lunes, 26 de diciembre de 2011

Kilos de más

Comer o no comer; ese es el dilema para las personas que quieren perder peso. Pero la decisión que una persona sometida a régimen debe tomar sobre si comer o no un determinado alimento, y la cantidad del mismo, está a menudo determinada por potentes señales ambientales de las que probablemente ni siquiera sea consciente.

Pesarse diariamente puede ayudar a combatir esas fuerzas, según las conclusiones a las que se ha llegado en un nuevo estudio.

Levitsky y Pacanowski analizaron cientos de estudios sobre los factores que influyen en la conducta alimentaria. Han llegado a la conclusión de que la epidemia de obesidad que asola Estados Unidos se debe en buena parte a una serie de factores de los que la gente no suele ser consciente. Por ejemplo, el precio de un producto alimenticio, cuán rápido y fácil es conseguir determinados artículos de alimentación, cuánto tiempo tenemos para comer, y otros factores sobre los cuales tenemos poco o ningún control.

Sin embargo, el tamaño de la ración servida aparece en este nuevo análisis como una de las influencias más potentes dentro de ese conjunto de estímulos ambientales que incitan a la gente a comer en exceso. No se trata tan sólo de si el plato está demasiado lleno. El problema también está presente en los alimentos envasados que ofrecen el producto en porciones individuales, ya que la gente tiende a comerse entera la porción.
Las influencias sociales del entorno, tales como ver a otros comer, son también fuertes estimulantes, y en países como Estados Unidos han cobrado más fuerza en los últimos 50 ó 60 años, a medida que comer en restaurantes se ha vuelto más frecuente. También hay que tener en cuenta que es común que en los restaurantes se sirvan raciones más grandes de las que comeríamos en casa. Una de las razones por las que los restaurantes siguen esa política es que los clientes tienen más probabilidades de volver a un restaurante si perciben una buena relación calidad-precio, un factor importante para las personas que son particularmente sensibles al coste.

Sin embargo, los resultados del nuevo estudio sugieren que pesarse cada día, y confeccionar un gráfico con la evolución del peso puede ayudar a contrarrestar estas fuerzas negativas. Ello se debe a que esa estrategia aumenta nuestra concienciación sobre lo que comemos cada día, y en qué medida influye en la evolución de nuestro peso a lo largo del tiempo.

Eli Mosolova

1 comentario:

  1. Aleix Bonet Benavente del grupo Los invencibles2 de enero de 2012, 15:06

    La verdad es que, a los seres humanos, nos influye todo para hacer cualquier cosa: el egoismo (mira a ése, se está comiendo un plato mejor que el mío, la PRÓXIMA VEZ me pediré ése),
    el que dirán (todo el mundo va a comer al Mc Donal's y yo me quedo en casa, pues no!, A PARTIR DE AHORA voy a ir a comer al Mc Donal's); incluso nos hacen cambiar de opinión (MAYÚSCULA). Tambíen, como bien se explica, los factores ambientales (que calor, VOY A COMER un helado).

    Supongo que éste es el precio que hemos de pagar por ser los seres mas desenvolupados del planeta.

    Aleix Bonet Benavente del grupo Los invencibles

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