Investigadores de Yerkes National Primate Research Center de
la Universidad de Emory y de la
Universidad de Georgia han sido los primeros en demostrar que los
chimpancés poseen un sentido de la justicia que habitualmente se
atribuye solo a los humanos.
En su experimento, los
investigadores jugaron con los chimpancés a Ultimatum, un juego
experimental de economía que intenta mostrar que las elecciones sobre
criterios de justicia priman sobre las de beneficio.
Los resultados del estudio, que han sido publicados esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), sugieren que la aversión humana a la injusticia y una preferencia por los
finales justos tiene una larga historia evolutiva compartida con el ancestro común de humanos y monos.
Según la autora
principal, Darby Proctor , "durante años el juego Ultimatum ha sido
considerado como el patrón oro para determinar el sentido de la justicia
en humanos”. En el juego, un individuo necesita proponer
una recompensa dividida a otro y, después, hacer que ese individuo
acepte la propuesta antes de que ambos puedan obtener el premio. Los
humanos habitualmente ofrecen generosas porciones, como el 50%, a sus
compañeros, “exactamente lo mismo que hemos registrado
en el experimento con chimpancés”, señala la científica.
"Los chimpancés se
comportan de una manera muy similar a los humanos en este juego,
reparten los premios equitativamente. Aunque no podemos explicar qué
motiva a estos primates a comportarse así, podemos decir
que su comportamiento es justo, como lo es el humano, en el mismo
contexto", señala la investigadora a SINC.
En su opinión, este
comportamiento está relacionado con la supervivencia. "En especies
cooperativas es probable que tener un sentido de lo que es justo permita
a un individuo seleccionar a los socios más cooperativos
– aquellos que se comportan de manera más justa–. Está demostrado que la
supervivencia depende en gran medida de cierto grado de colaboración",
subraya.
Por su parte Frans de
Waal, coautor del trabajo, indica que hasta ahora se había asumido que
el juego Ultimatum no podía utilizarse con animales porque se pensaba
que elegirían la opción más egoísta al jugar.
“Sin embargo, nuestro estudio muestra que los chimpancés no solo tienen
un sentido de la justicia similar al de los humanos sino que también
tienen las mismas preferencias que nuestra especie”, aclara.
Experimento con niños
En el trabajo también
se ha hecho una comparación entre chimpancés y niños. En este
experimento se puso a prueba a seis chimpancés adultos (Pan troglodytes) y 20 niños (de edades de dos a siete años de
edad) que jugaron una versión modificada de Ultimatum.
En el juego, un
individuo eligió entre en dos fichas de colores diferentes que, por su
cuenta o en colaboración, podía ser cambiada por recompensas (pequeños
trozos de comida para los chimpancés y pegatinas para
los niños). Una ficha significaba premios equivalentes para los dos
jugadores, mientras que otra favorecía la elección individual a expensas
del compañero. Después, el jugador necesitaba dar la ficha a su
compañero para que la pudiera cambiar por el premio,
de esta forma, ambos tenían que ponerse de acuerdo.
Tanto los chimpancés
como los niños, respondieron como lo hacen habitualmente los humanos
adultos. Si la cooperación era necesaria, los chimpancés y los niños
repartían los premios equitativamente. Sin embargo,
con un compañero pasivo, que no tenía oportunidad de rechazar la oferta,
los niños y los chimpancés elegían la opción egoísta.
Según los científicos,
los chimpancés son altamente cooperativos en su medio y probablemente
necesitan ser sensibles en la distribución de las recompensas para así
acceder a los beneficios de la cooperación.
Este estudio abre la puerta a nuevas investigaciones para comparar otros comportamientos similares entre
primates y humanos, llevadas a cabo por Yerkes National Primate Research Center.
La Partícula de Déu
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