martes, 26 de marzo de 2024

Si tú y tu pareja fuerais sordos, ¿tendríais un hijo sordo por ingeniería genética?

 

Hace algunos años una pareja decidió que quería tener un hijo, preferiblemente sordo. Las dos integrantes de la pareja eran sordas, y estaban orgullosas de serlo. Al igual que otros miembros de la comunidadOrgullo Sordo, Sharon Duchesneau y Candy McCullough consideraban la sordera como una identidad cultural, no como una discapacidad que debiera curarse. "Ser sorda es un estilo de vida —decía Duchesneau—. Nos sentimos completas siendo sordas y queremos compartir con nuestros hijos lo que tiene de maravilloso nuestra comunidad de sordos: el sentimiento de pertenencia y conexión. Realmente sentimos que vivimos una vida rica como personas sordas". 

Con la esperanza de concebir un hijo sordo, buscaron a un donante de esperma con cinco generaciones de sordos en su familia. Y tuvieron éxito.Su hijo Gauvin nació sordo.

La nueva familia quedó sorprendida cuando su historia, publicada en The Washington Post, provocó una condena unánime. La indignación se centraba en general en la acusación de que habían infligido deliberadamente una discapacidad a su hijo. Duchesneau y McCullough (que son una pareja homosexual) negaron que la sordera fuera una discapacidad y argumentaron que simplemente querían un hijo que fuera como ellas. "No creemos que hayamos hecho nada muy distinto de lo que hacen muchas parejas convencionales cuando tienen hijos", dijo Duchesneau. 

¿Está mal diseñar a un hijo sordo? Y si fuera así, ¿dónde reside el mal, en la sordera o en el diseño? Supongamos, por mor del argumento, que la sordera no fuera una discapacidad sino una seña de identidad. ¿Sigue habiendo algo rechazable en la idea de que unos padres diseñen el hijo que quieren tener? ¿O es algo que los padres hacen siempre, ya sea al escoger a su pareja o, en nuestros días, al usar las nuevas tecnologías reproductivas? 

Con la esperanza de concebir un hijo sordo, buscaron a un donante de esperma con cinco generaciones de sordos

Poco antes de que surgiera la controversia acerca del hijo sordo, apareció un anuncio en The Harvard Crimson y en otros periódicos estudiantiles de universidades de la Ivy League. Una pareja infértil buscaba a una donante de óvulo, pero no servía cualquier donante. Debía medir 1,77, ser de complexión atlética, no tener problemas médicos en la familia y haber obtenido una nota combinada de 1.400 o superior en el SAT. A cambio de un óvulo de una donante que cumpliera con estos requisitos, se ofrecía un pago de cincuenta mil dólares.

Es posible que los padres que ofrecían esta elevada suma por un óvulo de primera calidad no quisieran sino un hijo que fuera como ellos. O tal vez esperasen salir ganando, es decir, tener un hijo que fuera más alto o más inteligente que ellos. Comoquiera que fuese, su extraordinaria oferta no despertó la misma indignación pública que provocó la pareja que quería a un hijo sordo. Nadie consideraba que la altura, la inteligencia y las condiciones atléticas fueran discapacidades de las que debería librarse a los niños. Y sin embargo, hay algo en el anuncio que produce cierta reserva moral. Aunque nadie saliera perjudicado, ¿no hay algo inquietante en la idea de que unos padres puedan encargar un hijo con ciertos rasgos genéticos? 

¿No hay algo inquietante en la idea de que unos padres puedan encargar un hijo con ciertos rasgos genéticos?

Hay quien defiende el intento de concebir un hijo sordo, o un hijo que obtendrá una nota elevada en el SAT, con el argumento de que se parece a la procreación natural en un aspecto crucial: con independencia de lo que hicieran los padres para mejorar las probabilidades, no tenían ninguna garantía de lograr el resultado buscado. Ambos intentos seguían sujetos a los caprichos de la lotería genética. Esta defensa plantea una interesante cuestión: ¿por qué habría de importar desde el punto de vista moral el hecho de que subsista una cierta impredecibilidad? Y si fuera así, ¿qué sucedería si la biotecnología consiguiera eliminar la incertidumbre y nos permitiera diseñar los rasgos genéticos de nuestros hijos? 

Para ponderar la respuesta a esta pregunta, me gustaría apartarme por un momento de la cuestión de los hijos y fijarme en las mascotas. Más o menos un año después del revuelo causado por el niño deliberadamente sordo, una mujer de Texas llamada Julie (la mujer se negó a dar su apellido) lloraba la muerte de su querido gato Nicky. "Era muy guapo —dijo Julie—. Tenía una inteligencia excepcional. Se sabía once mandamientos". Julie había leído que una empresa californiana (Genetic Savings & Clone) ofrecía un servicio de clonación de gatos. En 2001, la empresa había conseguido el primer gato clonado (su nombre era CC, por Carbon Copy). Julie envió a la empresa una muestra genética de Nicky, junto con la suma requerida de cincuenta mil dólares. Unos meses más tarde, para su gran satisfacción, recibió a Little Nicky, un gato genéticamente idéntico al anterior. "Es idéntico —declaró Julie—. No he podido ver una sola diferencia". 

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(iStock) 

La página web de la empresa anunció más tarde una rebaja de precios de laclonación de gatos, que ahora cuesta solo treinta y dos mil dólares. Por si el precio sigue pareciendo elevado, va acompañado de una garantía de reembolso. "Si su cachorro no se parece lo suficiente al donante genético, le devolveremos su dinero íntegramente y sin hacer preguntas". Mientras tanto, los científicos de la empresa están trabajando para desarrollar una nueva línea de producto: perros clonados. Puesto que los perros son más difíciles de clonar que los gatos, la empresa tiene previsto cobrar cien mil dólares o más. 

Los científicos de la empresa están trabajando para desarrollar una nueva línea de producto: perros clonados

Muchas personas se sienten incómodas ante la clonación comercial de gatos y perros. Algunas porque no les parece correcto destinar una pequeña fortuna a crear una mascota a la carta, cuando hay miles de animales abandonados que necesitan un hogar. Otras están preocupadas por el número de animales que se pierden durante el embarazo, en el intento de conseguir un clon. Pero supongamos que todos esos problemas pudieran resolverse. ¿Seguiríamos sintiéndonos incómodos ante la clonación de gatos y perros? ¿Y ante la clonación de seres humanos

Articular nuestra incomodidad

Los avances en el campo de la genética suponen al mismo tiempo una promesa y un problema. La promesa consiste en que tal vez seamos capaces de tratar y prevenir un gran número de enfermedades. El problema es que nuestro nuevo conocimiento genético también podría permitirnos manipular nuestra propia naturaleza: mejorar nuestros músculos, nuestra memoria y nuestro humor; escoger el sexo, la altura y otros rasgos genéticos de nuestros hijos; optimizar nuestras capacidades físicas y cognitivas; lograr que estemos "mejor que bien". La mayoría de las personas encuentran inquietantes al menos algunas formas de ingeniería genética. Pero no resulta fácil articular el motivo de nuestra inquietud. Los términos usuales del discurso moral y político no son de mucha ayuda para formular qué tiene de malo el intento de rediseñar nuestra propia naturaleza. 

Consideremos otra vez la cuestión de la clonación. El nacimiento de Dolly, la oveja clónica, despertó en 1997 una gran preocupación ante la perspectiva de la clonación de seres humanos. Existen buenas razones médicas para preocuparse. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que la clonación es insegura y propensa a producir descendencia con graves anormalidades y defectos de nacimiento (Dolly tuvo una muerte prematura). Pero supongamos que la tecnología de la clonación mejorara hasta el punto de que los riesgos no fueran superiores a los de un embarazo natural. ¿Seguiría siendo rechazable entonces la clonación humana? ¿Qué hay de malo exactamente en crear a un ser humano que sea un gemelo genético de su padre o de su madre, o de un hermano mayor que murió trágicamente, o —por qué no— de un científico admirado, de una estrella del deporte o de una celebridad? 

El nacimiento de Dolly, la oveja clónica, despertó en 1997 una gran preocupación ante la perspectiva de la clonación de seres humanos

Algunos argumentan que la clonación es rechazable porque viola el derecho del hijo a la autonomía. Al escoger por adelantado la configuración genética del hijo, los padres lo obligan a vivir a la sombra de alguien que vivió antes que él, lo que supone privarle de su derecho a un futuro abierto.La objeción de la autonomía puede plantearse no solo contra la clonación sino también contra toda forma de ingeniería genética que permita a los padres escoger las características genéticas de sus hijos. De acuerdo con esta objeción, el problema con la ingeniería genética es que los "hijos de diseño" no son plenamente libres; incluso las mejoras genéticas (en beneficio del talento musical, por ejemplo, o de la excelencia atlética) orientarían a los hijos hacia determinadas opciones vitales, lo que supondría una limitación de su autonomía y una violación de su derecho a escoger por sí mismos su plan de vida. 

A primera vista, el argumento de la autonomía recoge adecuadamente lo que hay de problemático en la clonación humana y en las demás formas de ingeniería genética. Pero no resulta convincente, por dos razones. En primer lugar, supone erróneamente que, en ausencia de un padre o una madre que influya en el diseño genético, los hijos son libres de escoger por sí mismos sus características físicas. Pero nadie escoge su propia herencia genética. La alternativa a un hijo clonado o genéticamente perfeccionado no es un hijo cuyo futuro no se ve influido y limitado por unos talentos particulares, sino un hijo a merced de la lotería genética.

Foto: Un perro de nueve años junto a su clon, de apenas dos meses (Reuters/Jason Lee)

En segundo lugar, aun cuando la autonomía pueda explicar en parte nuestra preocupación por los hijos a la carta, no puede explicar nuestras reservas morales ante personas que persiguen mejoras genéticas para sí mismos. No todas las intervenciones genéticas pasan de generación a generación. La terapia génica sobre las células no reproductivas (somáticas), como por ejemplo las células musculares o cerebrales, funciona a base de reemplazar o reparar los genes defectuosos. El problema moral surge cuando las personas usan esta terapia no para curar una enfermedad sino para ir más allá de la salud y mejorar sus capacidades físicas o cognitivas, para elevarse por encima de la media. 

Este problema moral no tiene nada que ver con una limitación de la autonomía. Solo las intervenciones genéticas en la línea germinal, aplicadas sobre óvulos, esperma o embriones, afectan a las generaciones subsiguientes. Un atleta que optimiza genéticamente sus músculos notransmite a su progenie esta velocidad y fuerza aumentadas; no se le puede acusar de imponer talentos a sus hijos que puedan empujarlos hacia una carrera atlética. Y sin embargo, sigue habiendo algo inquietante en la perspectiva de unos atletas genéticamente alterados. 

placeholderPortada de 'Contra la perfección'.
Portada de 'Contra la perfección'. 

Al igual que la cirugía estética, la optimización genética emplea medios médicos para fines no médicos, es decir, fines no relacionados con la cura o la prevención de enfermedades, la recuperación de lesiones o la restauración de la salud. Pero a diferencia de la cirugía estética, la optimización genética no es meramente estética. Va más allá de la piel. Incluso las mejoras somáticas, que no se transmitirán a nuestros hijos y nietos, plantean difíciles cuestiones morales. Para aquellos que mantienen una actitud ambivalente hacia la cirugía plástica y las inyecciones de bótoxpara las barbillas caídas o las frentes arrugadas, resulta aún más inquietante la idea de una ingeniería genética que permita cuerpos más fuertes, memorias más precisas, inteligencias más agudas y temperamentos más alegres. La cuestión es si tenemos motivos para estar inquietos, y en tal caso cuál sería su fundamento. 

Cuando la ciencia se mueve más rápido que las ideas morales, como sucede hoy, los hombres y las mujeres encuentran problemas para articular los motivos de su inquietud. En las sociedades liberales, recurren primero al lenguaje de la autonomía, la equidad y los derechos individuales. Pero esta parte de nuestro vocabulario moral no nos equipa de forma adecuada para responder a las cuestiones más difíciles que plantean la clonación, los hijos de diseño y la ingeniería genética. Ello explica el vértigo moral que ha provocado la revolución genómica. Para abordar la ética del perfeccionamiento, necesitamos afrontar cuestiones que el mundo moderno ha perdido de vista en gran medida: cuestiones relativas al estatus moral de la naturaleza y a la actitud que deberían adoptar los seres humanos hacia el mundo que les ha sido dado. En la medida en que estas cuestiones bordean la teología, los filósofos y los teóricos políticos modernos tienden a evitarlas. Pero los nuevos poderes que la biotecnología pone a nuestro alcance las convierten en inevitables

Realizan el primer trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente en un humano

 En una primicia mundial, unos cirujanos de Boston trasplantaron un riñón de cerdo genéticamente modificado a un hombre de 62 años. El procedimiento es un paso más hacia la disponibilidad de órganos para los pacientes que necesitan uno desesperadamente.

La operación, de cuatro horas de duración, se llevó a cabo el 16 de marzo en el Hospital General de Massachusetts. Poco después de colocar el riñón en el cuerpo del paciente, empezó a segregar orina, señal de que funcionaba como debía. Tatsuo Kawai, uno de los cirujanos que intervinieron, declaró que el quirófano estalló en aplausos. “Era verdaderamente el riñón más hermoso que he visto nunca”, manifestó el jueves en una conferencia de prensa.


Collage de un dibujo anatómico de un torso humano, un hígado y un cerdo
Los investigadores quieren utilizar órganos de cerdo modificados genéticamente para ayudar a las personas con insuficiencia hepática.

El paciente, Richard Slayman, de Weymouth, Massachusetts, se está recuperando satisfactoriamente y se espera que pronto le den el alta, según su equipo médico.

Progreso hacia los xenotrasplantes exitosos

La intervención quirúrgica constituye el último avance de los xenotrasplantes, el uso de órganos de animales en personas, que los científicos llevan décadas intentando debido a la escasez de órganos adecuados de donantes humanos. Tan solo en Estados Unidos, más de 100,000 personas están en lista de espera para un trasplante y 17 individuos mueren cada día esperando un órgano. El riñón es el que más se busca y necesita.

Pero existe un gran obstáculo para trasplantar órganos de cerdo al cuerpo humano. “Si fuera fácil, ya lo estaríamos haciendo, pero no lo es”, destacó Joren Madsen, director del Centro de Trasplantes del Hospital General de Massachusetts, durante la sesión informativa del jueves. “El sistema inmunitario humano reacciona de forma increíblemente violenta ante un órgano porcino”.

Los investigadores han recurrido a la tecnología de edición genética para disminuir la posibilidad de rechazo. El nuevo riñón de Slayman procedía de un cerdo donante criado por la compañía eGenesis de Cambridge (Massachusetts). Los científicos de la empresa utilizaron CRISPR para realizar 69 modificaciones genéticas en el animal, como eliminar genes porcinos nocivos y añadir determinados genes humanos. También emplearon la tecnología para inactivar virus innatos presentes en el genoma porcino que hipotéticamente infectarían a un receptor humano.

Los científicos también están estudiando la posibilidad de usar corazones de cerdo modificados genéticamente en personas. Hasta ahora, se han realizado dos trasplantes de este tipo en pacientes que estaban demasiado enfermos para ser candidatos a un corazón de donante humano. En ambos casos, los sujetos vivieron menos de dos meses.

Mike Curtis, CEO de eGenesis, asegura que el trasplante de riñón que tuvo lugar el pasado fin de semana es diferente en algunos aspectos clave. “En este caso, se trata de una persona relativamente sana, que era candidata a un trasplante de riñón humano y que, debido a la asignación actual, nunca iba a conseguirlo. Pasaría el resto de su vida en diálisis”, declaró Curtis a WIRED en una entrevista.

Enfermera saca riñón de cerdo de su caja para prepararlo para el trasplante

Melissa Mattola-Kiatos, enfermera especialista, saca el riñón de cerdo de su caja para prepararlo para el trasplante.

 
CORTESÍA: MASSACHUSETTS GENERAL HOSPITAL

Slayman recibió su primer trasplante de riñón en 2018 de un donante humano. El órgano funcionó bien al principio, pero Slayman empezó a sufrir insuficiencia renal tras años de vivir con diabetes. Este padecimiento es la principal causa de enfermedad en los riñones, que con el tiempo llega a provocar insuficiencia.

No tuvo más remedio que someterse a la diálisis, un tratamiento que elimina el exceso de líquido y desechos de la sangre de una persona. Pero esta le causó otras complicaciones: sus vasos sanguíneos se coagulaban y dejaban de funcionar. Slayman acababa en el hospital con regularidad y se enfrentaba a docenas de procedimientos para intentar solucionar el problema.

“Lenta pero inexorablemente, fui testigo de cómo mi paciente se sentía cada vez más desanimado y abatido por su situación de diálisis”, señaló el jueves Winfred Williams, especialista renal y miembro del equipo médico de Slayman.

Finalmente, Williams sugirió un trasplante de riñón de cerdo. Slayman aceptó. “Lo vi no solo como una forma de ayudarme a mí, sino de dar esperanza a los miles de personas que necesitan un trasplante para sobrevivir”, compartió Slayman en una declaración difundida por el Hospital General de Massachusetts.

La operación se realizó conforme a la modalidad de “uso compasivo” o “acceso ampliado” de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés), que permite a un paciente con una enfermedad potencialmente mortal optar por un tratamiento experimental cuando no existen otras opciones. Slayman también está recibiendo una infusión de nuevos medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo del órgano. Su equipo médico controla actualmente su función renal mediante ultrasonidos.


Imagen conceptual sobre la reparación de pulmones.
Un equipo de científicos reparó una parte del tejido pulmonar de pacientes con EPOC gracias al cultivo y trasplante de células progenitoras del mismo órgano.

Trasplantes de órganos de animales en humanos, ¿quién es candidato?

El equipo de Massachusetts considera que el candidato ideal para un riñón de cerdo será un paciente al que se le haya aprobado un trasplante de riñón humano normal, pero que tenga que esperar mucho tiempo para conseguir un donante.

El trasplante de riñón de cerdo se realiza poco después de un procedimiento llevado a cabo en enero, en el que cirujanos de la Universidad de Pensilvania conectaron con éxito un hígado de cerdo modificado genéticamente a una persona con muerte cerebral y comprobaron que el órgano funcionó con normalidad durante 72 horas. El hígado, también intervenido por eGenesis, contenía las mismas 69 ediciones que el riñón de Slayman.

El hígado es un órgano más complicado debido a las numerosas funciones que desempeña, por lo que los investigadores no creen que los que provengan de los cerdos sean todavía aptos para sustituir a los de los humanos. En cambio, podrían emplearse fuera del cuerpo y conectarse a pacientes que estén esperando un órgano humano o a los que necesiten un apoyo temporal mientras se recupera su propio hígado.

Los investigadores han estado trabajando hasta conseguir trasplantar un riñón de cerdo modificado en una persona. El año pasado, eGenesis informó que el riñón de uno de sus cerdos editados funcionó en un mono durante más de dos años. Y científicos de la Universidad de Nueva York y de la Universidad de Alabama en Birmingham han realizado trasplantes de riñones de cerdo con modificaciones genéticas a pacientes con muerte cerebral para observar el funcionamiento de los órganos.

Jayme Locke, cirujana especialista en trasplantes abdominales de la Universidad de Alabama en Birmingham, quien supervisó algunos de esos experimentos, se mostró encantada al enterarse del trasplante de riñón de Boston. “Es una noticia maravillosa y es estupendo ver que se efectúa en la clínica”, declaró a WIRED en una entrevista.

Locke opina que la reciente avalancha de experimentos de xenotrasplantes demuestra que la idea de utilizar órganos de cerdo en personas está ganando impulso y llegó para quedarse. “Creo que de verdad tiene poder de permanencia, que realmente revolucionará el campo y, con suerte, ofrecerá órganos a todos los que los necesiten”, resalta.

El equipo de Locke también está estudiando la posibilidad de realizar trasplantes de riñón de cerdo a humano. Comentó que tiene varios pacientes en mente para los procedimientos y que únicamente está esperando a que la FDA dé luz verde. “Estamos listos para comenzar”.

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.


Todo lo que se sabe sobre el estreptococo A: la "enfermedad carnívora" que se propaga a toda velocidad en Japón y alerta al mundo

 

Bacteria de estreptococo.
Bacteria de estreptococo.
Getty Images

Japón se mantiene en alerta desde principios de este año. El país asiático ya cuenta por cientos los casos de infección por estreptococo A o síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS), una bacteria, comúnmente denominada como "enfermedad carnívora". 

Según adelanta The Guardian hace unos días, tan solo en los dos primeros meses del año ha provocado 328 casos en Japón, donde se han notificado contagios en la mayoría de los 47 distritos, a excepción de dos en las que no se ha confirmado informado de ningún caso. Una cifra preocupante en el país dado que en todo 2023 se dieron 943 casos de la enfermedad. 

Según expertos, el aumento significativo de infecciones, pese a que se trata de "cepas virulentas e infecciosas", no es preocupante y en solo un1% de los casos resulta fatal. Aunque desde el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas japonés (NIID), la tasa de mortalidad de los que desarrollan STSS es del 30%. 

"Todavía hay muchas incógnitas sobre los mecanismos que subyacen a las formas fulminantes (graves y repentinas) de estreptococo, y no estamos en la fase de poder explicarlas", reconocía en un comunicado de hace unas semanas el NIID.

En qué consiste esta infección

La infección suele estar causadas por bacterias del tipo Streptococcus pyogenes o Staphylococcus aureus, aunque también pueden estar implicadas otras.

Según Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos, el STSS es una infección bacteriana rara, pero grave y que puede evolucionar rápidamente produciendo baja presión arterial, insuficiencia multiorgánica e incluso la muerte. Además, en casos muy extremos puede producir una necrosis de los tejidos, de ahí que se la conozca como la "enfermedad carnívora". 

Los síntomas

En los menores ¡, la enfermedad suele presentarse en cuadros leves, que pueden ser en forma respiratoria (amigdalitis) o cutáneos, lo que se conocen como escarlatina.

La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica apunta a que los principales síntomas son la fiebre persistente, los cuadros de somnolencia (sueño), las alteraciones del nivel de consciencia y coloración azulada en las palmas de los pies y de las manos. En general, la dolencia se suele tratar con antibiótico.

En casos graves, la infección puede causar neumonías, fascitis necrotizante, shock tóxico estreptocócico o meningitis.

Cómo se evita el contagio 

Esta infección vive en la nariz y en la garganta y se transmiten muy fácilmente, ya sea al hablar, toser o estornudar. A veces, entra a través de cortes en la piel, como una lesión o una herida quirúrgica, aunque también puede hacerlo por las membranas mucosas, como las del interior de la nariz o la garganta.

Según los expertos, para evitar el contagio por estreptococo A, en el caso de menores, lo mejor es no exponerles en entornos sociales, familias, guarderías y colegios cuando padezcan la enfermedad. 

Además, la correcta higiene de manos es otra máxima para evitar contagiarse. 

El estreptococo A en el mundo

Reino Unido lidia con la infección desde 2022. Según los últimos datos de 2023 de Agencia de Seguridad Sanitaria (UKSHA) británica, del 12 de septiembre de 2022 al 7 de mayo de 2023 se han dado 55.872 notificaciones, frente a las 54.394 de la última actualización del 20 de abril. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante 2022, Francia, Irlanda, los Países Bajos, Suecia y Reino Unido e Irlanda del Norteanotaron un aumento de los casos de enfermedad invasiva por estreptococo del grupo A y escarlatina, que afecta sobre todo a niños menores de 10 años.

Annie Easley, la primera computadora afroamericana de la NASA

 annie easley

NASA

Annie Easley trabajando en un ordenador de la NASA (1978)

“Cuando las personas tienen sesgos y prejuicios, sí, soy consciente. No entierro la cabeza como el avestruz. Pero mi planteamiento es que, si no puedo trabajar contigo, trabajaré a pesar de ti. No voy a desanimarme tanto como para irme.  Esa puede ser la solución para otras personas, pero no es la mía”

Con esas palabras, Annie Easley ponía sobre la mesa su empeño y su valentía en seguir luchando por sus sueños y no permitir que las barreras de género y raza le impidieran convertirse en la mujer que ansiaba ser. Pionera en la carrera espacial y primera afroamericana en la NASA, Annie no se rindió, convirtiéndose en líder del equipo que desarrolló el software para la etapa del cohete Centauro.

PRIMEROS AÑOS

Annie Easley no tuvo una vida fácil. Desde su infancia hasta años adultos se enfrentó a numerosos estereotipos y faltas de respeto que tenían como origen la segregación racialy las limitaciones impuestas a las personas de color en el sistema social de Estados Unidos durante las décadas de 1940 y 1950.

 

No obstante, a pesar de los obstáculos, Easley demostró ser una persona sin freno, una mujer que quería sacar su máximo potencial, por lo que, desde una edad temprana, demostró una gran dedicación a sus estudios.

En estos primeros momentos, la madre de Easley jugó un gran rol como modelo a seguir, pues siempre le inspiró un gran apoyo, enseñándole el valor del esfuerzo y de la educación como medios para alcanzar sus metas. Su compromiso la llevó a graduarse con honores en el instituto, un logro impresionante considerado el contexto en el que creció.

Sin embargo, tras ingresar a la Universidad de Luisiana para estudiar Farmacia, su camino se vio interrumpido por la mudanza a Cleveland tras casarse: esta nueva ubicación no disponía de una institución que ofreciese un programa de estudio adaptado a gente de color.

Aunque tremendamente apenada por no poder completar sus estudios de Farmacia y frustrada por el momento social que le había tocado vivir, Annie no dejó que su determinación la abandonase y, finalmente, consiguió encontrar diferentes maneras de seguir adelante, continuando su educación y creciendo en cuanto a desarrollo personal.

Annie Easley
NASA

Retrato de Annie Easley

ADIOS FARMACIA, HOLA MATEMÁTICAS

Fue justo en la NASA donde Annie Easley sintió que las puertas del mundo académico y laboral volvían a abrirse para ella. Era un momento social complicado: era plena década de 1950 y la segregación racial en Alabama estaba alcanzando un punto de inflexión, destacando por la presencia de una fuerte lucha por el derecho al voto y por la eliminación de pruebas de alfabetización discriminatorias.

En 1955 leyó un artículo en el periódico local sobre dos hermanas gemelas que trabajaban como “computadoras humanas” para el Comité Asesor Nacional de Aeronáutica (NACA), precursor de la NASA. Intrigada por esta ocupación tan poco convencional, Annie presentó una solicitud de empleo al día siguiente y fue contratada en tan solo dos semanas, convirtiéndose en la primera afroamericana – a los pocos días esta cifra subiría a cuatro – de los 2500 empleados con los que contaba la agencia en aquellos momentos.

Su carrera en la NASA comenzó en el Laboratorio Lewis de Vuelo a Propulsión, donde trabajó como matemática e ingeniera informática. A lo largo de los años, continuó su educación mientras estaba empleada en la agencia, obteniendo una Licenciatura en Ciencias Matemáticas en 1977 a través de la Universidad de Cleveland.

Participó en numerosos cursos de especialización ofrecidos por la NASA, lo cual le permitió contribuir a varios proyectos como una pieza clave, incluyendo desde simulaciones de reactores hasta el desarrollo de softwares para cohetes de alta energía, la sonda Cassini, investigaciones sobre energía y vehículos híbridos especiales.

NASA Science and Engineering Newsletter Annie Easley
NASA

Annie Easley como portada de la revista mensual de la NASA "Science and Engineering Newsletter"

LA NASA Y LA IGUALDAD

Annie Easley formó parte de la NASA a lo largo de 34 años, en los que destacó por su genio, por su dedicación sinigual. Su trabajo abarcó una gran gama de áreas, destacando el desarrollo de código informático para analizar tecnologías de energía alternativa y el soporte que dio al cohete superior de alta energía Centauro. Además, contribuyó a la determinación y aplicación de múltiples proyectos solares y eólicos, así como a la identificación de soluciones alternativas a los problemas energéticos que empezaban a asomar.

Concretamente, la labor de Easley en el proyecto Centauro sentó las bases tecnológicas para la realización de importantes hitos en la exploración espacial, pues fue este proyecto el pionero de posteriores lanzamientos de transbordadores espaciales, satélites de comunicaciones o sondas meteorológicas.

Sin embargo, más allá de sus contribuciones técnicas, Annie Easley fue una inspiración para todos aquellos que aspiraban a formar parte de la NASA. A través de programas de divulgación y tutorías, contagiaba su pasión por la ciencia y la exploración espacial, ganándose así el respeto de todos sus compañeros.

Su compromiso con la igualdad también estuvo reflejado en su trabajo como consejera de igualdad de oportunidades en el empleo de la NASA, donde ayudó a abordar denuncias de discriminación y luchó por promover un ambiente laboral más inclusivo. Incluso en situaciones menos formales, como cuando desafió las normas de vestimenta y se presentó al trabajo en pantalones – y no falda o vestido, Annie Easley demostró su compromiso para promover el cambio y el progreso hacia una suciedad equitativa, justa e inclusiva.