Es posible que Bennu, el asteroide que se encuentra a 114 millones de kilómetros de la Tierra, sea un fragmento de un planeta oceánico que ya no existe en el sistema solar. Los últimos análisis del material traído por la misión OSIRIS-REx de la NASA revelaron fosfatos y otros elementos que sugieren contacto con líquido.
Los 120 gramos de regolito del asteroide Bennu llegaron a la Tierra en septiembre de 2023. Hubo que esperar unos cuantos meses para acceder a la totalidad del material debido a un problema inesperado con los tornillos que fijaban la cápsula contenedora. Hasta febrero de 2024, la NASA reveló oficialmente el primer polvo nativo de un asteroide en la historia. Luego, procedió a empaquetar el 30% de él para distribuirlo a científicos de todo el mundo.
El artículo publicado en la revista Meteoritics & Planetary Sciencees uno de los primeros análisis externos del material de Bennu. Confirma algunas consideraciones iniciales, como el hecho de que está conformado por carbonatos y silicatos escasos. También proporciona información adicional, como la presencia de fosfatos ricos en magnesio y sodio, elementos que pueden disolverse en agua.
En conjunto, todas estas huellas químicas sugieren que Bennu fue parte de un entorno acuoso. Por ejemplo, algunos materiales arcillosos en el asteroide, como la serpentina, son similares a las rocas encontradas en la zona donde el manto terrestre hace contacto con el agua. Según su historia química, es probable que este objeto espacial haya sido parte de un mundo con agua líquida.
“La composición y mineralogía de la muestra indican una alteración acuosa sustancial. Encontramos distintas composiciones isotópicas de hidrógeno, nitrógeno y oxígeno. Parte del material que analizamos está enriquecido en elementos fluido-móviles”, señala el reporte.
El agua en el sistema solar
Según la última información oficial disponible, el único planeta del sistema solar con agua líquida en la actualidad es la Tierra. Sabemos que Marte la tuvo y hay eveidencia fuerte de que Venus tatambién, pero por diferentes circunstancias ahora son sitios estériles con rastros de esta sustancia congelada en sus polos. Mientras tanto, hay indicios de mares internos de agua en las principales lunas de Júpiter y Saturno. El estudio más reciente sobre el vecindario solar indican que incluso Plutón podría albergar un océano en su interior.
El sistema solar tiene 4,568 millones de años. La datación de Bennu estima que tiene 4,500 millones de años de historia espacial. Aunque la roca no se formó exactamente con la conformación de la estrella, nació en los primeros millones de años, en una etapa llena de turbulencia cósmica. Por lo tanto, los científicos a cargo de la investigación del asteroide creen que el cuerpo del que proviene ya no existe.
Bennu es un asteroide rico en carbono que apenas mide 500 metros de ancho en su ecuador. Pasa cerca de la Tierra cada seis años. Debido a sus características físicas, la NASA considera que el asteroide se desprendió de otro de mayor tamaño hace 2,000 millones de años. Como no ha experimentado cambios sustanciales, Bennu es una especie de “cápsula del tiempo” espacial. Analizar las muestras de su regolito es como mirar las huellas del comienzo del sistema solar.
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