La historia de la humanidad es una historia de humillaciones… en cierto sentido. Nuestra lista de triunfos es casi interminable, pero con “humillaciones” no nos referimos a ellas, sino a cómo ha ido cambiando nuestra autoconcepción. La primera fue cosmológica, descubriendo que el Universo no gira a nuestro alrededor; la segunda fue biológica, al aceptar que somos un animal más, producto de una evolución sin dirección alguna. La tercera habría sido descubrir que no estamos tan al volante de nuestra acciones como pensamos debido al famoso inconsciente de Freud, pero sus afirmaciones carecen de rigor científico. Hoy, un artículo publicado en Science se suma a estas humillaciones sugiriendo que ni siquiera nuestro lenguaje es tan especial como creíamos.
Tras estudiar las vocalizaciones de nuestros parientes más cercanos, los bonobos, los investigadores han descubierto que su comunicación presenta una característica que pensábamos propia del lenguaje humano: la generatividad, la capacidad de combinar un conjunto finito de elementos en un número infinito de combinaciones que otros pueden entender. De hecho, han detectado una forma especial de combinar "palabras" por composición no trivial. Esto es: el significado de la combinación es diferente y más complejo que la suma de los significados individuales. Por ejemplo: "bailarín rubio" se refiere a una persona que es tanto rubia como bailarina, es una composición trivial. Sin embargo “bailarín malo” no se refiere a una persona mala que también sea bailarina, sino que "malo" modifica a "bailarín".
Diccionario de morfemas
- Grito: Imperativo rígido que indica “¡Hagámoslo!” y provoca cambios en el comportamiento de los demás.
- Pío: Sugerencia para coordinar actividades sociales, interpretada como “Me gustaría…” sin imponer una respuesta obligatoria.
- Bajo-Ulular: Expresa alta excitación, por ejemplo, durante la construcción de nidos, y se traduce como “Estoy emocionado”.
- Alto-Ulular: Llama la atención de otros, transmitiendo “Presta atención a mí” y puede combinarse para significar mensajes más complejos.
- Gruñido: Señala la actividad en curso del emisor, usado para decir “Mírame” y coordinar actividades cercanas.
- Silbido: Coordina la cohesión espacial del grupo, comunicando “Quedémonos juntos”.
- Pío-Grito: Utilizado para coordinar antes de viajar, significando “¡Únete!” o “Ven con nosotros!”.
Sus combinaciones
- Grito_Gruñido [Composición trivial]: La combinación de Grito (“¡Hagámoslo!”) y Gruñido (“Mírame”) se comporta de forma aditiva, sin generar un significado nuevo; se utiliza para incitar, por ejemplo, a construir un nido nocturno.
- Alto-Ulular_Bajo-Ulular [Composición no trivial]: Fusiona Alto-Ulular (“Presta atención a mí”) con Bajo-Ulular (“Estoy emocionado”) para señalar situaciones de exhibición, ya sea para reclutar atención en contextos de angustia o para detener el comportamiento de exhibición de otro individuo. De hecho, esta es la composición que más se diferencia en significado de sus componentes por separado.
- Pío_Silbido [Composición no trivial]: Une Pío (“Me gustaría…”) y Silbido (“Quedémonos juntos”) en contextos sociales sensibles, por ejemplo, durante copulaciones o exhibiciones, para atraer atención o afirmar rango.
- Pío-Grito_Alto-Ulular [Composición no trivial]: Combina Pío-Grito (“¡Únete!”) con Alto-Ulular (“Presta atención a mí”) para coordinar a otros antes de iniciar un viaje o desplazamiento.
No tan rápido
Sin embargo, como todo estudio, este tiene sus limitaciones. El significado de estos sonidos no tiene una traducción literal y su abstracción es difícil de captar. Por otro lado, es posible que algunos ni siquiera tengan significado, sino que sean sonidos “vacíos” que, simplemente, sean relativamente parecidos a los que sí significan algo. Finalmente, en este estudio no se ha tenido en cuenta la pragmática, un aspecto de la comunicación que puede cambiar el significado de las palabras. Dicho de otro modo: el tono y la actitud con la que decimos algo puede hacer que una misma frase signifique lo opuesto y, en este caso, las emociones de los bonobos pueden estar modificando el significado de algunas combinaciones sin que se esté teniendo en cuenta. Todo ello podría cambiar las conclusiones, pero, en cualquier caso, esta investigación ha supuesto un paso crucial para el estudio de la comunicación en otras especies e, incluso, de nuestros antepasados. Porque, si la generatividad está presente en ellos, posiblemente también lo estaba en nuestro último ancestro común, hace al menos 7 millones de años. Detalles que podría aproximarnos a esa tercera humillación lingüística que llevamos tiempo intuyendo.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Todavía no podemos afirmar que los bonobos tengan un lenguaje, por mucho que nos tiente este estudio. Entre las características que se consideran necesarias para que una forma de comunicación sea un lenguaje está la recursividad, algo que, por ahora, solo hemos visto en lenguajes humanos. Ahora bien, cuando encontremos una forma de comunicación entre animales no humanos que cumpla todos los criterios que hemos establecido… ¿estaremos dispuestos a reconocerla como un lenguaje? ¿O moveremos la diana con nuevas definiciones para seguir sintiéndonos especiales?
REFERENCIAS (MLA):
- Berthet, Mélissa, et al. “Extensive Compositionality in the Vocal System of Bonobos.” Science, 2025, doi:10.1126/science.adv1170.
