La noche del sábado 18 al domingo 19 de mayo fue memorable: de repente, un destello azul iluminó los oscuros cielos de España y Portugal, dejando boquiabiertos a todos los espectadores que presenciaron el raro espectáculo astronómico. De hecho, decenas y decenas de fotos y vídeos fueron publicados en las redes sociales. Mostraban cómo el cielo nocturno se convertía brevemente en luz diurna y brillaba en tonos blancos, verdes y azules. Pero, ¿qué era exactamente?
Un fragmento de cometa
En un principio se pensó que el destello azul estaba causado por un asteroide porque estos cuerpos rocosos dejan estelas muy altas al destruirse en la atmósfera terrestre. Sin embargo, la bola de fuego que generó el destello azul se precipitó como una bala hacia la Tierra a una velocidad estimada de unos 45 kilómetros por segundo, que es más del doble de la de un asteroide típico. Por tanto, según la Agencia Espacial Europea (ESA), se trataba de un pequeño fragmento (meteoroide) de un cometa compuesto de hielo que ardió a una altura de 60 kilómetros sobre el océano Atlántico. El Observatorio Astronómico Español de Calar Alto también afirmó que, según un análisis preliminar del Instituto de Astrofísica de Andalucía, el objeto tendría "un origen cometario".
Cometas
No es raro que los cometas creen estrellas fugaces. "Tenemos varias lluvias de meteoros a lo largo del año, que son el resultado del paso de la Tierra a través de nubes de escombros de cometas específicos", explicó a The New York Times Meg Schwamb, astrónoma planetaria de la Universidad Queen's de Belfast. Estas lluvias de meteoros, al igual que este último fragmento solitario, iluminan el cielo de forma similar: en pocas palabras, el aire situado delante de los fragmentos de roca se comprime y produce calor que, a su vez, quema, erosiona y destruye los restos, creando una estela de luz. Algunos meteoroides se queman por completo, mientras que otros pueden explotar en la atmósfera, generando una onda de choque que puede afectar a la superficie terrestre. El fragmento de este fin de semana "es probablemente un poco más grande que buena parte de los meteoros que vemos durante las lluvias de estrellas, por lo que simplemente creó un espectáculo de luz mayor", señaló Schwamb.
Defensa planetaria
Además de recordarnos que la Tierra participa en la infinita partida de billar planetario del Sistema Solar, el espectáculo del rayo azul sirvió de prueba para los expertos implicados en tratar de proteger nuestro planeta de posibles amenazas de grandes asteroides. De hecho, uno de los principios de la defensa planetaria es encontrar las rocas espaciales antes de que ellas nos encuentren a nosotros, pero el fragmento de cometa no fue descubierto antes de su aparición. La búsqueda de tantos asteroides potencialmente peligrosos posible sigue siendo, por tanto, una tarea de la máxima importancia.
Artículo publicado originalmente en WIRED Italia, adaptado por Manuel de León.
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