miércoles, 12 de junio de 2019

La misteriosa masa metálica en la cara oculta de la Luna

Un material muy denso de naturaleza metálica se ha localizado subterráneo en la cuenca de Aitken, una gran depresión en el polo sur lunar. El equipo americano de astrofísicos responsable de este hallazgo estima que la causa más probable es que dicha masa llegara transportada por el mismo asteroide que, tras su impacto, generó la cuenca de Aitken. Ésta es el mayor cráter de impacto preservado en el Sistema Solar.
Estas son las conclusiones publicadas esta semana en la revista Geophysical Research Letters, por un equipo de investigadores de la Universidad de Baylor , en Tejas.

¿Cómo se gestó el descubrimiento?

El estudio se basa en datos de la NASA, generados por dos fuentes diferentes. Por una parte, millones de datos de mediciones de misiones de reconocimiento de la Luna que durante una década cuantificaron los relieves de la superficie lunar. Por otra, los del laboratorio GRAIL (Gravity Recovery and Interior Laboratory) que durante un año, con ayuda de dos naves espaciales, midió el empuje gravitacional del satélite terrestre.
Cuando los científicos combinaron ambos datos observaron una discrepancia entre la topografía lunar y el arrastre de la gravedad que se esperaría de la masa del satélite. Peter G. James, el autor del artículo, describió esa masa metálica inesperada como de un tamaño cinco veces mayor que la isla principal de Hawai.

Un cráter en el polo sur lunar, el principal sospechoso

Estas discrepancias fueron especialmente sorprendentes en la cuenca de Aitken, sita en la cara oculta de la Luna, un lugar de enorme interés para los científicos y en el que China está mostrando un interés especial. Se trata del mayor cráter de impacto conocido en el Sistema Solar, de 2.000 km de diámetro y 12 km de profundidad y con una edad estimada de 4.000 millones de años. 
El cráter pasó a ser el principal sospechoso de albergar esa masa inesperada. El autor del artículo opina que la cuenca de Aitken es “el mejor laboratorio natural para estudiar los impactos catastróficos que modelaron los planetas rocosos y las lunas que hoy vemos”.
Fotografía de la superficie lunar que forma parte de una colección de imágenes tomadas por astronautas de las misiones Apolo
Fotografía de la superficie lunar que forma parte de una colección de imágenes tomadas por astronautas de las misiones Apolo (NASA)

Nuevas incógnitas se abren

La masa metálica hallada está hundida cientos de kilómetros por debajo de la superficie, en el manto lunar. Hay otras muchas dudas por resolver sobre por qué esa veta terminó allí: ¿Cómo esa masa se ha quedado en el manto, entre la corteza y el núcleo lunar y no se ha hundido hasta el núcleo? James opina que simulaciones matemáticas muestran que si el núcleo de hierro y níquel del asteroide estuviera los suficientemente disperso, podría permanecer en el manto.
Para este geofísico americano, otro origen alternativo a la hipótesis del asteroide es que ese área rica en óxidos se formase por enfriamiento y posterior solidificación del antiguo océano de magma lunar.

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