De vez en cuando, nuevos hallazgos fósiles hacen que la historia de la evolución humana deba reescribirse. Una vez, más, un descubrimiento ha desconcertado a los científicos, y ha puesto a prueba lo que se creía sobre el origen de los primeros humanos. Se trata de unas huellas de Homo sapiensdescubiertas en Creta, y que tienen aproximadamente 5,7 millones de años de antigüedad. Un momento en el que, hasta el momento, se situaba a nuestros antepasados en África, y con los pies más parecidos a los de un mono.
Hasta el momento, los primeros seres humanos se situaban en África hace 3,7 millones de años. Una conclusión a la que hemos llegado gracias al descubrimiento de los fósiles de Australopithecus en África del Sur y del Este.
La historia reciente de la evolución humana podría tener que reescribirse, o las emblemáticas huellas de Laetoli, de 3,7 millones de años de Tanzania.
Pero el nuevo descubrimiento, publicado en la revista Proceedings of the Geologists' Association, muestran pies humanos y locomoción vertical, consolidando la idea de que los homínidos (primeros miembros del linaje humano) no sólo se originaron en África sino que permanecieron allí aislados durante varios millones de años antes de dispersarse a Europa y Asia.
Los pies humanos tienen una forma muy distintiva, diferente de todos los demás animales terrestres. La combinación de una planta de los pies larga, cinco dedos cortos hacia adelante sin garras, y un hallux (pulgar) más grande que los otros dedos del pie, es única. Los pies de nuestros parientes más cercanos, los grandes simios, se parecen más a una mano humana con un hallux parecido al pulgar que sobresale a un lado.
Las huellas de Laetoli, que se piensa que fueron hechas por Australopithecus, son similares a las de los seres humanos modernos, excepto que el talón es más estrecho y carece de un arco apropiado. Por el contrario, el Ardipithecus ramidus, de 4.4 millones de años, el homínido más antiguo conocido de los fósiles completos, tiene un pie simio. Los investigadores que describieron a Ardipithecus argumentaron que es un antepasado directo de los homínidos posteriores, lo que implica que un pie similar al humano aún no había evolucionado en ese momento.
Pero las nuevas huellas, de Trachilos en Creta occidental, tienen una forma inconfundiblemente humana, y son más antiguas. Esto se detecta especialmente gracias a los dedos de los pies. El dedo gordo del pie es similar a nuestro propio en forma, tamaño y posición. La planta del pie es, en proporción, más corta que en las estampas de Laetoli, pero tiene la misma forma. En resumen, la forma de las huellas de Trájilos indica inequívocamente que pertenecen a un homínimo primitivo, algo más primitivo que el latirista Laetoli. Se hicieron en una costa arenosa, posiblemente un pequeño delta del río, mientras que las pistas de Laetoli fueron hechas en ceniza volcánica.
Un hallazgo polémico
"Lo que convierte a este hallazgo en polémico es la edad y la ubicación de las huellas", en palabras del profesor Per Ahlberg de la Universidad de Uppsala, autor del estudio.
Las impresiones, con alrededor de 5,7 millones de años, son más jóvenes que el homínido fósil conocido más antiguo, Sahelanthropus de Chad, pero más de un millón de años más viejo que el Ardipithecus ramidus con sus pies parecidos a los simios. Esto está en conflicto con la hipótesis de que Ardipithecus es un antepasado directo de los homínidos posteriores.
Además, hasta el momento, todos los homínidos fósiles de más de 1,8 millones de años (la edad de los primeros fósiles Homo de Georgia) procedían de África, lo que llevó a la mayoría de los investigadores a concluir que era allí donde el grupo evolucionaba. Sin embargo, las huellas de Trachilos están firmemente datadas, utilizando una combinación de foraminíferos (microfósiles marinos) de los lechos subyacentes, además del hecho de que se encuentran justo debajo de una roca sedimentaria muy distintiva formada cuando el mar Mediterráneo se secó brevemente hace 5,6 millones de años.
Durante el tiempo en que se hicieron las huellas de los Trachilos, período conocido como Mioceno tardío, el Desierto del Sáhara no existía; los ambientes parecidos a la sabana se extienden desde el norte de África hasta alrededor del Mediterráneo oriental. Además, Creta todavía no se había separado del continente griego. Por lo tanto, permite ver cómo los primeros homínidos podrían haber vivido entre Europa sudoriental y África, y dejaron sus huellas en una orilla del Mediterráneo que algún día formaría parte de la isla de Creta.
"Este descubrimiento desafía la narrativa establecida de la evolución humana temprana de frente y es probable que genere mucho debate. Queda por ver si la comunidad de investigación de los orígenes humanos aceptará huellas fósiles como evidencia concluyente de la presencia de homínidos en el Mioceno de Creta", dice Per Ahlberg.
Referencias e imagen:
Grzegorz Niedźwiedzkib, Martin G. Lockleyc, d, Athanassios Athanassioue, Charalampos Fassoulasf, Zofia Dubickag, Andrzej Boczarowskic, Matthew R. Bennettk, Per Erik Ahlbergb, Gerard D. Gierlińskia. Possible hominin footprints from the late Miocene (c. 5.7 Ma) of Crete? (2017). Proceedings of the Geologists' Association. Doi.org/10.1016/j.pgeola.2017.07.006
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