Paleontólogos de la Universidad de Alberta (Canadá) han descubierto una nueva especie de lagarto, bautizada como Gueragama Sulamericana, en el municipio de Cruzeiro do Oeste en el sur de Brasil, en los afloramientos rocosos de un desierto Cretácico Tardío de hace aproximadamente 80 millones de años. El estudio se publica en la revista Nature Communications.
Esta nueva especie de lagarto es la primera del grupo conocido como acrodonta (cuyos dientes se fusionan en la parte superior de sus mandíbulas) hallada en América del Sur, lo que sugiere que los dos grupos de lagartos antiguos existentes del Viejo y Nuevo Mundo se distribuyeron por todo el planeta antes de la ruptura definitiva de Pangea.
"Las cerca de 1.700 especies de iguanas existentes están restringidas casi sin excepción al Nuevo Mundo, sobre todo desde el sur de los EE UU hasta la punta de América del Sur", dice Michael Caldwell, profesor de ciencias biológicas de la Universidad de Alberta y uno de los autores del estudio.
Sin embargo, los parientes más cercanos de las iguanas, como los camaleones y dragones barbudos, pertenecen todos al Viejo Mundo.
"La evolución del grupo es mucho más antigua de lo que se había pensado previamente. Esto significa que podemos remontar el origen de los acrodonta a hace 80 millones de años en América del Sur. Ahora necesitamos centrarnos en unidades mucho más antiguas de roca para ver si nos encontramos con el siguiente paso en el proceso".
Los restos fósiles de un Viejo Mundo
La distribución de las plantas y los animales desde el Cretácico superior reflejan la historia de Pangea cuando era un supercontinente.
"El fósil Gueragama Sulamericana demuestra que su grupo es antiguo y que probablemente su origen está en el sur de Pangea. Después de la ruptura, los acrodonta y los camaleones predominaron en el Viejo Mundo, y los lagartos iguánidos surgieron de este linaje acrodonta que quedó aislado en América del Sur, dice Caldwell.
Lo que por entonces era Sudamérica permaneció aislado hasta hace unos cinco millones de años, cuando se topó con América del Norte y se produjo un intercambio de organismos entre el norte y el sur.
“Fue como una especie de Arca de Noé flotando durante un tiempo muy largo, 100 millones de años. Este es un lagarto del Viejo Mundo en el Nuevo Mundo en un momento en que no esperábamos encontrarlo. Responde a algunas preguntas acerca de los lagartos iguánidos y su origen”, añade el investigador.
Tiago Simoes, autor principal del trabajo apunta: "Al igual que con muchos otros descubrimientos científicos, este plantea una serie de preguntas que no hemos considerado anteriormente. Esboza una serie de preguntas sobre las rotaciones biogeográficas y faunísticas de gran interés, tanto para los paleontólogos como para los herpetólogos. Esperamos responderlas en el futuro".
Referencia bibliográfica:
Michael Caldwell et al. Nature Communications 26 de agosto de 2015
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