Es una especie única entre nuestras mariposas nocturnas, descubierto y descrito por un español, Mariano de la Paz Graells, zoólogo y, por aquel entonces, director del Gabinete de Historia Natural y del Jardín Botánico de Madrid, quién la dedicó a la Reina Isabel II de Borbón, quedando la soberana muy agradecida como sorprendida por la belleza y porte de tal mariposa.
Pronto le llovieron a Graells los detractores que aseguraban que una mariposa tan distinta de las europeas era imposible que hubiese sido capturada en España, y daban la posibilidad de haber sido traída de la India o América.
La primera descripción hecha por Graells de la Graëllsia isabellae la realizó en un trabajo titulado "Description d´un Lépidoptère nouveau de la tribu Saturnides, appartenant à la Faune entomologique espagnole". En 1852 publicó otra descripción, esta vez en una revista española, Memorias de la Real Academia de Ciencias de Madrid, donde, con las siguientes palabras, la dedicó a la Reina Isabel II: "Al augusto nombre de S.M. la Reina Doña Isabel II, dedico esta magnífica Saturnia, único representante en Europa de la Sección a que pertenecen la Diana, Luna, Selene, Isis, y otras divinidades menos positivas que la nuestra" (G.Ceballos y R.Agenjo - "Ensayo sobre la Gaëllsia isabelae (Graels), el lepidóptero más bello de Europa" - Instituto Español de Entomología, Madrid. 1943. Publicado en EOS, Revista Española de Entomología, tomo XIX, págs. 303 - 414).
Al parecer, según cuenta la historia, fue el médico de la familia Real quien advirtió de la posible existencia de una mariposa similar a la Actia luna por los pinares de la Sierra de Guadarrama. Así fue como entrando la tarde el perro de Graells comenzó a ladrar frente a una hembra de dicha mariposa que estaba posada en el tronco de un pino. La historia cuenta, también, que este primer ejemplar lo regaló a la Reina Isabel II para que lo luciera en su vestido, y así lo hizo durante un acto oficial en Palacio.
Su envergadura es de 45 a 65 mm. Presentan un dimorfismo sexual muy acusado. El macho tiene las antenas pectinas, en forma de peine, son de color pardo rojizas. El tórax con bastante vellosidad, también pardusco rojizo con anillos amarillos. Las alas anteriores son translúcidas de color verdoso pálido con tonos amarillentos suaves. Las venas pardo rojizas muy destacadas. Un ocelo con el borde negro y el interior amarillo, rojizo y azul (en este orden). Las alas posteriores igual pero terminan en una larga cola semidoblada o ligeramente curvada de manera longitudinal. La hembra de aspecto y abdomen más robusto. Las antenas finas y los colores de las alas similares pero con la prolongación caudal bastante más corta.
El imago vuela por las noches en los bosques húmedos de pinos (Pinus sylvestris y Pinus laricio) sobre los que se desarrolla la oruga, también de un colorido verde precioso (ver fotografía), en una altitud comprendida entre los 1.000 y 1.800 metros. Desde finales de marzo hasta primeros de julio. El macho suele emprender el vuelo hacia las 23:30 horas aproximadamente, a veces, más tarde. La hembra, por el contrario, comienza el paseo hacia las 01:00 horas y más tarde hasta las 02:30 horas según he podido comprobar personalmente.
Los huevos son depositados en los pinos en el mes de julio. A los 15 ó 20 días eclosionan. La crisálida se entierra al pié del pino y pasa el invierno.
Son atraídos por la luz ambos. La primera captura se hizo en el Monte Peguerinos (Ávila). Se halla distribuida por la Sierra de Guadarrama, en los Montes Universales, Sierras de Javalambre, Sierra de Gudar, Sierra de Segura, Sierra de Cazorla, Pirineos orientales españoles, Cataluña, Gerona... principalmente.
Es una especie protegida.