En toda la historia de
la Astronomía se han encontrado en la Tierra 113 meteoritos provenientes
de Marte. Y, desde que se encontró el primero a principios del siglo
XIX, todos ellos han sido estudiados en profundidad
por la ciencia. Pero nadie ha logrado demostrar de qué parte del planeta rojo proviene ni uno solo de ellos.
De hecho, los últimos datos tomados por los rovers que surcan la
superficie marciana, como el recién enviado 'Curiosity', y por los
orbitadores
sugieren una discordancia entre los análisis geoquímicos de los bólidos
encontrados en la Tierra y los de la superficie de Marte.
Han tenido que pasar
casi 200 años para que se presente el primer meteorito marciano cuya
procedencia confirmada es la corteza del planeta rojo, la capa geológica
más externa. El hallazgo, que acaba de ser publicado
en la revista 'Science', corresponde a una roca basáltica de 320 gramos
encontrada en Marruecos en 2011. Pero no es un meteorito más. Se trata
del primero ligado con la corteza del planeta rojo, el más rico desde el
punto de vista geoquímico y que compone en
sí mismo una nueva clase de estas rocas cósmicas.
"Este nuevo tipo de
meteorito marciano -denominado de forma técnica NWA 7034, por haber
sido encontrado en el noroeste de África- se asemeja de forma muy
precisa a la composición de las rocas de la superficie
analizados por el rover Spirit de la NASA", explica a ELMUNDO.es
Carl Agee, investigador del Instituto de Meteorítica de la Universidad
de Nuevo México (EEUU) y autor principal del trabajo. "Otros meteoritos
marcianos, en cambio, encajan muy pobremente
con los que los rovers y orbitadores están viendo sobre la superficie
marciana", asegura el experto.
Meteorito rico en agua extraterrestre
Además, hasta la fecha,
se trata del único bólido marciano datado en más de 2.000 millones de
años, lo que corresponde con el inicio de la época geológica más
reciente de Marte, la denominada era Amazónica que
llega hasta la actualidad.
El contenido de agua
que encontraron los investigadores en el meteorito deja la cantidad que
alberga el resto de bólidos marcianos en niveles casi ridículos. "La
química es consistente con un origen superficial
y con la interacción con la atmósfera marciana", dice Agee. La
abundancia de agua, de unas 6.000 partes por millón, indica, según los
autores, que el meteorito estuvo en contacto con la superficie marciana hace unos 2.100 millones de años.
"Quizá lo más
apasionante es que el alto contenido de agua puede significar que hubo
una interacción de las rocas con el agua de la superficie marciana o de
fluidos de cometas que impactaron con el planeta rojo
en aquella época", asegura Andrew Steele, científico del Laboratorio de
Geofísica de la Institución Carnegie de EEUU y autor del estudio
geoquímico del nuevo meteorito.
El NWA 7034, encontrado
por el rastreador y comerciante de meteoritos marroquí Aziz Habibi y
vendido después a Jay Piatek, no tiene nada que ver con ninguno de sus
predecesores. "La textura del meteorito NWA
7034 no se parece en nada a ninguno de los anteriores. Está formado
de fragmentos de basalto cementados, un tipo de roca que se forma tras
en enfriamiento rápido de la lava volcánica", asegura Steele.
Por ese motivo, y
basándose en los estudios realizados por los vehículos enviados a la
superficie de Marte y por los orbitadores que estudian el planeta rojo
desde el exterior, los investigadores creen que este
tipo de rocas basálticas encajan a la perfección con un origen de las
capas más superficiales del planeta rojo, ya sea de la corteza o de la
capa más externa del manto interno.
Meteorito NWA 7034 encontrado en Marruecos en 2011. |
Judith Tobeñas
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