Peter Higgs, el gran físico británico, uno de los
científicos sugeridores de la partícula subatómica que lleva su nombre, dictó
el pasado martes una conferencia en Barcelona sobre el bosón que él, entre
otros, “inventaron” en 1964.
Un breve apunte sobre esta partícula. El 4 de julio de 2012
se confirmó -en una presentación en el CERN-, con fuerte evidencia, una señal
de la existencia del bosón de Higgs: masa 125 GeV, unas 130 veces la masa del
protón. Dos experimentos -ATLAS y CMS- corroboraron una “información” que ya
fue "apuntada" en 2011.
(Dicho sea entre paréntesis: en el segundo experimento –CMS-
participaron el Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-Universidad de
Cantabria), la Universidad de Oviedo, el CIEMAT, y un grupo de la UAM. En el
ATLAS, el Instituto de Física Corpuscular (IFIC, CSIC-Universidad de Valencia),
el IFAE y la UAM (otro grupo investigador de la Autónoma de Madrid distinto del
anterior). También ha colaborado el IMB-CNM del CSIC. ¿Será posible una
colaboración así en el futuro próximo o lejano teniendo en cuenta los hachazos
presupuestarios que están en marcha? ¿Somos pesimistas, alarmistas e
irracionales si nos temernos lo peor? ¿Otra vez España al margen del desarrollo
de la ciencia y la tecnología? Cierro el paréntesis).
Bosones y fermiones son los dos tipos fundamentales de
partículas subatómicas. Los segundos componen la materia (protones, neutrones,
electrones); los primeros portan las fuerzas o interacciones. El fotón, el
gluón y los bosones W y Z están asociados a las fuerzas electromagnética, la
nuclear fuerte y la débil respectivamente. El bosón Higgs es un tipo de
partícula elemental de la que se conjetura que tiene un papel fundamental en el
mecanismo por el que se origina la masa del Universo. Es importante su
“localización” –la confirmación de la hipótesis como en el caso del neutrino
postulado por Pauli unos veinte años antes de su corroboración experimental-
porque es la única partícula predicha por el modelo standard de la física de
partículas que aún no ha sido comprobada experimentalmente. Con ello se daría
respuesta a una pregunta de las que hacen temblar mentes, edificios, ciudades y
comunidades científicas y filosóficas: ¿cual es el origen de la masa del
universo? Ni Marx ni menos.
El físico británico Peter Higgs postuló también en aquellos
años un mecanismo llamado el campo de Higgs, que requiere la existencia del
bosón que lleva su nombre. El campo sería un continuo que se extendería por
todo el espacio, un espacio formado por un incontable número de bosones (de
Higgs). Su masa, la masa de nuestro Universo, estaría causada por una fricción
con ese campo. Las “entidades” de masas ligeras se moverían mejor por ese campo
continuo que abarbaría todo el Universo; las pesadas se moverían con más
dificultad.
La existencia del bosón se formuló porque hasta entonces la
teoría standard era "incoherente" (no se ha descartado que pueda
haber más partículas con masa y que éstas puedan ser descubiertas, por ejemplo,
en nuevas investigaciones en el LHC del CERN, del Centro Europeo de Física de
Partículas).
Cambio ahora de tercio y tomo pie en una magnífica nota de
José Edelstein para otras consideraciones algo alejadas de bosones, campos,
y conjeturas y descubrimientos científicos .
JE recuerda la primera visita de Peter Higgs a nuestro país.
Fue en 1989 y estuvo en una conferencia de física de altas energías que se
celebró en Madrid. En ese entonces, recuerda Edelstein, “ya era una celebridad
en el mundillo de la física de partículas y el bosón de Higgs, una suerte de
santo grial buscado a sol y sombra. Pese a ello, el inventor de la partícula
elemental más elusiva… es un hombre extremadamente modesto. Es el perfecto
caballero edimburgués”.
¿Caballero edimburgués? Higgs se desplaza en autobús urbano
y no vacila en cancelar un compromiso con la realeza -¡con la realeza!- para ir
a una cita con la ciudadanía popular, con “la plebe” escribe con agradable
toque de izquierdas Edelstein. No hay muchas personas que formen parte de ese
razonable, rebelde y nada servil grupo. Higgs, señala JE, es una “persona sin
dobleces, comprometida con el mundo en el que vive. Mezcla de internacionalista
y ermitaño, está al corriente de los conflictos sociales que suceden en cualquier
rincón del planeta y no vacila en rechazar honores si considera que comprometen
sus principios”.
Hace un mes JE estuvo con Higgs en Edimburgo. Fue entonces
cuando el gran físico británico le explicó la motivación añadida que tenía para
él este viaje a España, a Barcelona, el que acaba de realizar: “Estoy ansioso
por acudir al evento y, de hecho, deseoso de ver Barcelona. Creo que puede
haber una suerte de lado sentimental en que haya aceptado esta invitación. Y es
que soy suficientemente viejo para recordar la Guerra Civil Española”. Higgs
añadió un paso inolvidable que no debe olvidarse: “Un amigo mío, que fue
profesor de Ciencias Políticas en Edimburgo, era hijo del primer miembro de las
Brigadas Internacionales en ser abatido, precisamente allí”, en Barcelona.
El secreto orgullo por el altruismo heroico y despojado de
quienes fueron a luchar por la República contra el fascismo es moneda corriente
entre los escoceses de su generación, sostiene con emoción razanada JE. Uno de
cada cinco británicos que participaron en la Guerra Civil, nacieron en Escocia;
“más de medio millar de héroes [“héroes” es la buena palabra usada por JE] que
abandonaron la tranquilidad del hogar para ir a dar su vida en otras tierras
por un ideal”. No era fácil, nada fácil. Al igual que David Carr en la película
de Ken Loach “Tierra y libertad”, recuerda con mucha generosidad
cinematográfica JE, el padre del amigo de Higgs se alistó como voluntario tan
pronto estalló la guerra. Pero a diferencia de Carr “murió apenas llegó a Barcelona,
sin alcanzar a disparar un solo tiro”.
José Edelstein finaliza su artículo –que muchos nunca
tendremos la descortesía de olvidar- con estas sentidas palabras: “Cuando Peter
Higgs se dirija hacia el Tibidabo, resonarán los ecos de los tiroteos que allí
mismo, en un infausto amanecer, precedieron a la caída de Barcelona. Tendrá un
momento de introspección para recordar a ese joven poeta escocés que, siguiendo
la estela de Baudelaire, se puso un fusil al hombro para luchar por la
libertad”. A muchos nos gustaría acompañarle en ese recuerdo, en esa emoción.
¡Gracias por su visita, compañero Peter Higgs! ¡Gracias por
su magnífico artículo admirado amigo José Edelstein!Por lo demás, la rueda de prensa del pasado martes no
decepcionó, todo lo contrario. Tomo pie esta vez en la excelente información de
Paco Niebla
Higgs -¡quien por cierto nunca ha usado el correo
electrónico!- afirmó que el bosón que lleva su nombre "no lo explica
todo", aunque abre camino a nuevas investigaciones sobre el cosmos. Ha
reconocido, con envidiable humor británico, que le ha cambiado la vida y ha
desatado la higgsteria (¡Qué rica risa doña Sofía!). Ha vuelto a rechazar la
denominación de "partícula de Dios" a su conjetura física -¡qué
insulto a la inteligencia!- y ha confesado que recibir el Premio Nobel era
"una posibilidad que podría ocurrir" (Añadió: posiblemente el comité
del Premio Nobel tiene algunos "físicos conservadores" que no son
partidarios de concedérselo aún). Higgs ha recordado, además, “que cuando en
1964 formuló su teoría de la existencia de esta partícula lo hizo en un escueto
escrito que apenas ocupaba un folio que le fue rechazado por su editor
científico, aunque su segunda versión más ampliada sí fue recogida, aceptada y
publicada”.
Para este gran físico comprometido –que se ha dejado
fotografiar junto a la figura de Albert Einstein (la foto le hubiera encantado
a Paco Fernández Buey)- el hallazgo del bosón no es comparable a lo que supuso
el descubrimiento del ADN para la biología. Con la humildad –y prudencia- que
caracteriza a los verdaderos científicos –nuestro Eduard Rodríguez Farré es un
ejemplo cercano, querido y admirado-, Higgs apuntó que "el bosón es
ciertamente importante para la comprensión de la estructura de la materia, pero
existe mucha física que no depende de esto" y que su hallazgo es "el
final de un camino en la verificación del modelo estándar, pero es el comienzo
de un nuevo camino que va más allá de este modelo físico, que no lo explica
todo”. Se tendrá que hacer un análisis más profundo del bosón y, con toda
probabilidad, “se revelarán estructuras más amplias que se conectan con la
cosmología y la energía oscura del universo, que son fundamentales para la
astrofísica y la cosmología". Es un proceso sin fin pero con sujetos, si se
me permite el giro levemente anti-althusseriano.
Su colega, y miembro también de su equipo, Alan Walker,
haciendo gala del mismo humor británico afable, ha confesado que a Higgs le han
propuesto de todo. Excepto una cosa: “inaugurar un supermercado". Pero
Higgs, conjeturo como él y también con probable éxito sobre asuntos menos
trascendentes eso sí, estaría dispuesto n cambio a inaugurar una cooperativa de
alimentación que tuviera la solidaridad y la ayuda a los desfavorecidos como
permanente programa de su hora.
Enviado por Judith Tobeñas
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