelli Royal Ontario Museum

No solo eso. Los investigadores descubrieron que los fósiles estaban tan bien conservados que el cerebro y los nervios del depredador eran incluso visibles. Según Moysiuk:

Es un gran descubrimiento. Lo que hace que este hallazgo sea tan notable es que tenemos docenas de especímenes que muestran los restos del cerebro y otros elementos del sistema nervioso, y son increíblemente bien conservados y muestran detalles realmente finos. Los detalles son realmente nítidos y hermosos.

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Imagen: Sabrina Chapelli Royal Ontario Museum

De hecho, 84 de los fósiles mostraban cómo eran el cerebro y los nervios de Stanleycaris. Bajo el microscopio, se podía ver que el cerebro estaba formado por dos segmentos. Alucinante. [Current Biology vía IFLScience]

Regresa el letal virus Hendra

 Las autoridades sanitarias de Queensland (Australia) han notificado que el pasado 8 de julio un caballo del área de Mackay dió positivo en infección por virus Hendra. Es el primer caso en la región desde el año 2017. Como medida preventiva, el animal, que estaba muy enfermo, ha sido sacrificado.

¿Y quién es ese tal virus Hendra (HeV)? Se trata de un virus zoonótico emergente altamente patógeno que afecta a caballos y humanos, aunque también se han producido infecciones experimentales en otros mamíferos como gatos y conejillos de indias. 

El virus Hendra fue descubierto en 1994, tras provocar un brote infeccioso en un establo australiano situado en el suburbio de Hendra, en la ciudad de Brisbane (Queensland). El incidente provocó la muerte de 14 caballos y de su entrenador, un hombre llamado Vic Rail. 

Vic Rail y sus caballos

Victory Robert Rail, apodado Vic Rail, era un entrenador de caballos de carreras. En septiembre de 1994, Rail trasladó dos caballos a sus establos desde un potrero suburbano de Brisbane. Al poco tiempo, los dos animales mostraron síntomas de una enfermedad respiratoria desconocida. Los caballos recibieron tratamiento veterinario temprano, pero su condición empeoró. Es más, otros caballos del establo comenzaron a enfermar. En una semana, catorce caballos habían muerto o habían sido sacrificados por los servicios veterinarios locales. 

Únase y apueste por información basada en la evidencia.

La preocupación creció cuando Vic Rail desarrolló síntomas similares a los que habían presentado sus caballos. Instado por su pareja, Lisa Symons, buscó tratamiento médico. Vic fue ingresado en el hospital del sur de Brisbane. Murió allí una semana después, el 27 de septiembre de 1994. 

Desde entonces, han sido reconocidos más de 60 contagios naturales por virus Hendra en caballos en Australia, lo que ha supuesto la muerte de más de 100 animales. También en este periodo se han confirmado 7 casos en humanos y cuatro muertes.

Otro virus transmitido por murciélagos

El virus Hendra pertenece al género Henipavirus y a la familia Paramyxoviridae. Las especies de murciélagos del género Pteropus, denominados zorros voladores, parecen ser los reservorios naturales del virus. 

Los caballos inicialmente infectados que Rail llevó a su establo probablemente habían olfateado o comido vegetación contaminada con excrementos o saliva de un zorro volador portador del virus Hendra. Todos los casos humanos confirmados hasta la fecha se infectaron después de sufrir exposiciones de alto nivel a fluidos corporales de un caballo infectado, como por ejemplo realizar autopsias en caballos sin usar el equipo de protección personal adecuado o ser rociados extensamente con secreciones respiratorias. 

De momento no hay evidencia de transmisión de humano a humano, de murciélago a humano, de murciélago a perro o de perro a humano.

La infección ocasiona una enfermedad respiratoria aguda y encefalítica grave con inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis endotelial). El virus Hendra tiene una alta tasa de letalidad, que ronda el 90 % en caballos y el 60 % en humanos. Además, causa encefalitis crónica entre los sobrevivientes.


















El virus Hendra se transmite a los caballos por ingesta de frutos, pastos o agua contaminados por secreciones de murciélagos infectados. Raúl Rivas/USALAuthor provided

Trote sin rumbo, uno de los síntomas

En los caballos, el virus Hendra causa síntomas muy diversos que incluyen fiebre, aumento de la frecuencia cardíaca y deterioro rápido con signos respiratorios y/o neurológicos. Con frecuencia los animales exhiben espasmos musculares, incontinencia urinaria, cabeza ladeada, pérdida de visión o desplazamientos sin rumbo. 

Los síntomas en humanos suelen desarrollarse entre 5 y 21 días después del contacto con un caballo infeccioso. Inicialmente incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cabeza y cansancio. Después, las personas afectadas pueden desarrollar meningitis o encefalitis, lo que provoca fuerte dolor de cabeza, fiebre alta, somnolencia y, a veces, convulsiones y coma que derivan en la muerte de las personas afectadas. 

El enfoque One Health

La vacunación es la forma más eficaz de reducir el riesgo de infección por el virus Hendra en los caballos. La eficacia de un inmunógeno llamado HeV-sG condujo al desarrollo y lanzamiento de la vacuna anti-HeV equina (Equivac® HeV), sin virus vivo ni inactivado, comercializada por Zoetis Inc. en Australia en el año 2012

La Autoridad Australiana de Pesticidas y Medicamentos Veterinarios (APVMA) otorgó el registro completo de Equivac® HeV en agosto de 2015. La vacuna contiene formas solubles de glicoproteína G (sG) del virus Hendra, adyuvada con un complejo inmunoestimulante. Es una vacuna segura y eficiente. 

De momento no hay vacunas destinadas a la administración en humano, pero utilizando el mismo inmunógeno se intenta desarrollar vacunas de emergencia eficientes para interrumpir la posible propagación de la enfermedad en personas.

Desde luego, la vacuna contra el virus Hendra para caballos es un magnífico ejemplo de lo que supone el enfoque One Health en el control de las enfermedades humanas. En Australia, establecer una estrategia One Health para el virus Hendra ha dado como resultado una gestión informada más eficiente y eficaz. De hecho, este planteamiento permitió que en octubre de 2021 fueran identificados nuevos genotipos del virus Hendra en zorros voladores australianos

El hallazgo contempla la posibilidad de que, en cualquier momento, surjan nuevos virus, demostrando la importancia de los programas de bioseguridad y vigilancia.