Las estufas que calientan las terrazas de los bares y restaurantes del norte de Europa también contribuyen al calentamiento global por lo que deberían ser prohibidas, según un informe del Parlamento Europeo.
Los defensores del medio ambiente argumentan que estos radiadores no sólo aportan calor a la atmósfera sino que emiten dióxido de carbono, mientras que los propietarios de los establecimientos aseguran que éstos son necesarios para retener a los clientes después de los nuevos reglamentos antitabaco.Este informe busca guiar a la Comisión Europea en lo que son las prioridades parlamentarias. Cualquier prohibición de estos aparatos será combatida fieramente por los dueños de los pubs en el Reino Unido, porque sus negocios sufrieron el año pasado la implantación de la ley antitabaco y ahora se enfrentan a un menor gasto del consumidor y un aumento de los costes.
El informe será debatido por el Parlamento Europeo y será sometido a votación. El director de la organización Amigos de la tierra, Tony Juniper aseguró que "si el Gobierno británico se compromete a reducir las emisiones de dióxido de carbono, debería prepararse para respaldar las propuestas de la Unión Europea para mejorar la eficiencia energética, incluyendo la prohibición de estos aparatos que son emisores de dióxido de carbono".
Dídac Royuela (Dpto. Meteorología)
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