Imagen del cometa C/2020F8 SWAN tomada por Gerald Rhemann desde Farm Tivoli, Namibia el 29 de abril (con permiso del autor).
Otro cometa pone en marcha a los expertos y a los astrofotógrafos de todo el planeta. Descubierto por la cámara SWAN a bordo del Solar Heliospheric Observer (SOHO) el pasado 25 de marzo ha mostrado una evolución muy favorable y es actualmente visible a simple vista en la constelación de la Ballena (Cetus). Y es que, justo nos estábamos consolando de la fragmentación del cometa ATLAS C/2019 Y4, cuando este otro cometa hace que tengamos un nuevo objetivo científico entre estos esquivos y fascinantes cuerpos helados.
El cometa presenta una preciosa cola de gas o iónica (véase Figura 1) dado que la sublimación de sus hielos por la luz solar hace que el viento solar barra en dirección antisolar las especies moleculares que se desprenden de su superficie. Y es que, a diferencia de los asteroides, los cometas son cuerpos compuestos en buena parte de materiales volátiles.
Trayectoria aparente del cometa SWAN (C/2020F8) en el firmamento desde el 5 de mayo al 3 de junio (cortesía Sky & Telescope)
El cometa posee una órbita muy abierta con una excentricidad cercana a 1 que lo haría seguir una parábola. Nuevas observaciones astrométricas permitirán precisar mejor su órbita. En consecuencia vamos a ver su paso por el perihelio a lo largo de muchos días, aunque su rango de observación quedará bastante restringido por su baja elongación. Durante las dos próximas semanas el cometa será visible en el cielo de la mañana, justo en plena madrugada pero moderadamente bien situado para realizar fotografías. No requiere demasiada instrumentación, con unos simples prismáticos o una cámara dotada de un teleobjetivo será perfectamente visible. La carta adjunta nos ayudará a situarlo, surcando en las próximas semanas las constelaciones de Cetus-Piscis-Aries, justo a la izquierda del famoso cuadrado de Pegaso.
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