miércoles, 19 de octubre de 2016

Encuentran un nuevo planeta Enano en el sistema Solar más allá de Plutón

Ilustración de Plutón y el Sol vistos desde la superficie de uno de los planetas enanos del Cinturón de Kuiper.
Se llama 2014 UZ224, mide aproximadamente 530 kilómetros de diámetro y tarda 1.100 años terrestres en dar una vuelta completa al Sol. El nuevo objeto descubierto en el Sistema Solar es pequeño, pero cualifica como planeta enano junto a otros objetos del cinturón de Kuiper como Eris Haumea o Makemake.
Vaya por delante que el descubrimiento no tiene nada que ver con el codiciado Planeta X del que tantos indicios hay pero que aún no ha aparecido. Se estima que el Cinturón de Kuiper tiene más de 200 objetos que encajan en la definición de planeta enano, aunque la Unión Astronómica Internacional solo ha aceptado un puñado de ellos bajo esta denominación que también abarca a Plutón.
Lo interesante de 2014 UZ224 es que está relativamente próximo dentro del cinturón (13.700 millones de kilómetros) y la manera en la que se ha descubierto. El hallazgo es obra de un grupo de estudiantes de astronomía de la Universidad de Michigan a cargo del profesor David Gerdes. Durante una visita al Telescopio Victor Blanco en Chile, Gerdes pidió a sus alumnos que trataran de localizar objetos cercanos mediante la cámara de energía oscura del telescopio.hn / The Dark Energy Survey.
La cámara examina el universo en el espectro infrarrojo y forma parte del proyecto Dark Energy Survey que estudia los movimientos de las galaxias lejanas. En otras palabras, no está preparada para estudiar objetos tan cercanos. Sin embargo, el grupo de estudiantes de Michigan aceptó el reto y desarrolló un software que “une los puntos” cuando localiza anomalias oscuras en el área de visión de la cámara. El resultado es 2014 UZ224.
El descubrimiento no solo permitirá conocer más sobre las características del cinturón de Kuiper, sino aumentar las posibilidades de detectar (mediante mediciones indirectas de las órbitas de estos planetas enanos) al famoso Planeta X. La caza sigue. [NPR vía Space]
Carlos Zahumenszky para Girmodo.com

Qué es "Space Brain", el fenómeno que puede hacer fracasar las misiones tripuladas a Marte

AstronautaImage copyrightTHINKSTOCK
¿Cuánto recordarán los astronautas que viajen a Marte? 
Parece una pregunta tonta, pero es una de las mayores preocupaciones de lo expertos. 
Esto se debe a un fenómeno conocido como "Space Brain" y está relacionado con la exposición prolongada a los rayos cósmicos galácticos (GCR, por sus siglas en inglés)
Estos rayos desprenden tanta energía que incluso pueden penetrar el casco de una nave espacial.
Científicos de la Universidad de California en Irvine, EE.UU., descubrieron que la exposición a partículas cargadas de alta energía puede causar daños a largo plazo en el cerebro.
Rayos cósmicosImage copyrightAP
Image captionEstos rayos lo atraviesan todo.
Entre los efectos de este fenómeno están alteraciones cognitivas y demencia.
Hasta ahora se había alertado de los posibles daños de los GCR en el cuerpo, pero se creía que eran de corto plazo.
Sin embargo, en la investigación realizada en ratones, Charles Limoli y su equipo descubrieron que, incluso después de seis meses de exposición, los niveles de inflamación en el cerebro siguen siendo significativos y dañinos para las neuronas.
Y esto afecta el comportamiento, la memoria y el aprendizaje.
"Son malas noticias para los astronautas que se embarquen en un viaje de ida y vuelta a Marte de dos o tres años", comentó Limoli, profesor de radiación y oncología de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en Irvine.

"Extinción del miedo"

Ilustración de estación en MarteImage copyrightTHINKSTOCK
Image captionPara que esta ilustración se haga realidad, hay que solucionar el problema de los rayos cósmicos.
"El ambiente espacial plantea peligros únicos para los astronautas".
Según el experto, otros de los problemas que pueden ocurrir con "Space Brain" es experimentar una disminución del rendimiento, ansiedad, depresión y alteraciones a la hora de tomar decisiones.
"Muchas de estas consecuencias adversas pueden continuar y progresar al lo largo de la vida", advirtió Limoli.
El estudio no termina aquí.
Los expertos también descubrieron que la radiación afecta la "extinción del miedo", el proceso en el cual el cerebro reprime experiencias desagradables y estresantes del pasado (por ejemplo, cuando alguien sufre una caída de un caballo y logra volver a montar y disfrutar de ello).
"El déficit en la extinción del miedo podría hacerlos propensos a la ansiedad", señaló Limoli. 
"Esto podría ser problemático en un viaje de tres años de ida y vuelta a Marte".
Estación Espacial InternacionalImage copyrightTHINKSTOCK
Los rayos cósmicos desprenden mucha energía cuando chocan con el cuerpo humano.
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional están protegidos de este fenómeno porque se encuentran en la magnetósfera de la Tierra, que actúa como un escudo frente a las radiaciones.
Algo que no tendrán quienes se aventuren al vecino Marte. 
Si bien construir naves espaciales con una doble capa protectora puede que no sirva de mucho (nada se resiste a estos rayos), los expertos sugieren desarrollar tratamientos preventivos que protejan el cerebro.
Si lo que dicen los expertos es correcto, es posible que un astronauta que vuelva de Marte tenga dificultades para recordar su experiencia.
BBC Mundo

miércoles, 12 de octubre de 2016

Jugan amb la tensió superficial: bombolles en bombolles



Hem començat els experiments del CLub de Ciències 1617 i ho hem fet amb un experiment que ens ha portat la María Fernández: fer bombolles dins de bombolles aprofitant la tensió superficial del sabó.

K'experiment es força senzill: en una safata hi poses sabó amb aigua (hem utilitzat el que es posa dins de les ampolles de fer bombolles) i amb una palleta bufes fins formar una bombolla gran. Una veda fet això, amb cura bufes una altre tot atravesant la capa de la primera bombolla a poc a poc.

Material utilitzat

Degut a les mol.lècules de sabó i a la forta tenió superficial, aquesta primera bombolla no s'hauria de trencar si vas amb una mica de cura, com tampoc la segona, a menys que bufant, bufant acabis trencant-la per la pressió interna que supera la capa externa.


Aqui es pot veure com queda




 Nacho Padró

¿Somos violentos por naturaleza, o seres pacíficos a los que la civilización corrompe?



Las raíces psicológicas, sociológicas y evolutivas de la violencia interpersonal en los seres humanos todavía se debaten, a pesar de atraer la atención de los intelectuales durante más de dos milenios. En un trabajo publicado esta semana en la revista Nature, los investigadores pensaron que el componente violento de la naturaleza humana podría deducirse de nuestra historia evolutiva en común con los mamíferos. Este fue el punto de partida de un estudio que ha recopilado los datos de más de 4 millones de muertes y cuantificado el nivel de violencia letal en 1024 especies de mamíferos, a partir de 137 familias taxonómicas y en alrededor de 600 poblaciones humanas, que van desde hace 50000 años aproximadamente hasta el presente.
« ¿Son los humanos violentos por naturaleza, como decía Hobbes, o seres pacíficos a los que la civilización corrompe, como sugería Rousseau? Esta cuestión ha cautivado a pensadores y científicos desde tiempos inmemoriales, pero a día de hoy aún no contamos con una respuesta definitiva, aunque probablemente ambos tenían parte de razón», explica José María Gómez, investigador de la Universidad de Granada (UGR) y autor principal de del estudio.
Analizando datos de humanos y otros mamíferos y utilizando instrumentos comparativos filogenéticos, los científicos han determinado que la violencia letal como consecuencia de nuestro pasado evolutivo es en torno al 2%. Según Adela González Megías, investigadora de la UGR y coautora del artículo, su estudio demuestra que la violencia letal en humanos tiene un indudable componente evolutivo que antecede a nuestro propio origen como especie.   
Árbol que muestra el grado de agresión letal entre miembros de la misma especie en 1.024 especies de mamíferos. El nivel de agresión aumenta con la intensidad del color, de amarillo a rojo oscuro. El gris claro indica la ausencia de agresión letal.
Árbol que muestra el grado de agresión letal entre miembros de la misma especie en 1.024 especies de mamíferos. El nivel de agresión aumenta con la intensidad del color, de amarillo a rojo oscuro. El gris claro indica la ausencia de agresión letal.

Sin embargo, el grado de violencia letal ha cambiado a través de la historia humana y puede estar asociado con cambios en la organización socio-política de las poblaciones humanas. Después de revisar la violencia letal en 600 sociedades humanas, desde el Paleolítico hasta la actualidad, concluyeron que no es posible ignorar las influencias culturales sobre este fenómeno en humanos. En las sociedades prehistóricas, este tipo de violencia concuerda con la estimada a partir de nuestra larga historia evolutiva conjunta con otros mamíferos, pero aumenta mucho en las sociedades caciquiles y desciende a niveles muy bajos en sociedades, según explica Miguel Verdú, coautor del artículo.
Pero, aunque la violencia interpersonal es un rasgo característico del ser humano, la cultura y la organización social pueden mitigarla y favorecer la resolución pacífica de nuestros conflictos.
Más información en Nature.