Una de las historias más conocidas sobre la evolución de la vida terrestre habla de un cambio de régimen hace 65 millones de años. Entonces, un gigantesco meteorito cayó sobre lo que hoy es la península de Yucatán, en México, y arrasó el planeta. Aquel cataclismo fue un desastre para los dinosaurios, pero supuso una oportunidad para los mamíferos, asfixiados hasta entonces por la competición de los enormes ancestros de las aves. Este es el relato que los científicos habían construido a partir de los fósiles de mamíferos encontrados antes del impacto. Aquella clase de animales habían aparecido 100 millones de años antes, pero no habían pasado de ser pequeñas criaturas que se alimentaban de insectos, resistiendo a diversificarse. Sin embargo, el descubrimiento de nuevos fósiles está empezando a cambiar la historia.
Esta semana, un artículo que se publica en la revista Proceedings of the Royal Society B sugiere que el ascenso de los mamíferos había comenzado mucho antes de la caída de los dinosaurios. Analizando los dientes de cientos de aquellos animales, David Grossnickle, del Museo Field de Historia Natural de Chicago y Elis Newham, de la Universidad de Southampton, observaron que antes de la llegada del meteorito, ya tenían una gran variedad de formas de diente diferentes, lo que indica una gran variedad de dietas.
Estudios anteriores habían mostrado indicios de esta diversificación hace unos 85 millones de años, una época en la que aparecieron nuevas especies y de mayor tamaño. La explicación de este crecimiento puede tener que ver con la aparición de plantas con flores, que también se expandieron durante la misma época. Por un lado, "las plantas con flores pudieron ofrecer nuevas semillas y frutas para los mamíferos", apunta Grossnickle en un comunicado de su institución. Y además, continúa, "si las plantas coevolucionaron con nuevos insectos que las polinizasen, los insectos podrían haberse convertido también en una fuente de comida para los mamíferos primigenios".
Aquella época de cambios, según han observado Grossnickle y Newham, no fue todo gloria para los mamíferos. Ellos también sufrieron y perdieron diversidad poco después de la caída del meteorito, pero después se recuperaron mejor que los dinosaurios, que solo sobrevivieron en sus versiones de menor tamaño. Después, continuaron las visicitudes, y muchas especies de mamíferos desaparecieron al no poder competir con sus parientes mejor adaptados. Muchos millones de años después, la evolución de aquellos seres que sobrevivieron al asteroide dio lugar a una especie de simio que acabaría por transformar la vida casi tanto como aquel impacto que aniquiló a los dinosaurios.
Autor: Daniel Mediavilla
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