martes, 14 de mayo de 2024

Venus albergó océanos como la Tierra. ¿Por qué se quedó sin agua?

 No existe forma de que Venus, el segundo planeta más cercano al Sol, retenga agua líquida en su superficie. Sin embargo, en algún momento de la historia del sistema solar, este mundo pudo haber albergado tantos océanos como la Tierra. La ciencia ha encontrado evidencia al respecto. La velocidad a la que se evaporaron esos mares extraterrestres y el mecanismo que lo detonó son incógnitas recurrentes en el campo de la astrobiología. Una nueva y atractiva respuesta a dicho planteamiento surge a través de un artículo publicado en Nature, en donde se sugiere que el agua venusina probablemente desapareció debido a un fenómeno químico que ya se ha observado en Marte.

Los instrumentos de observación han revelado que Venus“transpira” vapor de agua y lo expulsa constantemente al espacio exterior. Gracias al deuterio, una especie vestigio de hidrógeno prehistórico, los científicos calculan que el planeta tuvo una cantidad similar de agua que la Tierra. Sin embargo, por circunstancias que no están completamente claras, en Venus se detonó un efecto invernadero que elevó su temperatura a más de 400 grados Celsius. Los mares originales deberían estar presentes en sus nubes, pero en su lugar, una parte fundamental de ellos ha sido expulsado durante miles de millones de años, dejando la superficie completamente seca.

El culpable de este fenómeno probablemente sea una extraña interacción de una molécula en la atmósfera venusina, conformada por hidrógeno, carbono y un ion de oxígeno (HCO+). M.S. Chaffin, autora de reporte, afirma que el proceso denominado recombinación disociativa de HCO+ provocó que el agua del planeta desapareciera dos veces más rápido de lo estimado.


Los planetas se forman a partir de un disco de materia cósmica que gira alrededor de una estrella.
El Telescopio Espacial James Webb confirmó que el hielo de las regiones externas de un disco protoplanetario se dirige hacia el centro y, en su camino, se transforma en vapor de agua.

El robo de hidrógeno en Venus

Para comprender la propuesta del equipo de M.S Chaffin, sigue la siguiente ruta de compuestos químicos vinculados al líquido. Cuando el agua (H2O) se evapora debido al aumento de la temperatura del entorno, las moléculas pueden ascender para combinarse con el dióxido de carbono de la atmósfera (CO2), formando la cadena HCO+. La recombinación, en la que interactúan electrones y iones, esencialmente separa el hidrógeno del vapor de agua y lo empuja fuera del planeta.

Sin los átomos (H), el oxigeno sobrante se vuelve parte de los gases del efecto invernadero de Venus. Mientras tanto, hidrógeno aislado, al perder ese peso extra, se vuelve más veloz, se calienta y escapa al espacio. La recombinación disociativa es una sólida explicación para la aridez del planeta.

“El HCO+ se produce constantemente en la atmósfera, pero los iones individuales no sobreviven por mucho tiempo. Los electrones en la atmósfera encuentran estos iones y se recombinan para dividirlos en dos. En el proceso, los átomos de hidrógeno se alejan e incluso pueden escapar por completo al espacio, robándole a Venus uno de los dos componentes del agua”, señala la Universidad Boulder de Colorado.

La nueva historia del agua de Venus

De acuerdo con la hipótesis del HCO+, Venus tiene una nueva historia de su agua. Si la pérdida de sus océanos ocurrió dos veces más rápido, entonces el planeta se secó en 600 millones de años. La datación alternativa tiene otras implicaciones más prometedoras, pues la historia de la evolución hídrica venusina podría tomar el siguiente enfoque: los océanos estuvieron presentes durante un período más amplio, entre 2,000 y 3,000 millones de años aproximadamente.

Las probabilidades de que Venus sea un planeta con condiciones aptas para la vida aumentarían, opinan científicos. El escenario seduce a los astrobiólogos debido a que el planeta comparte proporciones similares a las de la Tierra. La comunidad científica constantemente los considera “gemelos”. Comprender la desaparición del agua en Venus podría ser crucial para determinar los límites en los que un cuerpo deja de ser habitable en el universo.

Aunque prometedora, la idea de la recombinación disociativa del ion HCO+ se enfrenta a un enorme obstáculo. Hasta ahora, ninguna herramienta de observación ha detectado este ion en la atmósfera de Venus, aunque sí se ha encontrado en la atmósfera de Marte. Lo que le arrebató el agua al planeta rojopodría haber tenido un efecto similar en su vecino. Ambas probabilidades actualmente se encuentran en investigación.

Identificar el HCO+ debe convertirse en una prioridad, afirman los expertos. Las misiones anteriores a Venus no sabían qué buscar, y las próximas, programadas para más allá de 2030, no cuentan con el equipo necesario para rastrearlo.

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