El aluminio-26 (Al26) es un isótopo radiactivo que emite radiación gamma a través de su desintegración, lo que permite a los astrónomos ubicar su presencia en nuestra galaxia. Dos grupos de investigadores han desentrañado el proceso físico que explicaría los valores observados de la tasa de producción de este isótopo por parte de las estrellas masivas, lo que les ha permitido «poner orden» entre las hipótesis formuladas previamente y en desacuerdo entre ellas. Los resultados aparecen en sendos artículos publicados en la revista Phycsical Review Letters.
El aluminio-26 constituye un ingrediente fundamental del cosmos. Para estudiarlo, los astrónomos utilizan telescopios espaciales de rayos gamma como INTEGRAL, de la Agencia Espacial Europea (ESA), puesto que la producción de esta emisión debida a la desintegración del isótopo radiactivo está relacionada con la actividad de las estrellas masivas. Por otro lado, la observación de esta emisión de altas energías en los meteoritos también sugiere que el material expulsado por dichos astros dio lugar a la nube de gas a partir de la cual nació el sistema solar. Por esta razón, el estudio del Al26 permite obtener información sobre la actividad de las estrellas masivas que habitan la Vía Láctea y sobre la etapa temprana de nuestro vecindario planetario.
Los dos grupos de astrónomos han estudiado la fusión nuclear entre helio y sodio en dos aceleradores de partículas distintos (uno en Canadá, otro en Dinamarca) y, en ambos casos, han obtenido una diferencia de un factor de dos en la tasa de producción del Al26. Este resultado representa una mejora notable en comparación con los experimentos anteriores, que mostraron una discrepancia en un factor de alrededor de 100 entre las distintas mediciones. En concreto, pone punto final a la controversia sobre el efecto de la fusión del sodio en la tasa de producción del elemento radiactivo.
«Este resultado representa la prueba definitiva e inequívoca, en el rango de los rayos gamma, de que la nucleosíntesis ocurre en las estrellas. Además, nos ayudará a entender mejor los procesos responsables de la producción del aluminio, lo que allanará el camino para una investigación más detallada y exhaustiva sobre el papel que desempeñaron las estrellas masivas en la evolución de la galaxia y en el origen del sistema solar» asegura Alison Laird, de la Universidad de York y autora de uno de los dos trabajos.
Según Christian Diget, de la misma universidad y que participó en el otro estudio, «las dos investigaciones nos han proporcionado los mejores resultados obtenidos hasta la fecha sobre la producción del aluminio radiactivo. Gracias a ellos, podremos ahondar en el origen de la producción de este elemento químico en las estrellas y realizar mejores simulaciones sobre la evolución de la Vía Láctea».
Más información en Physical Review Letters,
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