Un grupo de científicos acaba de publicar los resultados de cinco años de observaciones de Io, la luna volcánica de Júpiter, revelando lo extraña que es. Hasta describen cómo un volcán que podría verse influenciado por la órbita que sigue la propia luna.
Io es la cuarta luna de Júpiter en tamaño, y el objeto con mayor actividad volcánica de todo el sistema solar. Estos cinco años de observaciones infrarrojas van al contrario de los modelos científicos que han hecho del planeta: todas las erupciones más brillantes parecen ocurrir solo en uno de los hemisferios de Io, por ejemplo. La actividad volcánica extrema de Io lo convierte en uno de los objetos preferidos de los astrónomos.
“Si queremos entender la actividad volcánica de forma más general, en vez de hacerlo desde una perspectiva centrada en la Tierra, Io es el lugar perfecto”, dijo a Gizmodo Katherine de Kleer, profesora de ciencias planetarias en el Instituto CalTech.
Los volcanes de Io han sido un misterio durante mucho tiempo. Parecen estar dispuestos de una forma un tanto aleatoria a lo largo de su superficie, en menor cantidad en los polos y en las partes de la luna que están más lejos de Júpiter (como ocurre con nuestra propia luna, un lado de Io siempre está de frente a Júpiter). Los investigadores observaron Io durante un total de 271 noches entre 2013 y 2018, utilizando los telescopios Keck y Gemini Norte, ambos en Hawái. Durante este periodo, los investigadores tomaron nota de nuevas erupciones y nuevos puntos de erupción, así como de 113 flashes del volcán más poderoso de Io, el Loki Patera.
El análisis inicial del equipo, publicado recientemente en The Astrophysical Journal, ya reveló que las erupciones del planeta son generalmente calientes, a algo menos de 538 grados Celsius. Y todas las erupciones más brillantes ocurrieron en el hemisferio que opuesto a la dirección en la que Io se mueve alrededor de Júpiter, aunque la cantidad total de energía liberada durante las erupciones fue la misma tanto en el lado anterior como en el posterior de la luna. Este resultado no ha sido del todo explicado por las predicciones teóricas que se han hecho sobre Io, dijo De Kleer.
De Kleer también dirigió un segundo análisis del comportamiento del Loki Patera desde 1987 hasta 2018. Estos resultados, publicados en Geophysical Research Letters, parecen demostrar que las variaciones en la actividad del volcán están correlacionadas con los cambios de la órbita de Io. La luna orbita Júpiter cada 1,77 días, pero su orientación cambia cada 480 días. Esto ofrece algunas pruebas de que el comportamiento del volcán está ligado a la atracción gravitatoria de Júpiter. Pero De Kleer dijo a Gizmodo que estos resultados aún son preliminares, y que esperan probar algunas de estas hipótesis con estos últimos datos que han recogido.
Ya resulta interesante de por sí aprender el funcionamiento de una luna lejana, pero también hay algunas cosas que pueden reflejar sobre la Tierra, dijo de Kleer. El vulcanismo en Io tiene una temperatura más alta que en la Tierra y contiene más magma, pero se cree que esta actividad volcánica era la que había en la Tierra durante su historia temprana. Io nos permite entender mejor los procesos que forman los planetas y las lunas, y cómo se van modificando en función de su entorno.
Los investigadores esperan observar con más detenimiento a Io y poder añadir datos de misiones complementarias, como la de Juno. Tal vez, como adelantó Nat Geo, los investigadores algún día envíen una nave espacial para visitar esta luna directamente.
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