jueves, 6 de febrero de 2025

¿Qué pasaría si un asteroide de 500 metros de diámetro cayera sobre la Tierra?

 impacto del asteroide bennu en la tierra

Gracias a la misión Osiris-Rex de la NASA conseguimos traer de vuelta a la Tierra cien gramos de material del asteroide Bennu.ARYOS/GETTY IMAGES

En septiembre de 2182, dentro de 157 años, el ya famoso asteroide Bennu podría estar en curso de colisión con la Tierra. Una probabilidad estimada, hay que precisarlo de entrada, en un 0.04%. Aunque, por tanto, no supone una amenaza real, ¿cuáles podrían ser los efectos del impacto de un asteroide como Bennu sobre la Tierra? Hoy intentan responder a esta pregunta un par de científicos de la Universidad Nacional de Pusan, en Corea del Sur, que creen que una colisión con un asteroide de tamaño medio causaría importantes alteraciones en el clima, la atmósfera y la fotosíntesis. Los resultados se publican en Science Advances.

El asteroide Bennu

Recordemos brevemente que Bennu es un asteroide de unos 500 metros, perteneciente a la categoría de los asteroides más antiguos y rico en materiales a base de carbono, que está en el punto de mira desde hace bastante tiempo. Sobre todo desde 2023, cuando la misión Osiris-Rex de la NASA, acrónimo de Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification and Security - Regolith Explorer (Orígenes, interpretación espectral, identificación de recursos y seguridad - Explorador de Regolito) logró devolver a la Tierra cien gramos de material procedente del asteroide. Los análisis posteriores, publicados recientemente en Nature y **Nature Astronomy **revelaron que esas muestras contienen muchos de los aminoácidos que forman las proteínas y las cinco bases nitrogenadas que componen las moléculas de ADN y ARN. También contienen varios minerales que se encuentran en el fondo de lagos evaporados ricos en sodio, lo que sugiere que pudo haber agua líquida en Bennu.

Simulaciones del impacto de un asteroide como Bennu contra la Tierra

Aunque mucho más pequeño que Chicxulub el asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años, Bennu podría tener efectos catastróficos. La posible colisión con asteroides de tamaño medio podría inyectar enormes cantidades de polvo en la atmósfera terrestre, con consecuencias dramáticas para los ecosistemas terrestres ymarinos. "Nuestras simulaciones muestran marcadas alteraciones del clima, la atmósfera y la fotosíntesis en los 3 o 4 años siguientes al impacto", escribieron los autores del estudio, Lan Dai y Axel Timmerman, que usaron la supercomputadora Aleph del Centro IBS de Física del Clima para simular un asteroide de 500 metros en curso de colisión con la Tierra.

El escenario posterior al impacto

Los cálculos mostraron que un impacto de este tipo liberaría entre 100 y 400 millones de toneladas de polvo en la atmósfera del planeta, lo que alteraría la química atmosférica, oscurecería el Sol lo suficiente como para interferir en la fotosíntesis y afectaría gravemente al clima. Según el estudio, se prevé que la temperatura media mundial disminuya 4 grados centígrados y las precipitaciones medias, un 15%. Además del descenso de la temperatura y las precipitaciones, los resultados mostraron una reducción del ozono en un 32%. "La llegada repentina del invierno ofrecería unas condiciones climáticas desfavorables para el crecimiento de las plantas, lo que provocaría una reducción inicial del 20-30% de la fotosíntesis en los ecosistemas terrestres y marinos", explica Dai. Esto probablemente causaría enormes trastornos en la seguridad alimentaria mundial".

Otro estilo de vida

Las simulaciones, sin embargo, mostraron que mientras las plantas terrestres eran sensibles a estos cambios, las algas no solamente se recuperaban con mayor rapidez, recuperándose en pocos meses, sino que crecían hasta volúmenes nunca alcanzados ni siquiera en las condiciones climáticas actuales. Esto, explican los investigadores, se debería a que en el momento del impacto se liberó hierro, un nutriente clave para las algas. "Esto es particularmente cierto para las diatomeas marinas, de las que se alimenta el zooplancton, lo que sugiere una posible forma de mitigar el problema de la seguridad alimentaria", explican los investigadores, que añaden que la humanidad probablemente sobreviviría al impacto de Bennu, pero con estilos de vida radicalmente alterados. "Por término medio, los asteroides de tamaño medio chocan con la Tierra cada 100-200 mil años aproximadamente", concluyó Timmermann. "Esto significa que nuestros primeros antepasados humanos pueden haber experimentado ya algunos de estos eventos de inestabilidad planetaria con impactos potenciales en la evolución humana e incluso en nuestra composición genética".

Artículo originalmente publicado en WIRED ItaliaAdaptado por Mauricio Serfatty Godoy.

Detectada la erupción volcánica más intensa jamás vista en el sistema solar

Un equipo de científicos de la NASAha identificado la erupción volcánica más potente registrada en el sistema solar. El fenómeno tuvo lugar en Ío, una de las lunas de Júpiter, y fue detectado por la sonda espacial Juno durante un sobrevuelo en diciembre de 2024.

Ío es conocida por ser el objeto con mayor actividad volcánica de todo el sistema solar, con más de 400 volcanes activos en su superficie. Sin embargo, esta reciente erupción ha marcado un nuevo récord. La actividad detectada en una región hasta ahora desconocida abarca un área cercana a los 100.000 kilómetros cuadrados.

El equipo responsable de la investigación estima que la energía liberada por la erupción fue seis veces mayor que la producida por cualquiera de todas las centrales eléctricas de la Tierra juntas.

Este evento ha sido descrito como "asombroso" por Scott Bolton, investigador principal de la misión Juno, que ha destacado que el descubrimiento ha superado todas las expectativas.

Cómo se detectó el fenómeno

La erupción fue identificada gracias a los datos obtenidos por Juno durante dos sobrevuelos cercanos a Ío en diciembre de 2023 y febrero de 2024. Sin embargo, la confirmación de su magnitud llegó el 27 de diciembre de 2024, cuando la sonda pasó a 74.400 kilómetros de la superficie de la luna joviana y utilizó su sistema de cartografía infrarroja para analizar la región afectada.

Alessandro Mura, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica en Roma y miembro del equipo de Juno, ha explicado que la radiación infrarroja detectada era tan extrema que llegó a saturar los sensores del instrumento. "Los datos sugieren la existencia de varias fuentes de calor separadas, lo que indica un sistema de cámaras de magma de enormes proporciones bajo la superficie", ha señalado.

Además de las imágenes térmicas, la cámara de luz visible JunoCam capturó fotografías de la zona, permitiendo comparar su aspecto con registros previos. Los análisis revelaron cambios significativos en la coloración de la superficie, un indicio claro de la actividad volcánica y de la presencia de nuevos depósitos de azufre y dióxido de azufre.

La actividad volcánica

El intenso vulcanismo de Ío se debe a su interacción gravitacional con Júpiter. La atracción ejercida por La Tierra genera fuerzas de marea que calientan el interior de la luna, provocando erupciones constantes de lava. Estas expulsiones moldean la superficie de Ío y afectan a su atmósfera, compuesta en gran parte por gases volcánicos.

A lo largo de los años, se han registrado numerosas erupciones en Ío, pero ninguna con la intensidad de la que se ha producido ahora.

La misión Juno continuará monitoreando esta región en futuros sobrevuelos. El próximo acercamiento está programado para el 3 de marzo de 2025, y los científicos esperan obtener nuevos datos que ayuden a comprender mejor la dinámica volcánica de Ío.

"Aunque cada sobrevuelo proporcionó datos sobre la luna que superaron nuestras expectativas, los datos de este último sobrevuelo, y más distante, realmente nos dejaron atónitos. Este es el evento volcánico más poderoso jamás registrado en el mundo más volcánico de nuestro sistema solar, así que eso realmente dice algo", ha señalado el investigador Scott Bolton. La información recopilada podría ayudar a comprender mejor procesos similares en exolunas y planetas rocosos más allá de nuestro sistema. 


Se detecta la erupción volcánica más intensa jamás vista en el sistema solar

Se detecta la erupción volcánica más intensa jamás vista en el sistema solarEuropaPress

jueves, 9 de enero de 2025

Encuentran un mapa 3D en el interior de una cueva que fue dibujado... en la Edad de Piedra

 

Un equipo de investigadores ha descubierto lo que podría ser el mapa tridimensional más antiguo conocido en la cueva Ségognole 3, situada al sur de París. Este hallazgo, fechado hace aproximadamente 20.000 años, muestra una representación abstracta del paisaje del valle adyacente, evidenciando las habilidades cognitivas y artísticas de los humanos del Paleolítico Superior

El relieve, tallado en el suelo de la cueva, incluye canales, depresiones y montículos que se asemejan a ríos, deltas y colinas. Los expertos han identificado que las características grabadas en la piedra podrían corresponder con elementos geográficos del entorno, aunque no se trata de una réplica exacta. Según los científicos Médard Thiry y Anthony Milnes, estas estructuras habrían sido diseñadas con un propósito funcional, probablemente vinculado al flujo de agua en la cueva. 

La cueva Ségognole 3 pertenece a un complejo de arenisca que alberga más de 2.000 grabados de la Edad de Piedra, pero este descubrimiento destaca por su singularidad. Los canales tallados en el suelo habrían cobrado vida durante las lluvias, simulando el recorrido de los ríos y humedales cercanos. Este efecto habría contribuido a una representación dinámica del entorno natural. 

Una ventana al pensamiento prehistórico

Los investigadores consideran que este mapa tridimensional pudo tener múltiples funciones. Por ejemplo, podría haberse utilizado como herramienta para la caza, como medio de enseñanza o incluso en ritualesrelacionados con el agua. Estas hipótesis refuerzan la idea de que los humanos del Paleolítico Superior poseían una capacidad avanzada para conceptualizar y representar su entorno. 

placeholderUna imagen del mapa tridimensional de la cueva (Médard Thiry)
Una imagen del mapa tridimensional de la cueva (Médard Thiry) 

Este relieve aporta nuevas perspectivas sobre la evolución del pensamiento abstracto en las primeras etapas de la humanidad. La precisión con la que los antiguos habitantes representaron las características del paisaje subraya su ingenio y capacidad técnica. Los canales, depresiones y montículos tallados en la roca no solo reflejan habilidades artísticas, sino también un profundo conocimiento del medio natural.

Topo marsupial: El ADN revela la evolución del mamífero más enigmático y críptico de Australia

 El topo marsupial, una criatura tan enigmática como fascinante, se desliza bajo las arenas de los remotos desiertos australianoscomo si nadara en un océano de polvo. Este mamífero, casi ciego y perfectamente adaptado a la vida subterránea, parece haber sufrido una drástica disminución en su población hace aproximadamente 70.000 años, probablemente debido a cambios climáticos que alteraron su hábitat.

Un reciente análisis, publicado este 1 de enero en la revista Science Advances, ofrece nuevas pistas sobre la historia evolutiva y las adaptaciones únicas de esta especie. Al estudiar su ADN, los investigadores han descubierto que el topo marsupial está más estrechamente relacionado con bandicoots y bilbies, a pesar de su sorprendente similitud física con los topos placentarios, resultado de una notable convergencia evolutiva – un fenómeno en el que organismos de diferentes linajes evolutivos desarrollan características similares debido a que enfrentan condiciones ambientales o desafíos funcionales parecidos, aunque no comparten un ancestro común reciente que posea esos rasgos.


Embalse de Gold Creek en Australia
La lista de especies nacionales sigue ampliándose, prueba de que la biodiversidad del continente es realmente extraordinaria.

El estudio también identificó adaptaciones genéticas que explican su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas, como la pérdida progresiva de la función ocular —una adaptación a su vida bajo tierra— y ajustes para tolerar entornos con bajo oxígeno. Estos hallazgos no solo arrojan luz sobre la evolución de este escurridizo mamífero, sino que también resaltan los impactos históricos del clima y las presiones ambientales en su supervivencia.

“Nuestros hallazgos revelan una marcada disminución en el tamaño efectivo de la población de topos marsupiales, probablemente anterior a la llegada de los humanos a las regiones cercanas a su distribución, y posiblemente vinculada a períodos de cambio climático. El análisis de la pérdida de función ocular muestra un orden estructurado en la pérdida de función genética, comenzando por el cristalino, seguido de las células cono y, finalmente, las células bastón. Por último, identificamos cambios genéticos que sugieren una adaptación a entornos pobres en oxígeno y la evolución de testículos parcialmente descendidos”, dice el estudio de Science Advances.

Los topos marsupiales son quizás los mamíferos más extraños de Australia. Conocidos como "itjaritjari" por el pueblo indígena Aṉangu, estos topos marsupiales viven en los desiertos profundos de Australia y se abren camino no cavando túneles permanentes sino "nadando" a través de arenas sueltas utilizando extremidades delanteras especializadas. Este estilo de vida es tan vital para su existencia que han tenido que adaptarse de manera notable.

Son casi ciegos, con sólo ojos vestigiales debajo de la piel de su cara y carecen de escroto, manteniendo sus testículos en el abdomen. Al igual que los canguros, los topos marsupiales tienen una bolsa, aunque está al revés, presumiblemente para que la arena no se acumule en ella mientras el topo nada hacia adelante a través de la arena.

Incluso respirar es un desafío bajo tierra, por lo que los topos marsupiales también han tenido que evolucionar para sobrevivir en condiciones de poco oxígeno. Increíblemente, muchas de estas adaptaciones son compartidas con los topos "verdaderos" encontrados en África, Eurasia y América del Norte, lo que representa un ejemplo sorprendente de evolución convergente.


Representación gráfica de tres mini manos robóticas de ADN que envuelven a Sars-Cov-2.
A partir de una 'pieza de origami' de ADN, científicos de EE UU diseñaron NanoGripper, una mini mano robótica de cuatro dedos capaz de detectar el Sars-Cov-2, con una sensibilidad comparable a la de la prueba PCR.

Al extraer ADN de una muestra de tejido, el equipo de investigadores, mapeó casi todas las "letras" químicas que registran su pasado evolutivo y establecen instrucciones para producir sus rasgos más distintivos. Los científicos utilizaron luego este genoma para comparar los genes del topo marsupial con los de sus parientes lejanos que viven sobre la superficie.

"Al examinar los genes oculares compartidos por todos los mamíferos, demostramos que la degeneración de los ojos del topo marsupial se producía en etapas: primero desaparecían los genes importantes para el cristalino, seguidos por los "bastones y conos", las células sensibles a la luz que se encuentran en la retina. También demostramos que los topos marsupiales tienen un gen extra para la hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno por todo el cuerpo en los glóbulos rojos y que un gen clave en la descendencia testicular, RXFP2, está "roto" en esta especie, lo que nos da una explicación para sus testículos internos", explican los investigaodres de la Universidad de Melbourne.

Debido a sus rasgos extraños y a la falta de evidencia sólida de ADN, las relaciones del topo marsupial con otros marsupiales han sido extremadamente difíciles de determinar. Otros investigadores de la Universidad de Münster emplearon un enfoque innovador para resolver esto: examinar los retrotransposones, a veces llamados "genes saltadores". Estos genes se copian repetidamente en distintas regiones del ADN de forma aleatoria.

Sin embargo, es muy poco probable que un mismo gen salte al azar a la misma región en dos especies diferentes. Esto hace que las inserciones de transposones compartidos sean un indicador muy confiable de ascendencia compartida. Esto significó que pudieron demostrar que los parientes más cercanos de los topos marsupiales resultaron ser los bandicoots y los bilbies de Australia, seguidos por los marsupiales carnívoros como los demonios de Tasmania.

Como parte de esta misma investigación, colaboradores de la Universidad de Münster y La Trobe escanearon el genoma del topo marsupial para aprender más sobre cómo estos procesos han influido en la diversidad genética de esta especie. Descubrieron que era mucho más diverso que hoy. Sin embargo, hace unos 70.000 años la especie entró en un declive largo y lento.

Curiosamente, este declive parece haber comenzado más de 5.000 años antes de la llegada de los humanos a Australia y al menos 30.000 años antes de que se establecieran en regiones cercanas al hábitat del topo marsupial. Los investigadores dicen que su análisis sugiere que la disminución del número de topos no puede atribuirse a la expansión de los pueblos aborígenes.

De hecho, encontraron que esta disminución corresponde a un período de temperaturas más frías y niveles del mar más bajos, lo que implica que los cambios climáticos son la razón. La diversidad genética es vital para la salud de una especie y su capacidad de adaptarse en un mundo cambiante.