Quizás la especie más representativa de los dinosaurios sea Tyrannosaurus rex. Pero este gigantesco carnívoro, uno de los últimos representantes de los antepasados de las aves sobre la Tierra antes de su extinción, presentaba hasta la fecha un pasado intrigante, lleno de claroscuros. Un trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) da a conocer el "eslabón perdido" de los tiranosaurios, un hallazgo que explica cómo T. rexse convirtió en el rey de los dinosaurios.
La investigación, liderada por un equipo de la Universidad de Edimburgo, presenta una nueva especie de dinosaurio carnívoro denominada Timurlengia euotica. El ejemplar fósil encontrado en Uzbekistán es miembro del grupo Tyrannosauroidea, en el que está incluido Tyrannosaurus rex y otras especies ancestrales. Como explica a Hipertextual Stephen L. Brusatte, primer autor del estudio, la nueva especie de dinosaurio descubierta es "el primer tiranosaurio del frustrante período de tiempo de unos 20 millones de años del registro fósil durante el Cretácico medio, comprendido entre el tiranosaurio más antiguo y pequeño y el enorme depredador en el que se convirtió T. rex al final del Cretácico".
La intrigante evolución de los tiranosaurios
¿Por qué se habla de frustrante período? En palabras del Dr. Martín D. Ezcurra, investigador de la Sección de Paleontología de Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia" de Buenos Aires, "poco se conoce de la transición evolutiva entre los primeros tyrannosauroideos y las formas de mayor tamaño como Tyrannosaurus rex que habitaron América del Norte, Asia y Europa. Esta falta de conocimiento se debe al pobre registro fósil de dinosaurios durante los inicios del Cretácico tardío (100−80 millones de años atrás), el cual, en contraste, es muy abundante y bien estudiado en la Patagonia argentina". El hallazgo publicado en PNAS, por tanto, muestra un "eslabón perdido" entre los tiranosaurios más antiguos y pequeños hasta las especies más evolucionadas, caracterizadas por su gran tamaño.
Según explica Stephen L. Brusatte, el hallazgo demuestra que "los tiranosaurios se hicieron inteligentes antes de hacerse más grandes"La nueva especie Timurlengia euotica, como aclara Brusatte a este medio, "es todavía pequeña, con unas dimensiones parecidas a las de un caballo, pero presentaba un cerebro avanzado y sentidos similares a los que tenían los colosales depredadores del final del Cretácico". Estos resultados muestran, según el investigador de Edimburgo, que "los tiranosaurios se hicieron inteligentes antes de hacerse más grandes". La evolución que se refleja en los fósiles de Uzbekistán apunta que las grandes dimensiones que caracterizaron al T. rex, por ejemplo, aparecieron de manera más tardía cuando estos dinosaurios se situaron a la cabeza de la cadena alimentaria. En otras palabras, características como la especialización del cerebro y un oído interno desarrollado convirtieron a los tiranosaurios en los "reyes" de los dinosaurios.
Ezcurra señala a Hipertextual que "Timurlengia euotica adiciona una pieza muy importante para entender la evolución de los dinosaurios carnívoros en el hemisferio norte y la transición de los primeros tyrannosauroideos hacia los grandes depredadores de fines del Cretácico representados por Tyrannosaurus rex y sus formas afines". Según Brusatte, se conocían fósiles de tiranosaurios más antiguos, pero se trata de animales más pequeños, con unas dimensiones similares a las del ser humano, por lo que este descubrimiento ofrece una pista muy importante para entender la intrigante historia evolutiva de los tiranosaurios.
Los tiranosaurios fueron los mayores depredadores entre los dinosaurios y, posiblemente, los seres vivos más grandes que jamás hayan pisado la TierraLa importancia del hallazgo de Timurlengia euotica está en que nos permite entender la transformación de estos reducidos dinosaurios hasta convertirse en los enormes y amenazadores depredadores del tipo de Tyrannosaurus rex. Estos últimos eran "ejemplares únicos", como dice Brusatte a Hipertextual. "Fueron los mayores depredadores, en términos de masa corporal, entre los dinosaurios y, posiblemente, los seres vivos más grandes que habitaron sobre la faz de la Tierra", añade.
Estos tiranosaurios presentaban cabezas enormes con huesos robustos e inserciones musculares profundas, explica a este medio. También contaban con cerebros únicos, junto con grandes bulbos olfatorios y oídos internos desarrollados que les proporcionaban un sentido del olfato y del oído muy avanzados. "Timurlengia tiene alguna de estas características pero no todas, es una suerte de tiranosaurio intermedio", sostiene. Y aunque no sabemos por qué este grupo de dinosaurios alcanzó dimensiones de tales proporciones, Brusatte especula sobre la posible competencia con otros animales o la hipótesis de que evolucionaran en el momento en el que se produjo la extinción de dinosaurios tan grandes como ellos.
La tecnología ha jugado además un papel clave para conocer más a este "eslabón perdido" en la historia de los tiranosaurios. "Utilizamos tomografías computerizadas para determinar la bóveda craneal y reconstruir digitalmente el cerebro, los nervios, los vasos sanguíneos y el oído interno", comenta el primer autor del estudio a este medio. "El oído interno de Timurlengia era realmente grande y, especialmente, presentaba una cóclea enorme. El tamaño coclear está relacionado estadísticamente con una mayor capacidad para oír sonidos de frecuencias bajas. Los tiranosaurios, incluyendo a Timurlengia y T. rex, presentaban cócleas más grandes que otros dinosaurios, por lo que tenían un súperpoder auditivo", explica Brusatte.
El uso de tecnología ha permitido reconstruir el cerebro y el oído interno de estos dinosauriosEl científico de Edimburgo, que ha liderado el trabajo junto a investigadores de la Universidad Estatal de San Petersburgo, la Academia Rusa de Ciencias y el Instituto Smithsonian de Estados Unidos, sostiene que en el futuro tratarán de encontrar nuevos restos de este tipo de tiranosaurios. "El problema es que hay muy pocos lugares donde podamos buscar fósiles de dinosaurios del Cretácico medio. Los dinosaurios de este tipo son muy raros porque existen pocas rocas que preserven estos fósiles, pero necesitamos seguir buscándolos", señala a Hipertextual. El hallazgo de este tiranosaurio, que apareció hace noventa millones de años, posibilitará realizar comparaciones entre la evolución de las especies del hemisferio norte y sur. Así podremos, en palabras de Ezcurra, "comprender más globalmente la evolución del grupo de dinosaurios que dejó a las aves como sus únicos descendientes actuales".
Hypertextual.com
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