lunes, 1 de febrero de 2021

Un mono aullador con leucismo

 aminar por las selvas tropicales del sur de México mientras disfrutamos de sus aromas, sonidos y colores nos ofrece la oportunidad de encontrarnos con grandes sorpresas de la naturaleza. En estas selvas viven tres especies de monos silvestres; su presencia constituye el límite más septentrional de los primates de todo el continente americano. Una de tales especies es el mono aullador negro (Alouatta pigra), un habitante exclusivo de la copa de los árboles y que tiene un estado de conservación vulnerable debido a la destrucción de su hábitat. Denominado localmente saraguato, este mono se distribuye geográficamente desde Tabasco, Chiapas y la península de Yucatán hasta localidades de Mesoamérica en Belice y Guatemala.

A lo largo de treinta años de investigaciones, nuestro grupo ha abordado numerosos aspectos de la historia natural del saraguato, y los hallazgos sobre él no han dejado de asombrarnos. El último ha sido el descubrimiento de un individuo con el pelaje marrón, en lugar del habitual negro, a causa una mutación parecida al albinismo denominada leucismo.

El albinismo es un trastorno cromático que se debe a la incapacidad de los melanocitos (células pigmentarias) de sintetizar melanina, el pigmento responsable del color del pelaje y los ojos. El leucismo, en cambio, se caracteriza por la ausencia total o parcial de melanocitos y no afecta al color de los ojos. El defecto puede producirse en diferentes partes del pelaje, lo que da lugar a la formación de manchas blancas de distinta extensión, o bien manifestarse de forma uniforme, lo que genera coloraciones homogéneas que van desde el blanco hasta tonalidades más claras de lo normal.

El saraguato leucístico que descubrimos corresponde a este último caso. Se trata de un macho adulto, de unos 12 o 15 años de edad y una excelente condición física, con un peso de entre 9 y 12 kilogramos. Es el primer ejemplar de esta especie con leucismo que se ha documentado, y también representa una excepción entre los vertebrados de gran tamaño.

Para conocer mejor los efectos del leucismo en este primate, hemos desplegado una estrategia de seguimiento conductual, ecológico, fisiológico y genético del grupo social al que pertenece y en el que parece ejercer un papel de líder. Nos interesa saber cómo influye su coloración y su aspecto diferente en las interacciones que mantiene con otros miembros de la especie, tanto dentro como fuera de su ámbito hogareño. Este individuo único constituye desde su descubrimiento un emblema de la primatología de Mesoamérica y puede ayudar a fomentar la conservación de los monos nativos y su hábitat, ambos en regresión.


El habitual pelaje negro de los saraguatos (Alouatta pigra) les ayuda a pasar inadvertidos en las copas de los árboles. Estos primates dispersan con las heces las semillas de los frutos que consumen, lo que favorece la regeneración de las selvas tropicales. Los trastornos cromosómicos que provocan una pigmentación anómala son muy poco comunes en los primates. En el sur de México se ha descubierto un saraguato con leucismo, el primer caso documentado para su especie (fotografía).

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