¿Qué es lo que queremos
hacer?
Conseguir un equilibrio entre
tres varillas, con un solo punto de apoyo en cada una
y constituir una base
para colocar cualquier objeto.
Materiales:
Tres vasos de precipitados
Tres varillas o lápices más o
menos iguales
¿Cómo lo haremos?
Colocaremos los tres vasos
(pueden servir tres soportes cualesquiera, de la misma
altura)
formando, aproximadamente, un triángulo equilátero. Apoyaremos cada varilla en un vaso e iremos estructurando los apoyos
de manera que el extremos de la
primera se apoye en la segunda, el de la segunda en la tercera y el de ésta en
la primera.
El resultado obtenido es...
Las tres varillas constituirán
una estructura estable, pese a que ninguna de ellas se
apoya en un segundo punto
firme. Entre ellas quedará dibujado un triángulo sobre
el que se podrá posar
cualquier peso sin problemas de estabilidad
Explicación:
Cada varilla
está sometida a cuatro fuerzas entre las cuales se establece un perfecto equilibrio estático. El valor de cada
fuerza hace, además, que el momento resultante también sea nulo y, de esa forma,
ninguna varilla gire. El peso de cada
varilla es finalmente soportado íntegramente por cada vaso, pese a que
sólo hay un punto de contacto por
cada varilla.
Obviamente
esta estructura es reproducible con más varillas y puntos de apoyo generando, en el centro, polígonos de más lados. Se
consigue un sistema tal que su centro
de gravedad se sitúa por encima de la base de sustentación.
Existen
muchos curiosos equilibrios de objetos cuyo centro de gravedad cumple con esa
condición, el de la Torre de Pisa es el más conocido. Cuando manipulamos cuerpos suspendidos, también podemos conseguir
equilibrios interesantes siempre que
el centro de gravedad y el de suspensión se encuentren en la misma vertical.
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