sábado, 10 de octubre de 2015

Recursos naturales, exploración planetaria y habitabilidad

Una de las claves del desarrollo de la exploración espacial radica en un buen conocimiento y modelización de los recursos naturales terrestres y extraterrestres (incluyendo el agua, los minerales y rocas y los recursos energéticos). Todos ellos son fundamentales, no solo desde el punto de vista de la investigación per se, sino también en el ámbito de la habitabilidad, para el desarrollo de futuras bases permanentes y semipermanentes.
Básicamente, se consideran recursos naturales a todos aquellos que existen en el ambiente (sensu lato) sin necesidad de la intervención humana. Las definiciones y planteamientos conceptuales y metodológicos clásicos acerca de ellos, su exploración, importancia y aplicaciones, se refieren principalmente a los recursos existentes en la Tierra. Sin embargo, gracias a la investigación espacial el concepto de recurso natural es mucho más amplio, incorporando no solo el marco de nuestro planeta sino también los recursos de los asteroides, planetas y lunas, principalmente de carácter geológico y energético.
En planetología existen varias componentes relativas a la investigación de los materiales y recursos, con respecto a: 1) su aplicación e importancia, bien científica, económica, o ambas y 2) su procedencia: los que existen en la Tierra, de utilidad para el espacio y los propiamente extraterrestres: fundamentalmente los centrados en el denominado Espacio Cercano a la Tierra: Luna, Marte y asteroides.
En relación con su aplicación e importancia científica, la geología, mineralogía y geoquímica de los análogos terrestres (en zonas como la Antártida, Atacama. Riotinto, Hawai, El Jaroso, Canarias, Marruecos, etc) tienen claras aplicaciones que se vienen utilizando en la exploración e investigación de la Luna y Marte (y en menor medida los asteroides). Los materiales y recursos (minerales y rocas) existentes en ellos (jarosita, yeso, epsomita, basalto, etc) están sirviendo:
  • para el desarrollo de nuevos modelos científicos;
  • para la realización de interpretaciones paleoambientales planetarias;
  • para el establecimiento de criterios de habitabilidad según las condiciones de estabilidad de las distintas asociaciones mineralógicas y texturas que presentan;
  • para probar nuevos prototipos que en el formarán parte de los equipos de instrumentación de futuras misiones y
  • para establecer las relaciones de dichos minerales y rocas con la vida, en la mayor parte de los ocasos en ambientes extremos.
En algunos casos, minerales y rocas de estas zonas (análogos) también tienen importancia científica, como se ha comentado previamente, en relación con la investigación de asteroides de distinta composición. Así, algunos minerales y rocas de estos sitios se han utilizado para la fabricación de simulantes de asteroides (por ejemplo de tipo condrítico). Rocas como las bentonitas de Madrid o como los basaltos de Canarias se han incorporado como componentes para la preparación de dichos simulantes condríticos. Recursos minerales y rocosos que se han utilizado, por ejemplo, para ensayos de futuros trabajos con regolito asteroidal o para pruebas de funcionamiento, mecánicas y analíticas, de determinados instrumentos (ej. espectrómetros).
Finalmente, en relación con los recursos propiamente extraterrestres es importante tener en cuenta que el envío de materiales al espacio es extremadamente costoso y que, en caso de una misión tripulada, deberemos ser capaces de aprovechar cualquier material/recurso que podamos utilizar en el planeta/luna. En el caso concreto de nuestro satélite, se tiene un conocimiento bastante detallado (dentro de nuestras limitaciones) de los recursos lunares, que son principalmente recursos ligados a su geología. Entre otros, estos incluyen minerales del grupo de platino (especialmente asociados con los impactos de grandes asteroides contra la superficie lunar), minerales de Fe-Ti (ilmenita), la posibilidad de extraer oxígeno y He-3 del propio regolito, la utilización del regolito como escudo protector frente a la radiación, la utilización de dichos materiales volcánicos lunares para la construcción de pistas de despegue y aterrizaje, etc. En Marte, el conocimiento sobre sus posibles recursos a este respecto es mucho más limitado, aunque poco a poco se va componiendo un mapa mineralógico global de su superficie. Por último, ¿qué decir de los recursos asteroidales? Existen proyectos y planes, cada vez más serios y rigurosos, para la obtención de recursos minerales, directamente de los asteroides con la posibilidad futura de poder trabajar in situ. El conocimiento profundo de la mineralogía y geoquímica asteroidal es crucial para la modelización de sus recursos.
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Arriba: Esférulas anaranjadas de vidrio en suelo lunar recogido durante la misión Apollo 17. La gran esférula naranja (vidrio volcánico) tiene un tamaño de aproximadamente 0,2 mm de diámetro. Los granos oscuros son ilmenita (óxido de Fe y Ti). Créditos: NASA/Arizona State University, Digital Petrographic Slide Collection]. Abajo izquierda: Representación artística de la explotación minera en un asteroide. Créditos: http://science.nasa.gov/science-news/science-at-nasa/2006/09jun_moonlets/. Abajo derecha: Red filoniana en Marte, compuesta fundamentalmente de sulfato de calcio. Imagen tomada por la Mast Camera del rover Curiosity Mars en un área llamada Garden City" en el Mount Sharp. Créditos: NASA/JPL-Caltech/MSSS
Todo esto que ahora nos parece distante, cuenta ya con un trasfondo científico y documental riguroso y lo que en estos momentos para algunos es ciencia ficción está siendo, cada vez más, ciencia avanzada. Ciencia y también tecnologías que, con las apropiadas regulaciones y protocolos éticos y metodológicos, seremos capaces de abordar en un futuro no muy lejano y que estarán implicadas en nuestra exploración de otros planetas y lunas
Jesús Martínez Frias.

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