domingo, 20 de julio de 2014

Un científico español descubre cómo las hormonas femeninas protegen del infarto

Los médicos saben desde hace décadas que, hasta la menopausia, las mujeres sufren menos infartos que los hombres. Miguel Valverde, de la Universitat Pompeu Fabra, ha descubierto ahora por qué. La clave está en que la más importante de las hormonas sexuales femeninas, el estradiol, dilata los vasos sanguíneos, por lo que es un antídoto natural contra la hipertensión. Al llegar a la menopausia, los niveles de estradiol caen en picado y las mujeres se vuelven tan vulnerables como los hombres a las enfermedades cardiovasculares.

La investigación dirigida por Valverde, que se presenta hoy en la revista científica “Science”, explica el mecanismo exacto por el que el estradiol dilata los vasos sanguíneos. Cientos de científicos de todo el mundo han trabajado desde principios de los 80 para comprender este mecanismo, aunque hasta ahora nadie había conseguido explicar su funcionamiento.

El descubrimiento abre la vía al diseño de fármacos más eficaces y seguros que los actuales para el tratamiento de la hipertensión y la prevención de las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en los países ricos.

“Imaginen que son cerrajeros y les piden que hagan una llave para abrir una puerta pero tienen los ojos vendados. Como no ven la cerradura, no pueden hacer la llave. Lo que hemos hecho nosotros es quitarle la venda de los ojos al cerrajero. Ahora es él quien tiene que hacer la llave”, dijo ayer Miguel Valverde para explicar la trascendencia de la investigación.

En este ejemplo, el cerrajero es la compañía farmacéutica. La llave es el futuro fármaco contra la hipertensión. Y la cerradura es lo que ha descubierto el equipo dirigido por Valverde, en el que han participado también científicos de la Universidad de Chile, de la Universidad de California en Los Ángeles y del King's College de Londres. 




Concretamente, los investigadores han descubierto que el estradiol se une a la membrana de unas células musculares que rodean a los vasos sanguíneos. Cuando esto ocurre, salen riadas de iones de potasio del interior de las células, lo que hace que las células se relajen. Y al relajarse, dejan de oprimir los vasos sanguíneos, de modo que estos vasos se dilatan y la tensión arterial se reduce.

Los fármacos basados en este descubrimiento, si llegan a desarrollarse, “no aumentarían el riesgo de cáncer de mama como parecen hacer los tratamientos prolongados con estrógenos (hormonas sexuales femeninas)”, declaró Valverde. Sin embargo, sí conservarían los efectos beneficiosos de los estrógenos contra el infarto. Esto se debe a que los fármacos sólo incorporarían la parte del estradiol que actúa sobre los vasos sanguíneos y prescindirían del resto de la hormona.

Por el mismo motivo, los fármacos podrían administrarse tanto a hombres como a mujeres, mientras que los tratamientos actuales con estrógenos se administran únicamente a mujeres.

Los nuevos fármacos no se plantean como una alternativa a la terapia con estrógenos para mujeres postmenopáusicas. La razón es que este tipo de terapia no sólo se utiliza para prevenir infartos, sino sobre todo para otros problemas asociados con la menopausia, como osteoporosis, sofocos o falta de lubricación vaginal.

Por el contrario, serían una alternativa a los tratamientos actuales contra la hipertensión. “El mercado de los vasodilatadores está ya muy copado”, reconoció ayer Valverde. Pero los fármacos basados en el estradiol “tendrían una ventaja importante, respecto a otros vasodilatadores ya que no tendrían efectos secundarios sobre el músculo cardiaco”. Según informó Valverde, la Universitat Pompeu Fabra tiene previsto iniciar en breve una ronda de negociaciones con compañías farmacéuticas con vistas a desarrollar medicamentos vasodilatadores basados en el estradiol.



Josep Corbella
La Vanguardia 

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