Su nombre es
olinguito, vive en los bosques de niebla de Colombia y Ecuador y es el
protagonista de un importante descubrimiento científico: es la primera nueva
especie de carnívoro que se identifica en el hemisferio occidental en 35 años.
Este nuevo miembro de
la familia de los mapaches fue presentado en Washington este jueves por el
hombre que lideró la investigación: Kristofer Helgen, un zoólogo del Museo de
Historia Natural del Smithsonian, que alberga la colección más grande de
mamíferos del mundo.
Tras una década de
investigación, expediciones y análisis, Helgen logró el descubrimiento de este
carnívoro, un hecho extremadamente raro en el siglo XXI.
Según el Smithsonian,
esta es una criatura misteriosa que ha sido víctima de una identidad equivocada
por más de 100 años.
El viaje para
descubrirlo llevó a los científicos desde las profundidades de un museo en
Chicago a los bosques de niebla de Sudamérica y de ahí a laboratorios genéticos
de Washington.
"La ciencia no
conoce muchas de las especies del mundo. Documentarlas es el primer paso hacia
la comprensión de la gran riqueza y diversidad de la vida sobre la
Tierra", aseguró Helgen, quien explicó su hallazgo en una conferencia de
prensa en la que estuvo presente BBC Mundo.
Es el miembro más
pequeño de la familia de los mapaches (racunas).
• Mide 35,5cm, más una cola de
unos 38cm y pesa 900g.
• Machos y hembras tienen tamaños parecidos.
• Come
principalmente fruta, pero también insectos y néctar.
• Es un animal nocturno
y solitario que vive en los árboles.
• Las madres crían un solo cachorro por
vez.
• Vive en los bosques tropicales de Ecuador y Colombia, a gran altura.
Fuente: Instituto
Smithsonian
En los corredores de
esta inmensa colección del Smithsonian, que tiene 600.000 especímenes, Helgen
tiene la labor de descubrir nuevas especies.
Ya encontró al
murciélago más grande del mundo y al mandicut más pequeño -un marsupial
australiano- pero no duda en afirmar que el olinguito es su principal
descubrimiento.
"Es difícil
explicar cuán emocionado estoy", le dice a BBC Mundo.
Y no es para menos:
aunque es común encontrar nuevos insectos, es sumamente atípico hallar un animal
tan grande y que coma carne.
¿Cómo halló Helgen al
olinguito?
Su primera pista
llegó cuando estaba revisando una muestra de restos de animales en un museo de
Chicago. Allá notó un especimen que no reconocía.
Intrigado, se puso la
tarea de comparar el ADN de este animal con el de otras cinco especies
conocidas, hasta que encontró que se trataba de algo nuevo.
Su tarea, sin
embargo, no terminó ahí: ahora debía encontrar si la especie podía estar
viviendo en algún lugar de la Tierra.
¡Y eureka! Con ayuda
de las especies relacionadas, lo halló en los bosques de niebla de Colombia y
Ecuador.
Helgen explicó que no
quería mostrar simplemente los restos de una nueva especie, sino descubrir si
vivía en algún lugar y eso lo llevó a Ecuador. Lo hizo con un equipo de EE.UU.
y Ecuador, con ayuda de un científico ecuatoriano llamado Miguel Pinto.
Pinto creía haber
visto a un olinguito antes y grabó su imagen en las selvas tropicales de su
país con una cámara. Eso llevó a Helgen y su equipo a una expedición de tres
semanas para encontrar al animal.
Ahora se sabe que el
olinguito vive en varias áreas protegidas que van del centro de Colombia al
occidente de Ecuador. Aunque es un
carnívoro, se alimenta principalmente de fruta. Sale de noche y vive solo. Los científicos ahora
creen que entre 1967 y 1976, un olinguito fue exhibido en varios zoológicos del
país, sólo que lo confundieron con una especie parecida y no entendían por qué
no se podía reproducir.
Fue trasladado de un
zoológico a otro, hasta que murió sin ser identificado. Pero ahora y gracias
a esta investigación, ya se conocen los primeros detalles del olinguito. Y ese es el primer
paso: ahora falta determinar, entre otros aspectos, cuántos animales hay, así
como averiguar más detalles de su hábitat. Helgen asegura en la
rueda de prensa a la que asistió BBC Mundo que aunque la especie no está en
peligro, "hay razones para estar preocupados".
La razón es que,
según los científicos del Smithsonian, 42% del hábitat histórico del olinguito
ya ha sido convertido a la agricultura o a áreas urbanas. Pero la preservación
del olinguito y su hábitat es un tema para más adelante. Por ahora, la atención
está puesta en la novedad de la especie.
"Un animal como
el olinguito, descubierto en pleno siglo XXI...esta historia nos recuerda que
este mundo no está explorado y que para los mamíferos, la era del
descubrimiento está lejos de terminar", asegura Helgen.
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