Casi una década después de que
el científico coreano, Woo Suk Hwang ,anunciara a bombo y platillo que
había logrado clonar 30 embriones humanos con el fin de conseguir nuevas
terapias celulares, algo que finalmente se reveló como un gran fraude, un
equipo de investigadores estadounidenses ha conseguido por fin el tan ansiado
paso: obtener células madre embrionarias humanas a partir de una célula adulta
mediante el proceso de trasferencia nuclear, lo que se podría denominar
clonación terapéutica.
La investigación, dirigida por
Shoukhrat Mitalipov, científico de origen ruso que trabaja en el Centro
Nacional de Oregón para la Investigación sobre Primates (ONPRC, según sus
siglas en inglés), es en realidad una continuación de los estudios que, desde
hace años, lleva realizando en estos animales y que le condujeron en 2007 a la
obtención de células madre de embriones de macacos. Ahora, con la modificación
de la técnica empleada en estos monos, ha conseguido dar el salto que
muchos científicos habían intentado durante años pero que nadie había logrado.
"Nuestros resultados
ofrecen una nueva forma de generar células madre de pacientes con tejidos y
órganos dañados o deteriorados", ha explicado en un comunicado Mitalipov.
"Estas células madre pueden regenerar y reemplazar a aquellas
células dañadas y mejorar enfermedades que afectan a millones
de personas".
Porque ése es el principal
objetivo de esta técnica, la transferencia nuclear, que se hizo famosa en todo
el mundo con la clonación de la oveja Dolly,hace más de 15 años. Desde entonces,
científicos de diferentes partes del planeta han podido clonar múltiples
animales, como perros, camellos o vacas, pero con humanos se había fracasado
siempre. Y no es que ahora se haya conseguido clonar una persona sino que la
técnica de la clonación se ha aplicado para, a partir de un óvulo de una
donante y una célula de la piel de un paciente, conseguir células madre embrionarias.
Si vamos al detalle, en este
caso el equipo de Mitalipov, del que forma parte la embrióloga española, Nuria
Martí Gutiérrez, utilizó óvulos de gran calidad procedentes de
voluntarias sanas a los que retiró el núcleo, y dentro de su citoplasma introdujo
el núcleo de una célula de la piel (fibroblasto) de un paciente con síndrome de
Leigh. Este proceso se llevó a cabo en una solución enriquecida con cafeína,
que inhibe unas enzimas que entorpecían el proceso. Tras someterlos a la
técnica de electroestimulación, se consiguió obtener un embrión del que
derivaron células madre.
"Este trabajo abre la
puerta a que otros grupos del planeta intenten reproducir estos resultados.
Dentro de poco, esta técnica se verá como una alternativa disponible",
afirma Javier García-Sancho, presidente electo de la Sociedad Española de
Terapia Génica y Celular.
Sin embargo, como apunta
Felipe Prosper, director del Area de Terapia Celular de la Clínica
Universitaria de la Universidad de Navarra, esta investigación, , "aunque
representa un avance muy significativo, tiene un impacto clínico mucho mas
limitado ya que la generación de células pluripotenciales especificas de cada
paciente (iPS) se pueden conseguir a través de la técnica desarrollada por el
premio nobel de medicina Yamanaka que permite la reprogramación celular, de una
forma más sencilla y menos costosa ".
Además, estos investigadores
señalan que tanto las iPS como estas células madre embrionarias obtenidas a
partir de la transferencia nuclear no han demostrado su seguridad, por lo que
todavía no se podrían usar en la medicina regenerativa. Para eso, concluyen
todos, hacen falta muchas más investigaciones y tiempo.
Noticia Aportada por Araceli
de Aquino
del Diario El MUNDO