Creando Huellas Dactilares

Nos reunimos la semana pasada para hacer de CSI... y crear nuestras propias huellas dactilares... ¿cómo lo hicimos?:

¿Qué necesitamos?

• Una hoja de papel
• Una hoja de plástico fuerte (por ejemplo, de un forro de un libro o de las que se usan para encuadernar)
• Polvos de talco
• Un lapicero

¿Cómo lo hacemos?

En primer lugar necesitamos tener alguna huella que revelar. Para conseguirlas huntate crema de manos en los dedos y después imprime tu huella sobre un papel o sobre una superficie de plástico.

Para revelarlas, si la superficie es clara o transparente espolvorea el polvo de grafito negro por encima. Si la superficie es oscura, espolvorea unos pocos polvos de talco.

Vuelca los polvos sobrantes con cuidado y golpea con los dedos, con suavidad. el papel o el plástico para que la vibración haga caer el polvo sobrante.

Observa la huella que ha quedado marcada. Puedes utilizar una lupa para verla con más detalle. Puedes, también, probar a buscar huellas en otras superficies.

He aquí dos muestras de lo que nos salió:

Nacho Padró

(Gracias al Rincón de la Ciencia).

Ciencia & Empresa

¿Qué relación existe entre el Nylon de las Medias, el Teflón de las sartenes, la “tela con elastano o spandex” de la ropa, el Corián de los fregaderos, la fibra de Nomex contra los fuegos....?. Todos ellos inventos que nos han ayudado en nuestra vidas y que pertenecen a una misma empresa, fundada en 1802 por el francés Eleuthère Irénée du Pont de Nemours, estamos hablando de la segunda empresa química en ventas del mundo y la primera en patentes..... ¡¡¡casi dos diarias!!!, ni más ni menos que la empresa DuPont.
Hay que destacar su vertiente ética y su compromiso con la sociedad. Como toda empresa química tiene su "lado oscuro", en su historial hay la triste creación de los CFC (clorofluocarbonos) responsables del agujero de ozono que fabricaron hasta 1988, cuando se demostró su daño al medio ambiente, y ellos mismos se pusieron a buscar la solución: crearon los HCFC y HFC, ganando por ello en 2003 la medalla nacional de tecnologia de EEUU.
Durante el 2007 facturaron cerca de 19.000 millones de euros, dan trabajo a 59.000 empleados, de los cuales 1.100 trabajan en su planta de Asturias. Son números bastante impresionantes para una empresa química.
Ahora estan buscando alternativas ecológicas al combustible fósil y a muchas aplicaciones de ellos en la química (Cerenol), ropa que no se arruga y que repele las manchas (Sorona o 1,3-propanediol). Esperemos que sean afortunados en su búsqueda.

Nacho Padró

NOTA: A petición del comentario realizado por Natalia Parra (ver comentarios) he variado la palabra LYCRA®, que quizás es más conocida por todos, por la expresión “tela con elastano o spandex”, que es más correcta al ser el nombre de una marca registrada.

Las Perlas Negras de Tahití.

Llamadas Te ufi o Poe Rava estas preciosas y buscadas perlas se encuentran en los mares del Sur, siendo las mejores las cultivadas en los atolones de Tuamotu y Gambies.
Cultivadas a partir de la Pinctada margaritifera o madreperla de labios negros, estas perlas de color negro natural son el producto de un curioso sistema de defensa del manto. En el momento que detecta que algún trozo de arena o alguna impureza se le coloca en su interior (las cultivadas reciben un núcleo de unos 6 mm), la madreperla exuda una capa a su alrededor formada por aragonito y conquiolina que envuelve a la molestia con un ritmo de 1 mm/año.

¿Y es fácil cultivarlas?, pues bien, para que entendais lo dificil y el precio que tiene, hay que saber que sólo un 5% de las cultivadas acaba teniendo la perla deseada. De cada 100, 25-30 mueren, otras 25-30 rechazan el implante y de las 40 restantes sólo 5 sacan una perla perfecta.
Cuenta la leyenda que la perla tahitiana es un regalo del Dios Oro a la princesa Bora Bora en señal de amor. Por ello se considera un símbolo de la realeza. Y aún así no siempre ha sido tan deseada.
Los japoneses tienen la patente de cultivo desde 1896 a cargo de Kokichi Mikimoto, y que posteriormente fue mejorado por Tatsuhei Mise y Tohicho Niohikava. Pues bien, el impulso vendedor y el hacerlo entrar en el comercio fue gracias a Salvador Assael que tras la II Guerra Mundial, cambió los relojes suizos que necesitaban los japoneses por sus perlas, ya que no tenian dinero y de ahí que empezara un largo imperio perlífero.

Nacho Padró