La sonda Venus Express,
de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha descubierto que la ionosfera
de Venus se expandió en su cara nocturna en 2010 durante un corto
periodo de tiempo, formando una cola similar a las
de los cometas. Según informa la ESA en
un comunicado, este sorprendente hecho se produjo porque la presión del
viento solar descendió en ese periodo hasta valores inusualmente bajos.La forma y la densidad
de la ionosfera suele estar determinada por el campo magnético, pero en
Venus, debido a que no tiene campo magnético propio, la forma de su
ionosfera depende de la interacción con el viento
solar, indican estas fuentes. En agosto de 2010, la
sonda Stereo-B de la NASA detectó que la densidad del viento solar había
disminuido hasta valores 50 veces por debajo de lo habitual, situación
que se mantuvo durante 18 horas Cuando la ráfaga de
viento de baja intensidad alcanzó Venus, la sonda de la ESA observó cómo
la ionosfera del planeta se expandía hacia su cara nocturna tomando una
forma similar a la de las colas de iones que
emiten los cometas.
Lágrima formada por la ionosfera
“La ionosfera empezó a
tomar forma de lágrima entre 30 y 60 minutos después de que disminuyese
la presión del viento solar. En dos días terrestres, se había expandido a
lo largo de una distancia equivalente a
dos veces el radio del planeta”, explica Yong Wei, del Instituto Max
Planck (Alemania) para la Investigación del Sistema Solar, autor
principal del trabajo, cuyos resultados han sido publicados en la
revista Planetary and Space Science. En condiciones
normales, el plasma ionosférico fluye a lo largo de un estrecho canal en
la ionosfera, pero los científicos no se ponían de acuerdo sobre qué
ocurriría cuando el viento solar soplase con menos
intensidad. Las opciones eran que
aumentara el flujo de plasma al ensancharse el canal como consecuencia
de una menor presión de confinamiento o que disminuyera el transporte al
haber menos presión para empujar el plasma
a lo largo de dicho canal.“Por fin podemos
afirmar que el primer efecto es de mayor magnitud que el segundo, lo que
provoca que la ionosfera se expanda considerablemente cuando disminuye
la presión del viento solar”, aclara Markus Fraenz,
también del Instituto Max Planck y coautor de la publicación.Los científicos piensan
que se podría detectar un fenómeno similar en Marte, el otro planeta
del Sistema Solar interior que no presenta campo magnético.
La partícula de Déu
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