El lenguaje hablado no ha dejado huellas fósiles a lo largo de su evolución, por lo que los científicos no saben cuándo se originó exactamente, aunque hasta ahora se ha creído que fue hace entre 70.000 y 100.000 años.
Los humanos somos capaces de hablar gracias a la posición inferior de la laringe, el órgano situado en la parte superior de la tráquea y que permite la emisión de la voz y de los sonidos de las vocales.
El resto de mamíferos tienen la laringe más alta. En los primates no humanos, su posición de les impediría producir las vocales del lenguaje humano. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en PLoS ONE revela que los babuinos pueden emitir hasta cinco sonidos similares a las vocales humanas en diferentes contextos.
"Hay muchos estudios sobre el origen del lenguaje, pero no sobre el del habla. Una posible razón es la hipótesis de la baja laringe ampliamente aceptada por la comunidad científica", declara a Sinc Joël Fagot, investigador en el Instituto de Investigación sobre el Cerebro y el Lengua de la Universidad Aix-Marseille (Francia) y autor principal del trabajo.
"La total aceptación de esta teoría ha desviado el interés de los científicos lejos del sonido articulado en primates no humanos como posible origen del habla humana. Por eso muchos colegas centran su atención en la comunicación gestual o cognitiva y en los mecanismos neuronales y genéticos, en lugar de la comunicación vocal como posibles orígenes del lenguaje”, aclara Fagot.
El equipo de científicos analizó 1.335 vocalizaciones espontáneas de trece machos y hembras de babuinos de Guinea (Papio papio) en distintos contextos sociales. También estudió la anatomía de los tractos vocales de dos individuos fallecidos por causas naturales que presentaban un tracto vocal similar al de un niño humano y unas cuerdas vocales parecidas a las de un adulto humano.
“Los babuinos no pueden hablar, no pueden producir vocales en un sentido estricto, pero son capaces de producir un sistema de vocalizaciones con sonidos parecidos a las vocales”, indica a Sinc Louis-Jean Boë, primer autor del estudio e investigador en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS, por sus siglas en francés) y la Universidad Grenoble Alpes (Francia).
El movimiento de la lengua es clave
Los resultados demuestran que estos animales –albergados en el centro de primates del CNRS de Rousset-sur-Arc (France)– son capaces de generar estos cinco sonidos gracias a que las lenguas de los babuinos tienen los mismos músculos que las humanas, según reveló el análisis anatómico.
“La lengua del babuino puede moverse en dos ejes, arriba y abajo, y adelante y atrás. Esto es fundamental, pues son movimientos necesarios en el ser humano para producir vocales”, informa Fagot.
El descubrimiento señala que, del mismo modo que los humanos, estos primates utilizan los movimientos de la lengua para formar cada uno de esos cinco sonidos similares a los vocálicos del ser humano. El trabajo también demuestra que los babuinos combinan estos sonidos parecidos a las vocales. “El análisis de las llamadas de contacto, por ejemplo, mostró que estas contienen dos sonidos usados dentro de la misma vocalización”, detalla el investigador.
La investigación sugiere así que el lenguaje hablado en las personas pudo haber evolucionado a partir de capacidades de articulación que ya poseía el último ancestro común entre humanos y Cercopithecidae, la familia a la que pertenecen los babuinos, hace unos 25 millones de años.
"Creemos que nuestro trabajo renovará el interés de los investigadores por estudiar las vocalizaciones de los primates para explorar aún más este sistema de sonidos similares al de las vocales humanas", explica Boë.
Los científicos se centrarán en dos líneas de trabajo: si el habla ha evolucionado a partir de la acción de tragar, y si los babuinos pueden controlar sus vocalizaciones de manera intencional y ser entrenados para emitirlos. “Hay mucho que hacer en este ámbito”, concluye Fagot.
Macacos con la anatomía para hablar
En esta misma línea, un estudio, publicado el pasado mes de diciembre en Science y liderado por la Universidad de Princeton (EE UU), determinó que los macacos –que pertenecen a la misma familia que los babuinos– poseen la anatomía para producir el habla humana, pero carecen de los circuitos neuronales necesarios para ejecutarla.
“Ambos estudios invalidan por completo la teoría aún aceptada de la baja laringe”, dice Boë. El estudio de los macacos demuestra a través de una serie de radiografías y simulaciones que estos primates podrían producir una amplia serie de sonidos del habla.
Referencia bibliográfica:
Boë L-J, Berthommier F, Legou T, Captier G, Kemp C, Sawallis TR, et al. "Evidence of a Vocalic Proto-System in the Baboon (Papio papio) Suggests Pre-Hominin Speech Precursors". PLoS One, 11 de enero de 2017.