El Museo de Historia Natural de Nueva York es uno de los centros más icónicos del mundo en lo que respecta a divulgación y comunicación de la ciencia. Entre sus exposiciones, destaca su impresionante colección de animales disecados, siendo uno de los grandes atractivos para los visitantes.
Sin embargo, cada Navidad, esa colección recibe una adición especial: una exhibición de animales hechos de papel. Estas figuras de origami se han convertido en toda una tradición navideña del museo, iniciada por Alice Gray, conocida como la Dama Bicho.
ENTOMÓLOGA AUTODIDACTA
Alice Gray nació el 7 de junio de 1914 en una familia que combinaba la ingeniería y la agricultura: su padre era ingeniero especializado en arreglar radios y su madre provenía de una familia de granjeros. Desde muy pequeña, Alice desarrolló un gran interés por los insectos: recogía diversas especies en el jardín de su casa, las cuales analizaba
Su madre, reconociendo y alentando la pasión de su hija, le permitió quedarse con todos los insectos bajo la condición de que averiguara qué comían antes de la hora de la cena. Fue este acuerdo el que incentivó la pasión de Alice, animándola a estudiar los hábitos de todos los insectos que encontraba.
Cuando tenía 16 años, Alice tenía más que claro que su vida laboral iba a estar ligada a la ciencia. De hecho, aunque inicialmente se inclinaba hacia las matemáticas y prefería la biología sobre la química y la física, el problema que en aquel momento estaba viviendo la población en cuanto a plagas y control de insectos acabó por abrirse paso en su decisión. Determinada a ayudar con esa problemática, Alice escribió al Departamento de Insectos y Arañas del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York en busca de orientación y recibiendo, para su sorpresa, una formación multidisplinaria.
Inclinada por esa mini-educación, Alice Gray se decantó finalmente a estudiar biología y entomología en la Universidad de Cornell, complementando su formación con cursos de ilustración científica, oratoria y escritura creativa. Estas habilidades adicionales fueron las que resultaron de especial valor para su futura carrera como divulgadora. Después de graduarse en Cornell en 1937, comenzó a trabajar en el Museo Americano de Historia Natural, donde permaneció hasta su jubilación.
Alice Gray trabajando con insectos.
INSECTOS E HISTORIA NATURAL
Aunque el papel de Alice en el Museo Americano de Historia Natural era, en un primer momento, relacionado con tareas menores como la limpieza o el mantenimiento de vitrinas, pronto pasó a la ilustración y modelado de réplicas de insectos. Sus habilidades artísticas resultaron ser esenciales para la institución, especialmente cuando fue asignada al departamento de relaciones públicas, donde sus dibujos y sus reproducciones sirvieron de contenido comunicativo de cara al público.
Pero Alice Gray no solo se ganaba a los visitantes del museo, sino que también consiguió una gran fama entre la comunidad. Mantenía un terrario de insectos en su despacho que llevaba a las escuelas para educar a los niños. Además, coleccionaba objetos relacionados con estos animales, lo que la llevó a descubrir su otra gran pasión: el origami.
De hecho, uno de sus proyectos más conocidos fue la creación de maquetas de insectos a gran escala llamadas “modelos de monstruos”. En 1945, explicó su proceso de modelismo en un artículo de Mechanix Illustrated, e incluso apareció en un episodio de The Tonight Show, lo que le valió el apodo de “la Dama Bicho” por su compromiso con la educación entorno a estos animales.
Árbol de Navidad de origami en el Museo de Historia Natural, una tradición que inició Gray
“THE ALICE”
No obstante, el primer contacto de Alice con el origami fue algo completamente accidental a raíz de un libre que encontró cuya portada mostraba una cigarra de papel. Inicialmente, lo consideró un pasatiempo, pero tras días de esfuerzo para crear una libélula de papel, descubrió el potencial artístico y educativo que tenía entre las manos: podía fabricar una infinidad de insectos de papel para usar en sus exposiciones.
Pero la pasión de Alice subió niveles cuando decidió decorar un árbol de Navidad en su casa con figuras de origami. Esto la inspiró a querer replicar la idea en el museo, comenzando con un pequeño árbol en su despacho y, posteriormente, con uno más grande en el Departamento de Entomología.
La iniciativa llamó tanto la atención de los visitantes que el director del museo le pidió que decorara un árbol navideño bajo la gran cúpula de cristal de la entrada principal. A pesar del desafío que representaba ese árbol de más de siete metros, Gray reunió a colegar y familiares para que la ayudasen en la tarea y el éxito fue tal que ese símbolo Navideño se convirtió en toda una tradición.
Su contribución al desarrollo y popularización del origami fue enorme: fundó el Centro de Origami junto a Lillian Oppenheimer, una de las pioneras en Estados Unidos, instalando una oficina de la asociación en el propio museo. Cuando Lillian murió en 1992, el Centro fue renombrado como Origami USA y, actualmente, es la mayor organización de origami del país. Además, Gray también coescribió La Magia de la Papiroflexia en 1977 con Kunihiko Kasahara y fue homenajeada por Michael LaFosee con una mariposa de papiroflexia llamada “The Alice” en 1992.
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