El año 2020 comenzó con una de las peores noticias de las últimas décadas: un extraño virus nacido en China se propagaba de manera descontrolada entre la población mundial, sin entender dónde había nacido, cómo se contagiaba o, incluso, cómo se podía detener. Un año después, con más de 95 millones de casos y 2 millones de fallecidos en todo el mundo, el planeta entero trata de frenar una de las pandemias más asoladoras de la historia, que continúa descontrolada y con la que lucha con todos los medios posibles. Sin embargo, sin ánimo de ser agoreros, los expertos avisan: no es el único virus que preocupa.
Supaporn Wacharapluesadee es una de las virólogas más reputadas del planeta. Esta científica tailandesa lleva varias décadas descubriendo, estudiando y analizando todo tipo de virus. Directora del Centro de Ciencias de la Salud y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Cruz Roja de Tailandia, lleva más de una década formando parte del proyecto Predict, un plan mundial encargado de detectar y detener enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas que nacen en animales y terminan pasando al ser humano. Por esa razón, fue la primera en detectar un caso de covid-19 fuera de las fronteras chinas y, ahora, avisa de otros virus igualmente peligrosos.
Esta científica es experta en el estudio e investigación de virus animales, centrada especialmente en los murciélagos. Wacharapluesadee sabe que este animal es una de las especies que mayor número de virus es capaz de albergar en su interior sin que les haga enfermar, debido al especial sistema endocrino con el que cuenta. De hecho, es consciente de que enfermedades como el covid-19, el ébola o el SARS nacieron del murciélago y terminaron por afectar al ser humano, en muchos casos después de pasar por otro animal intermedio. Por esa razón, lleva décadas estudiando estas especies y los potenciales virus que pueden llegar al ser humano, entre los que destacan uno que considera uno de los más peligrosos del mundo: el Nipah.
Descubierto en 1998, los expertos aseguran que es un virus que tiene absolutamente todas las características para convertirse en otra pandemia mundial. En los últimos años, han descubierto que el número de caso relacionado directamente con el Nipah va en aumento y el principal problema con este virus tiene que ver con su elevada tasa de mortalidad. Pese a descubrirse el primer caso en seres humanos hace más de 20 años, no existe tratamiento para esta enfermedad, que tiene características similares al covid, como es su amplio periodo de incubación y los síntomas respiratorios en las primeras fases de la enfermedad.
Según explica Wacharapluesadee a BBC, este virus se encuentra de manera natural en los murciélagos de la fruta y cuenta con una tasa de mortalidad entre los seres humanos entre el 40% y el 75%. De hecho, en los listados anuales que la Organización Mundial de la Salud (OMS) da a conocer los patógenos potencialmente peligrosos para el ser humano, el Nipah siempre aparece entre los 10 más peligrosos, y se teme que pueda proliferar entre los seres humanos y que aumente el número de casos en los próximos años. Esto es debido a que, en las últimas décadas, el ser humano ha ido industrializando y copando espacios rurales donde tradicionalmente bien estos murciélagos y, de manera más habitual, distintas poblaciones asiáticas conviven en los espacios naturales de los murciélagos de la fruta.
De hecho, los expertos ya saben que en Bangladesh e India se han producido diferentes brotes en los últimos años. Según diferentes investigaciones, los científicos están cada vez más convencidos de que la infección tiene lugar por el consumo de jugo de palmera datilera. Vendedores ambulantes colocan cuencos en los troncos de estos árboles para recoger el zumo que se derrama de estos frutos y, a continuación, venderlo en los puestos. Es un manjar muy atractivo para los locales, pero lo que desconocen es que el murciélago de la fruta que vive en estas plantaciones orina en los propios árboles, por lo que, cuando están infectados del Nipah, terminan llevando el patógeno hasta el cuenco y provocando la infección de aquellos que lo consumen.
Uno de los argumentos que más se han escuchado en los últimos meses, especialmente tras darse a conocer que el covid-19 surgió y se desarrolló en murciélagos ―así como muchas otras enfermedades―, abogaba por la extinción de algunas de las especies potencialmente más peligrosas de este animal, con el objetivo de evitar el nacimiento de nuevas enfermedades mortales para el ser humano. Sin embargo, los expertos lo tienen muy claro: el remedio sería peor que la enfermedad. Los murciélagos son animales quepolinizan más de 500 especies de plantas diferentes y consiguen que las poblaciones de mosquitos no aumenten de manera exponencial, dos elementos fundamentales para los cultivos y para los seres humanos.
La gran diferencia que tiene el Nipah con respecto al coronavirus es que su transmisión es mucho menor, si bien es cierto que su mortalidad es ampliamente superior. Esto ha permitido que los brotes que han tenido lugar hayan sido puntuales y que no se haya transmitido por medio planeta. Sin embargo, los datos de esta enfermedad asustan realmente: entre 2001 y 2011, Bangladesh sufrió 11 brotes diferentes de Nipah, en los que se infectaron un total de 196 personas, de las que 150 fallecieron. Se cree que en los próximos años los brotes de esta enfermedad irán en aumento, pues se ha descubierto que no solo afectan a los seres humanos, sino que también lo hace con una serie de animales, como es el caso de los cerdos. Seguir investigando para tratar de conocer estos patógenos y encontrar una solución es fundamental para evitar próximas pandemias en el futuro, en este caso del Nipah, uno de los virus más peligrosos de planeta.
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